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Rajoy se apunta al 15-M y promete luchar contra la "desesperanza"

El PP se presenta como "alternativa" para los indignados y acusa al PSOE de fallar a sus bases

El presidente del PP, Mariano Rajoy, hoy en Málada.-

MARÍA JESÚS GÜEMES

MADRID.- El líder del PP, Mariano Rajoy, suele reaccionar, cuando lo hace, después de todo el mundo. Prefiere que primero lo haga su equipo y no realizar valoraciones que le puedan perjudicar. Es lo que ha ocurrido durante estos días de campaña, en los que las movilizaciones sociales de descontento inundaban la geografía española y él guardaba silencio.

Hasta ayer que por fin se dio cuenta de su importancia y decidió emitir su veredicto. Sin citar en ningún momento las protestas, el jefe de la oposición dijo que "en democracia, a los gobiernos que no dan la talla se les quita con lo más importante que tiene una persona: el voto valiente, libre y decidido". "Y a los que cumplen se les vuelve a votar. Es la regla de juego de cualquier democracia", defendió en un acto en Málaga ante 600 personas.

"¡Claro que iré a la Moncloa!", afirma Rajoy ante los gritos de los militantes

Rajoy destacó que lo que está ocurriendo no ha sucedido en ninguna otra parte. "Ni en Alemania, ni en Reino Unido, ni en Finlandia, ni en Suecia... Desde luego no pasaba en España cuando gobernaba el PP", comentó olvidando a la gente que protestó durante la etapa de Aznar por el Prestige o la guerra de Irak.

"La alternativa a lo que hay está muy clara: es una fuerza política como la nuestra que esté a la altura de las circunstancias", dijo pidiendo el voto de los indignados.

En el PP están preocupados por lo que puede ocurrir durante la jornada de reflexión y más aún por cómo afectará al sentido del voto. Aún recuerdan las protestas que hubo ante las sedes conservadoras el 13-M de 2004 y muchos tienen clavada en la retina la imagen de Alfredo Pérez Rubalcaba diciendo "España no se merece un gobierno que les mienta", en referencia a la autoría de los atentados en Madrid. Los conservadores, con encuestas más que favorables sobre la mesa, creen que ahora los resultados no pueden darse la vuelta. Y, en cualquier caso, piensan que si a alguien le puede pasar factura es a la izquierda antes que a ellos.

En el PP están preocupados por lo que pueda pasar el día de reflexión

Después de haber buscado el apoyo de los desencantados socialistas, ayer el PP trató de rascar entre la gente que se lanzó a la calle el pasado 15-M. Rajoy se esmeró en ello y en culpar de todos los males al presidente del Gobierno: "España merece mucho más de lo que le han quitado unas personas que se han instalado en las frivolidades, improvisaciones y ocurrencias"

A su juicio, tanto Zapatero como Griñán se han "divorciado" de lo que interesa a los ciudadanos y están "enredados en sus líos y en sus ERE". Fue la única mención que él hizo a un tema del que su formación ha hecho bandera, denunciando que los socialistas han utilizado fondos destinados a los parados para pagar pensiones ilegales. Este asunto se lo dejó a su candidato a la alcaldía de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, quien aseguró que en cuanto él llegue al poder se acabarán los escándalos de corrupción. "Mi equipo viene comido y viajado. Aquí se han acabado las mariscadas que nadie sabe quién ha pagado. Nosotros vamos a dedicarnos a trabajar por el empleo", proclamó Zoido ante 4.000 personas.

Fue uno de los teloneros de Rajoy. El otro, el líder del PP de Andalucía, Javier Arenas, pidió "un triple voto útil". "Para ganar a la crisis, para que Zoido sea alcalde y para que haya cuanto antes generales en España".

En el penúltimo día de campaña, Rajoy decidió volver a la ciudad del Guadalquivir donde arrancó la campaña para mostrarse "orgulloso". Muy distinta, a su modo de ver, de la del PSOE, que es "la de la nada". "La de los pepiños que florecen por doquier, en la que hay una inflación de insultos", comentó. "La suya no es la campaña de las personas. Es la de sálvese quien pueda. Un partido que se ha quedado sin dirigentes, ni referente, que ha fallado a sus bases. La suya es una campaña a la desesperada", explicó.

Para sentenciar: "Otros hablan de amigos y enemigos o de buenos y malos. Para nosotros es el paro, la crisis y el contrincante es la desesperanza". Símbolo

Todas los sondeos que el PP maneja les dan que Zoido gobernará en Sevilla por mayoría absoluta. Y, para el presidente del PP, la victoria sería todo un símbolo. El primer paso para lograr un vuelco en las autonómicas que se celebran al año que viene.

Arenas constató lo fundamental que es para sus planes. Dijo que el próximo 22-M se votará "un trozo" del futuro de la comunidad. "Zoido con Barberá en Valencia y Gallardón en Madrid llevarán a Sevilla a las mejores capitales de Europa", auguró. Pero pidió que nadie se deje engañar por las encuestas. "El peor adversario es la euforia", resaltó mientras incidía en los "nervios" del PSOE que ha cambiado "la desesperación por la agresividad".

El presidente del PP acudió a pedir el voto para Zoido porque será "un gran alcalde" y él puede ir "con la cabeza bien alta". De fondo se oía "oa, oa, oa, Rajoy a la Moncloa. "¡Claro que iré a la Moncloa!", dijo autoproclamándose. "Ya sé cuales son mis deberes. He sido presentado como el que va a pagar la deudas pendientes aunque yo no sea el responsable. Y tened la certeza de que así se hará", concluyó.

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