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Los radicales libres pueden ser aliados contra el cáncer

Un estudio se suma a los hallazgos recientes que cuestionan la panacea de los antioxidantes

J. Y.

Cuando los antioxidantes son malos. Así titulan los investigadores Rushika Perera y Nabeel Bardeesy, del Hospital General de Massachusetts y de la Facultad de Medicina de Harvard (EEUU), respectivamente, el artículo que publican hoy en Nature y en el que comentan un estudio que aparece en la misma edición. El trabajo en cuestión es un misil contra el globo de los antioxidantes, una boyante industria que atiborra de estas modernas panaceas y de sus presuntas propiedades milagrosas todo tipo de productos, desde yogures hasta cosméticos. Según los resultados del estudio, los denostados radicales libres actúan como barrera contra el cáncer al menos en ciertos casos, mientras que sus adversarios, los antioxidantes, alimentan el tumor.

Cuando se habla de radicales libres, se hace referencia sobre todo a las llamadas especies reactivas del oxígeno (ROS, en inglés), como el peróxido o el ion superóxido. Estas formas inquietas del oxígeno se generan en las células durante la respiración, y surgen también por la exposición a ultravioleta o radiactividad. La teoría de los radicales libres, acuñada hace más de 50 años, culpa a estas moléculas del envejecimiento y de otros daños como el cáncer a través del deterioro en el ADN y otros elementos celulares. Pero muchos científicos opinan que este modelo debe revisarse.

'El programa antioxidante de Nrf2 es un mediador de la oncogénesis'

El equipo dirigido por David Tuveson, del Instituto de Investigación del Cáncer de Cambridge (Reino Unido), ha descubierto que, tanto en ratones como en células de cáncer pancreático humano, varios oncogenes detonan el proceso tumoral utilizando una vía antioxidante en la que una proteína llamada Nrf2 detoxifica la célula de ROS. Cuando se elimina Nrf2 y se acumulan los ROS, los peligrosos oncogenes se convierten en pólvora mojada, a menos que se añadan antioxidantes, que rearman el cáncer. 'El programa antioxidante de Nrf2 es un mediador de la oncogénesis', escriben los autores.

¿Significa esto que los antioxidantes podrían ser cancerígenos? 'Probablemente no', escriben Perera y Bardeesy. Pero añaden: 'Se requerirán más estudios para definir si los suplementos dietéticos [antioxidantes] aumentan o reducen el riesgo de cáncer en presencia de otros factores'.

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