Público
Público

El satélite 'Glory' se estrella en el Pacífico

La NASA pierde su segundo artefacto climático en dos años por el mismo fallo de la cubierta del cohete

NUÑO DOMÍNGUEZ

El satélite Glory de la NASA se ha estrellado este viernes debido a un fallo del cohete Taurus XL que debía ponerlo en órbita. El artefacto es el segundo que pierde la NASA en dos años debido al mismo defecto en la carcasa protectora del cohete que sus fabricantes creían haber subsanado.

Unos tres minutos después del lanzamiento, a las 11.10 hora peninsular española, la caperuza que protege al satélite durante parte de su ascenso no se separó correctamente. Esto supuso un lastre que abatió el cohete antes de que el satélite llegase a su órbita, a unos 700 kilómetros de la Tierra.

Al igual que en 2009, el carenado defectuoso lastró el ascenso

'Todo indica que el satélite y el cohete están ahora en algún lugar al sur del océano Pacífico', ha lamentado el director de lanzamientos de la NASA, Omar Baez, durante una rueda de prensa.

El accidente ha dado al traste con una misión en la que la NASA había gastado 424 millones de dólares (unos 320 millones de euros) y pone en evidencia a Orbital Sciences Corporation, la empresa que se encarga de fabricar los cohetes Taurus XL para la agencia.

En febrero de 2009, el Orbiting Carbon Observatory (OCO), otro satélite para el estudio del clima similar al Glory y también lanzado a bordo de un Taurus de Orbital Sciences, se vino abajo por el mismo problema con el carenado. 'Estamos deshechos', ha reconocido Ron Grabe, portavoz de la compañía, 'hemos pasado dos años averiguando cuál era el fallo y cambiando el sistema de lanzamiento', reconoció impotente Ron Grabe.

El accidente frustra una misión de más de 300 millones de euros

Los expertos de Orbital dijeron que, tras el desastre de 2009, se modificó el sistema de lanzamiento para evitar el problema que lo causó. Después de la mejora, Orbital realizó tres lanzamientos exitosos, por lo que pensó que el fallo estaba solucionado, según explicó Grabe.

Tras su lanzamiento desde la base militar de Vandenberg, en California, la NASA planeaba usar el Glory para estudiar el cambio climático. En concreto, el artefacto iba a medir unas pequeñas partículas llamadas aerosoles, emitidas tanto de forma natural como por la actividad humana, y estudiar su impacto en las temperaturas. Tras el accidente, el grupo de casi 20 científicos encargado de estudiar los datos se ha quedado sin instrumento ni proyecto.

El fallo pone en duda otros lanzamientos previstos, entre ellos el del OCO 2, sucesor del primer satélite malogrado. Tras el accidente habrá que 'evaluar y ajustar adecuadamente' los planes para el artefacto, que debía ser puesto en órbita en dos años, según explicó Mike Luther, uno de los responsables de nuevos programas de la NASA. La agencia ha informado de que formará una comisión de investigación para esclarecer las causas exactas del accidente. Es lo mismo que hizo tras la caída del OCO. En aquel caso, la investigación concluyó con la reforma de los Taurus, y la NASA dio por cerrado el problema en octubre de 2010.

La agencia cree que el Gloryyace ahora muy cerca de su antecesor, en un punto aún indeterminado del Pacífico. 'Aunque aún no lo sabemos con seguridad, dada la trayectoria y potencia del cohete y el peso del satélite [500 kilos], el Glory se debe encontrar ahora en el mismo sitio o muy cerca del OCO', señaló Luther.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?