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Estado de coma

Las razones de la salida de Rubalcaba

ERNESTO EKÁIZER

Una razón de vida o muerte, de supervivencia vital, vaya, tiene que haber llevado a Rubalcaba a la dura opción de abandonar las palancas de poder que le conferían sus puestos en el Gobierno y dedicarse en cuerpo y alma de ahora en adelante al partido.

Y esa razón existe: el PSOE se encuentra en estado de coma. Si de verdad aspiras a presentar batalla electoral, tienes que limitar el estado de desmovilización, un estado que tuvo su expresión más incuestionable en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo.

Para dar la batalla electoral hay que limitar el estado de desmovilización

Alfredo Pérez Rubalcaba, asimismo, ya nada puede hacer por el Gobierno de Zapatero, que está abocado a sus últimos suspiros. La propia salida de Rubalcaba, por más que haya sido decidida con antelación, confirma que las dificultades para agotar la legislatura son insuperables.

Además de la crisis en varias instituciones, a las que se acaba de sumar la dimisión irrevocable del presidente de RTVE, la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 y su eventual aprobación parlamentaria se presentan como un objetivo casi imposible. Por otra parte, ¿qué sentido puede tener para el Gobierno impulsar el presupuesto de todo un año cuando solamente va a estar como máximo dos meses, ya que marzo es el límite de la legislatura?

Pepe Blanco dejó la actividad del partido, el día a día, en 2009 para pasar al Gobierno. Leire Pajín cedió en 2010 la organización para ser ministra. Y Marcelino Iglesias, una solución de emergencia, ha dado todo lo que cabía esperar en estos meses. Por tanto, había llegado, quizá hace mucho tiempo ya, la hora de que un general con mando efectivo en plaza se hiciera cargo.

El 30 de octubre es ahora la fecha más probable de las elecciones

Rubalcaba tiene que emplear su tiempo para sacar del estado de coma al PSOE. Recorrer los territorios, sí, pero ya no de manera protocolaria, como lo haría en calidad de vicepresidente y ministro del Interior, cuando era recibido con pompa en instituciones autonómicas y cuarteles de la Guardia Civil. Si quiere acabar con la desmovilización, tiene que empezar este maratón cuanto antes.

Y, está, lógicamente, el tema del discurso. Por supuesto que su salida del Gobierno le da la independencia de decir lo que propone, pero se equivocan quienes creen que Rubalcaba va a asumir una fraseología izquierdista.

Precisamente, su oposición a la candidatura frustrada de Carme Chacón tenía que ver con este tema. A saber, lo que él creía que eran las nulas posibilidades o el margen de maniobra cero, para hacer un viraje a la izquierda bajo la fórmula de la 'autonomía de la política frente a los grandes poderes económicos'. Por aquellas fechas, última semana de mayo de 2011, Rubalcaba sostenía en privado que esa deriva era un peligro para el PSOE en las elecciones generales y después, en la oposición.

Tiene Alfredo PérezRubalcaba hasta el 30 de octubre. Sí, esa es ahora la fecha más probable de las elecciones. Cuatro días después de la publicación de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, el miércoles 28 de octubre, que será la segunda EPA en la cual bajará el paro, tras la que se va a conocer el 29 de julio próximo, la del segundo trimestre, que también será positiva.

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