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Los niños son los más afectados por el problema de acceso al agua

En el Día Mundial del Agua se plantea que la falta de acceso al agua potable repercute en la educación y en desigualdad por género. Sin agua tratada, seis de los ocho de los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se alcanzar&aacute

María Sevillano

La celebración, hoy martes, del Día Mundial del Agua, pone de relieve tres cuestiones. Primera, que 141 millones de personas no tienen acceso al agua potable y otras 794 no disponen de instalaciones de saneamiento adecuadas. Segunda: entre los que no disponen de agua potable están los niños, lo que dificultará el lograr la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Y la tercera, que todos estos problemas se agravan debido al crecimiento de las ciudades, que complicará aún más el abastecimiento.

Las cifras astronómicas iniciales esconden un elevado índice de mortalidad infantil, ya que los niños son los principales afectados y por lo tanto, la cara de esta carencia.'El agua contaminada, el saneamiento inadecuado y las condiciones de higiene deficientes causan la muerte de 1,5 millones de niños menores de cinco años cada año debido a enfermedades diarreicas, además de afectar a la salud, la seguridad y la calidad de vida de los niños', ha denunciado el organismo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.

Las niñas que no tienen acceso al agua potable pierden tiempo en el estudio y tienen más riesgo de sufrir abusos sexuales 

Los más pequeños se ven empujados a recorrer la distancia que separa sus hogares de las fuentes o pozos donde se abastecen, labor que suele repercutir en los niños, y más en concreto, en las niñas, relegadas a las tareas domésticas. La búsqueda del agua deriva en un problema de oportunidades y de género, ya que pierden horas de estudio, poniendo en riesgo su educación, mientras que además las niñas quedan más expuestas a sufrir abusos sexuales en su camino a por líquido.

Por este motivo, y como ha señalado la Fundación Plan, encargada de la protección de los derechos de la infancia y miembro consultivo del ECOSOC de Naciones Unidas, 'la existencia de agua potable en una comunidad influye en aspectos como la educación y la igualdad de género , todos ellos relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).'

Así, el primer problema se enlaza con el segundo y crea una cadena de complicaciones. Cuando en septiembre de 2000 se firmó la Declaración del Milenio, 189 países se embarcaron en la consecución de ocho propósitos que cambiarían las condiciones del mundo en el que vivimos, sin considerar que el incumplimiento de la premisa del acceso al agua potable para niños y niñas hace imposible alcanzar la mayoría de los ODM diseñados hace ya casi 11 años: Lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna o la lucha contra el paludismo y otras enfermedades. La traba del acceso al agua repercute mucho más allá de lo que a simple vista se imagina.

La tercera cuestión responde al planteamiento que se hace cada año de poner el foco en un tema distinto relacionado con el agua. Hoy martes, el crecimiento de las urbes, la industrialización y el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales hacen que se hable de ‘Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano '.

La falta de tratamiento del agua, la propagación de enfermedades (cólera, malaria, diarrea) a través de la misma y la filtración de aguas a acuíferos que quedan contaminados, son algunos de los problemas que sufren los 827,6 millones de personas que viven en barriadas de chabolas, que además tienen que llegar a pagar hasta 50 veces más por un litro de agua de lo que pagan 'los más ricos'.

Como paliativos,  Naciones Unidas ha puesto en marcha a través de organizaciones como la Unesco o la FAO distintas iniciativas, como la impartición de talleres sobre agua y gobernabilidad, con las que aludir a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas para superar el reto de la gestión del agua urbana. Además, reflexiona sobre la reutilización de aguas en ciudades, asegurando que éstas se traten y administren con gran cuidado para utilizarse de forma segura e higiénica para producir cultivos.

Este día merece una reflexión que ya plantea la directora general de la Unesco, Irina Bokova: 'Es imposible lograr un desarrollo humano sostenible sin un agua de buena calidad, a la que todos tengan acceso'. El agua es de todos, para todos.

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