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"Con su gesto, Puyol nos hace más fuertes"

Guardiola elogia al capitán, que cedió a Abidal recoger la copa

RUT VILAR

Los jugadores de este Barcelona no se cansan de ganar, ni de festejar cada título como si fuera el primero o el último. Porque cada copa es especial para los muchachos de Guardiola. La de anoche, por Abidal. Porque el sábado el francés estuvo con sus compañeros en Wembley 72 días después de que le fuera extirpado un tumor hepático maligno. Y por eso, por la admiración que se ha ganado en el vestuario el optimista de Abi, Puyol, el gran capitán de este Barça,

y de levantar la Copa de Europa en la zona más noble del mítico estadio. 'El gesto de Puyol demuestra su calidad humana y también la de este equipo. Le honra. Es un orgullo', celebró Pep Guardiola, después de que el Barça lograra la cuarta Champions de su historia, la segunda en los últimos tres años. Puyol, además, lució una camiseta de ánimo a Miki Roqué, jugador del Betis operado recientemente de un tumor en la cadera. Precisamente, por el quirófano pasará Puyol, para poner remedio a su problemas de rodilla.

'Hemos hecho un excelentísimo partido', convino tras el duelo el entrenador, a quien sus jugadores a punto estuvieron de descuajaringar durante el ya habitual manteo al preparador de los campeones. Como ya es habitual también, con la copa entre manos, los futbolistas del Barça formaron un corro en el centro del campo que han convertido en seña de identidad de sus victorias. Ahí, agarrados de las manos, celebraron todos este nuevo título: los futbolistas, los técnicos, los doctores. Y también la podóloga y la psicóloga del equipo.

La vuelta de honor se hizo interminable y acabó con los jugadores lanzándose al césped frente a la grada que ocupó la hinchada culé. Andaban tan contentos, tan felices los azulgrana que se sumaron sin reparos a los cánticos de la afición. '¡Madridista el que no bote, eh, eh!', gritó liberado Messi.

Conquistada la Liga, el argentino, mejor jugador de la final, emplazó a los seguidores al festejo de este domingo. Y esta tarde no faltará la Pulga a su cita por las calles de Barcelona. La rúa del equipo comenzará a las 17.30. En Wembley, Villa, loco de alegría, se anudó una bandera asturiana a la cintura durante el festejo. 'Más contento, imposible', resumió el delantero. 'Demostramos que la gente tiene ambición y sigue con ganas de ganar', abundó el Guaje, que ayer conquistó su primera Copa de Europa.

Poco amigo de prodigarse en las celebraciones, Guardiola posó incluso en solitario con el trofeo. En cuanto Kassai pitó el final, el técnico, que sumó su décimo título como entrenador, se marchó raudo a estrechar la mano de su colega Ferguson. En cuanto se giró, se topó de frente con su amigo inseparable Manel Estiarte, que le esperaba con los brazos abiertos. 'Estamos muy contentos por cómo lo hemos hecho. El United era un rival peligroso. Ya comenzamos a lucir en Europa como el Bayern o el Ajax', señaló el técnico.

Piqué, como en Roma, se llevó las redes de ambas porterías a casa, mientras Valdés, eufórico, saltaba en otro lado como un loco. A Xavi, que ya no le caben más reconocimientos en el currículum, volvieron a humedecérsele los ojos. El de Terrassa buscaba a alguien el césped hasta que dio con Messi y casi se lo come.

Anoche, el equipo siguió la fiesta en el vestuario de Wembley, primero, y en el Museo de Ciencias Naturales de Londres después. El conjunto catalán ofrecerá esta tarde el título a la afición con una rúa por las calles de la Ciudad Condal con fiesta final, de nuevo, en el Camp Nou.

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