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Cuando ser antinuclear era "trasnochado" y "radical"

El PP atacaba a los socialistas por tirar de 'prejuicios ideológicos' en el debate sobre la energía atómica

JUANMA ROMERO

El PP nunca ha ocultado su defensa acérrima, sin ambages, de la energía nuclear. Las hemerotecas están llenas de declaraciones de Mariano Rajoy y de su lugarteniente, Dolores de Cospedal. Una posición firme que los conservadores consideraban desprovista de tutelas “ideológicas” y que esta semana, tras la tragedia en Japón, ha sido en teoría tamizada. La pantalla que utilizan ahora es la “seguridad”.

Menos cautelas expresaba el partido hace no tanto. De hecho, su furor nuclear se acentuó a partir del verano de 2009, cuando el Gobierno decidió cerrar Garoña en 2013. Rajoy lo criticó porque el CSN había emitido un informe favorable (no preceptivo) a la prórroga. Y reprochó a José Luis Rodríguez Zapatero guiarse por “prejuicios ideológicos y modernidades antiguas” (18/06/2009), por abanderar una “ideología de alquiler” (08/07/2009).

El líder ha recalcado una y otra vez (la última, hace unos días, el 5 de marzo) que la atómica es una energía “más barata y limpia” y hasta segura. “Al lado de la frontera española, hay muchísimas centrales nucleares en Francia y tampoco ocurre nada”, dijo el 18 de junio de 2009.

Le secundó Cospedal el 2 de abril de 2010, en plena polémica por la colocación del cementerio de residuos radiactivos (ATC): “[Los socialistas] Quieren meter el miedo en el cuerpo” contra las instalaciones atómicas, “diciendo que son inseguras y que la energía nuclear es peligrosa”.

Rajoy (18/6/2009): 'Con estos prejuicios ideológicos y modernidades antiguas no se va a ninguna parte'

Machacona en el PP ha sido la identificación de los contrarios a la electricidad atómica con un radicalismo intransigente. La más gráfica fue, de nuevo, la secretaria general. En el pleno del 1 febrero de 2010 en las Cortes manchegas sobre el ATC, Cospedal acusó al presidente regional, el socialista José María Barreda, de vestirse “con los ropajes de antinuclear”, de la “conocida izquierda radical ciertamente trasnochada, con esa consigna de ¿Nucleares? No, gracias”. El expresidente del Gobierno José María Aznar hablaba el 17 de octubre de 2009 de que la UE no podía “permitirse el lujo de prescindir de una fuente energética perfectamente viable a causa de decaídos dogmas ideológicos”. Hace falta un “debate exhaustivo”, y no un “enfrentamiento infantil entre pronucleares y antinucleares”, dijo por aquellas fechas Rajoy (08/07/2009).

Los que acusaban al jefe del Ejecutivo de esgrimir “prejuicios ideológicos” deberían estar “pidiéndole disculpas”. José Blanco, vicesecretario general del PSOE, tuvo fácil ayer tirar del pasado. “Lo único que había era precaución y un compromiso de ir cerrando aquellas centrales nucleares que acababan su vida útil”, explicó en una entrevista en Telecinco.

Para Blanco, los conservadores dicen en estos días 'lo contrario' y están 'escondiéndose'. Pero ahora el partido de Rajoy se escuda en sus matizaciones. Ayer miércoles, en un almuerzo-coloquio en Ciudad Real, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, Cospedal recalcó que la energía atómica “tiene que convivir” con el resto de energías siempre que se cumpla “la premisa mínima y básica” de la seguridad. Y siempre que se siga el criterio marcado por el árbitro del sector, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Cospedal (2/4/10): 'Quieren meter el miedo en el cuerpo, diciendo que las centrales son inseguras'

El viraje del PP es más formal que práctico. Este lunes, tres días después del seísmo en Japón, el PP manchego –que preside Cospedal– registró 29 enmiendas de supresión a la proposición de ley del PSOE de creación del canon eólico, que contemplaba también el incremento en un 20% de las tasas a la producción de la energía atómica y al almacenamiento de residuos, que se aplican a los propietarios de las centrales de Trillo y de Almonacid de Zorita (esta, en fase de desmantelamiento). El PP utilizó un solo argumento en todas sus enmiendas: alegó “inoportunidad” de la ley y rechazo al “establecimiento de nuevos gravámenes a sectores estratégicos de la economía regional”. “Esa es la visión del PP sobre la energía nuclear: evitar que no disuadamos a que se instale en Castilla-La Mancha y procurar que no pague impuestos”, criticó ayer el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón. Similares críticas hizo la portavoz del Gabinete, Isabel Rodríguez

El PP tampoco ha imitado el golpe de timón de su gran paradigma europeo: Angela Merkel. La canciller alemana anunció el martes la paralización de las siete plantas más antiguas y antes dejó en suspenso la prórroga de las 17 centrales del país. El desastre en Japón, y las 'imágenes apocalípticas', arguyó, suponen “un corte en la historia del mundo tecnificado”, ya que deja claro que “la energía atómica no está preparada para hacer frente a la violencia natural”.

El ATC vuelve además estos días a la agenda del PP, después de que el partido nominara a la reelección al actual regidor de Yebra (Guadalajara), Juan Pedro Sánchez, impulsor de la candidatura del municipio al almacén nuclear contra el criterio de su partido y castigado a un mero apercibimiento. Ayer miércoles, una treintena de afiliados del PP de la localidad opuestos al cementerio denunciaron el trato a Sánchez en rueda de prensa. Carlos Polo, secretario provincial de Nuevas Generaciones hasta su dimisión en enero de 2010 (precisamente por juzgar que su formación no había sido contundente con Sánchez), denunció las 'zancadillas' de Cospedal y agradeció el 'apoyo incondicional' de Barreda a su cruzada contra la instalación. 'Me duele que haya sido Barreda y no el PP quien haya defendido los intereses de Yebra', señaló.


Castilla-La Mancha // En 2000, el entonces presidente manchego, José Bono, promovió una ley que gravaba la producción de energía nuclear en Trillo (que gestiona Unión Fenosa) y Zorita y el almacenamiento de residuos nucleares. La norma fue recurrida por el Gobierno de Aznar en 2001 ante el Tribunal Constitucional (TC). Los magistrados levantaron el suspenso pedido por el Ejecutivo del PP en septiembre de ese año por entender que no quedaba demostrado que la paralización de la norma causaría 'perjuicios de imposible o difícil reparación'. Zapatero retiró la impugnación en 2005. El Gobierno regional recauda al año 12 millones por la tasa a las nucleares y 3-4 millones por los residuos. Con la nueva ley sube ambos impuestos y espera recibir unos 21 o 22 millones, según fuentes del Gabinete autonómico.

Extremadura // En Extremadura se grava desde 1997 la producción y el transporte de la energía eléctrica. En 2010 se triplicó la tasa a las termonucleares (las tres empresas que gestionan la central de Almaraz I y II: Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa) y en 2011, también a las hidroeléctricas. La tasa es de 0,037 euros por kilowatio hora (kW/h).

Catalunya // No hay una tasa específica a las nucleares. Sí un impuesto a las empresas cuya actividad es peligrosa y que exijan la activación de un plan de protección civil, caso de las atómicas. En Catalunya hay instalados tres reactores: Vandellòs II, y Ascó I y II. 

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