Público
Público

Caos, cadáveres y saqueos en una Abiyán en guerra

Gbagbo sigue sin rendirse y la ONU cerca sus últimas fuerzas marfileñas

ANDRÉS PÉREZ

Abiyán, la gigantesca capital económica de Costa de Marfil, estaba sumida ayer en un caos generalizado, con cadáveres por las calles, saqueos, combates esporádicos y una situación humanitaria cada vez más preocupante. Los militares franceses reanudaron sus ataques para evitar tomas de embajadas por los combatientes, pero la degradación de la situación desmiente por completo la promesa de París de una caída inminente y negociada del presidente saliente, Laurent Gbagbo.

Tras haber anunciado el martes un fin inmediato y negociado del conflicto marfileño, el tono cambió en París. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, fue muy precavido ante las comisiones de Defensa y Exteriores del Senado. La caída de Gbagbo 'se producirá inevitablemente', dijo, pero 'no voy a decir en las horas o los días que vienen; soy prudente'.

El rescate del embajador japonés por Francia provoca duros combates

El cambio de tono en París tenía relación directa con lo ocurrido la noche del miércoles y ayer en Abiyán. Gbagbo seguía atrincherado en el búnker situado bajo su residencia en pleno barrio de las embajadas, según ciertas fuentes, u oculto en una aldea a unos kilómetros de Abiyán, según otras. El hecho de que, por ejemplo, la Agencia Marfileña de Prensa siguiera difundiendo noticias en línea con la argumentación del presidente saliente, señala que Gbagbo tiene más apoyos de lo que pensaba inicialmente París.

Las fuerzas del presidente reconocido por la comunidad internacional, Alassane Ouattara, proseguían su asedio al búnker, pero sin éxito, en el intento de capturar a Gbagbo u obligarlo a renunciar. Francia anunció que la misión de la ONU en el país africano, la Onuci, que dispone de unos 2.200 hombres en la ciudad (de un total de 10.000 en el país), rodea a las fuerzas de Gbagbo en torno a su residencia, mientras que los soldados franceses patrullan por ese sector, que es el de las embajadas.

Señal inequívoca de la degradación de la situación, la noche del miércoles al jueves los helicópteros de combate franceses tuvieron que reanudar sus acciones para bombardear dos Technicals (camionetas con piezas de artillería ligera y ametralladoras montadas) de las fuerzas de Gbagbo que asaltaron la residencia del embajador francés.

'Las calles están sembradas de cuerpos', asegura Jeune Afrique'

En la Embajada de Japón, esa misma noche, se llegó al combate en tierra. El embajador nipón fue acorralado en el recinto por soldados de Gbagbo, junto con siete empleados. Después de que los combatientes saquearan todo y montaran piezas de artillería en el recinto, una intervención de fuerzas francesas, a petición del diplomático nipón, puso fin a la incursión. No se disponía ayer de un balance de muertos, pero el Estado Mayor francés reconoció que los militares 'replicaron contra un vehículo blindado y dos ametralladoras pesadas que habían abierto fuego'.

El ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, señaló que 'los edificios diplomáticos son un blanco considerable, porque en ellos pueden colocarse piezas de artillería de uno u otro bando' y calificó la situación de 'extremadamente difícil'. Confirmó que el dispositivo de casi 1.700 militares franceses ha iniciado la evacuación de occidentales. París controla el aeropuerto de Abiyán y la base militar de Port-Bouët.

Según la web del semanario Jeune Afrique, 'las calles están sembradas de cuerpos, especialmente en el barrio de Cocody' y en la entrada norte de Abiyán. 'Ciertos habitantes han empezado a incinerar cuerpos, para evitar epidemias', añade.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional