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La vida después de la cirugía de próstata no es la esperada

Reuters

Por Kerry Grens

Casi la mitad de los hombresoperados para tratar el cáncer de próstata padece mayorincontinencia y menor actividad sexual que lo anticipado.

Antes de la cirugía, algunos participantes de una encuestaesperaban mejorar sus funciones urinaria y sexual al año de lacirugía, un deseo alejado de lo que finalmente fue larealidad.

"Estos resultados son sorprendentes", dijo la doctoraTracey Krupski, profesora asistente de urología de laUniversity of Virginia y que no participó del estudio. "Ningunaintervención, ya sea quirúrgica o con radiación, hará que unapersona funcione mejor que antes", añadió.

Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, se lediagnosticará cáncer de próstata a uno de cada 6 hombres deEstados Unidos. Cada año, decenas de miles de varones optan porel tratamiento quirúrgico.

A 152 hombres, a los que se les extirparía la próstata porcáncer, se les pidió que respondieran una encuesta. Primero,recibieron información sobre los riesgos de la cirugía, entrelos que se encuentran la disfunción eréctil y laincontinencia.

Las preguntas eran para conocer sus expectativas sobre lafunción urinaria, sexual e intestinal a un año de la operación.La mitad dijo que esperaría mantener la misma función y un 17por ciento anticipó una mejoría de la función sexual con lacirugía.

Al año, los autores hallaron que el 36 por ciento de lasexpectativas asociadas con la función urinaria coincidía con elresultado obtenido, al igual que el 40 por ciento de lasexpectativas relacionadas con la función sexual.

Daniela Wittmann, coordinadora de Salud Sexual delDepartamento de Urología de la University of Michigan ycoautora del estudio, señaló que los médicos no pueden decirlesa los pacientes cómo será su función sexual y urinaria despuésde la cirugía.

"Sólo podemos informarles según las estadísticas, ya que nopodemos predecir resultados individuales. Eso quiere decir que,ante la duda, los pacientes tienden a tener esperanzas y seroptimistas", agregó.

Krupski señaló que las expectativas irreales de lospacientes pueden ser un arma de doble filo. Por un lado, eloptimismo ayuda a que las personas se curen. Por el otro,"puede generar desilusión en la adaptación a una discapacidadde largo plazo", señaló.

La imposibilidad de tener una erección es uno de losefectos secundarios más comunes de la cirugía prostática,aunque algunos hombres pueden optar por una técnica que dejaintactos los nervios que controlan la erección.

Otro estudio, publicado en la misma edición de Journal ofUrology, reveló que cuando los pacientes reciben informaciónsobre los beneficios y los riesgos de esa técnica, y luego seles da la posibilidad de optar por el procedimiento a usar,tienden a decidir como los cirujanos.

En este caso, los pacientes participaron de una sesión deconsejería de rutina y prequirúrgica y en una consulta con uncirujano para conversar sobre los riesgos y beneficios de cadaprocedimiento.

Según Krupski, las consultas prequirúrgicas adicionales sonútiles, pero los planes de seguro no las suelen cubrir.

Wittmann opinó que sólo una pequeña proporción de hombreselegiría no operarse ante la posibilidad real de desarrollardisfunción eréctil porque existen otros motivos asociados conel cáncer que influyen en esa decisión.

FUENTE: The Journal of Urology, 15 de junio del 2011

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