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El 15-m se va de misión

La caravana de indignados Vacacciones Soleadas' recorrerá España durante el mes de agosto para expandir el espíritu de Sol' a pueblos y plazas de todo el país

JESÚS MIGUEL MARCOS

Laura dice que en el maletero no cabe ni un alfiler. '¿No llevarás un modelito para cada día, no?', bromea José. Dani, más callado, carga su mochila en la furgoneta. Ana cambia de tercio: '¡Ahí viene Pato!'. Pato es Patricia y, aunque llega cojeando, con una venda azul cubriéndole la rodilla, se pone a la faena con rapidez. 'Hay que salir a las doce'. Detrás de ellos, frente al acceso Goya del madrileño Museo del Prado, dos coches, una furgoneta y una moto cargados de mochilas, utensilios varios y tiendas de campaña.

Podría ser un grupo de amigos saliendo de vacaciones, pero los detalles les delatan. La mochila de Dani está llena de pinturas, acrílicos, acuarelas y esprays, Blanca abre la guantera y se cae un megáfono, Pato extiende una gran lona en la acera, José hincha un globo rojo y, en medio del trajín, se les ve pasarse libros entre ellos (Machado, Huxley...). Blanca pinta en una cartulina: 'Desde el 15 de mayo tomando el Sol'.

'Hemos experimentado muchas cosas bonitas y había que expandirlas', explica Laura

Laura, Dani, José, Pato, Pancho y otra media docena más no se conocían de nada, pero ayer partieron rumbo a su verano con el objetivo de difundir un mensaje: 'El 15-M va o viene, pero por ahora no se detiene'. Si las marchas indignadas confluyeron en Madrid a finales de julio, en agosto la caravana de Vacacciones Soleadas hará el camino contrario: llevar el movimiento a los pueblos. Ahora son una docena, pero por el camino esperan reclutar a muchos más.

Inspirados por La Barraca de Lorca y las misiones pedagógicas de la II República, quieren compartir lo que han aprendido en Sol durante los dos últimos meses. No se trata de conseguir nada, de llegar a una meta, de cumplir un plan. Más bien se quiere expandir la energía generada por una explosión social sin precedentes en España, surgida desde abajo y que siente que no le debe nada a nadie porque cuentan con sus propias razones, métodos y procedimientos.

'Pensé en todo lo que estábamos viviendo: hemos experimentado muchas cosas bonitas, dignas de compartir y había que expandirlas', cuenta Laura, terapeuta ocupacional de 30 años y miembro de la Comisión de Pensamiento de Sol. Y continúa: 'Recordé La Barraca de Lorca: nos parece fundamental que la revolución sea humana, que aprendamos a crear, a sentir, a ilusionarnos Hay que hacer acciones cañeras, como ir al Banco Santander o al Banco de España, pero también desarrollar la sensibilidad humana, reivindicar la cultura como parte necesaria del enriquecimiento de las personas. No podemos reducir nuestra reivindicación a tener un salario más alto'.

'Soy una 'perroflauta' que trabaja de ocho a siete en una oficina', dice Pato con ironía

Pato tiene 26 años y es diseñadora gráfica: 'Una perroflauta que trabaja de ocho a siete en una oficina de la Castellana', dice con ironía. Aunque su horario laboral ya sea un buen motivo para indignarse, hasta hace dos días no tenía claro si sumarse a la caravana. Así lo relataba: 'Yo estaba: Papá, ¿qué hago?'. Vete'. Es que tengo miedo'. Pues no vayas'. Pero es que tengo que ir''. Ese tengo que ir es lo que les une a todos. Se pueden hacer las cosas por recibir una compensación (un sueldo, por ejemplo), por obligación, por necesidad e incluso por gusto, pero los indignados que atravesarán España en agosto a bordo de una loca aventura abierta de par en par a la improvisación sienten, sencillamente, que tienen que hacerlo, que no pueden estar en otro lugar que ese, su sitio: la ola del 15-M.

Poco después del mediodía, la caravana partía hacia Sol. Con los coches embadurnados de pegatinas, globos y carteles ('Otro sistema es posible: Sistema Solar' y 'No abandonaremos ni a Sol ni a sombra') y tras el obligado abucheo al paso por el edificio de la Bolsa, una comitiva de despedida les esperaba en la plaza que vio nacer el 15-M. También estaba Luna, una bailaora de flamenco francesa que supo del 15-M en la acampada de Burdeos: 'No conozco a nadie, pero no me importa. El 14 de julio estuve en el encuentro de los indignados franceses en París, seríamos unos 10.000. Algunos acampamos en la Bastilla durante dos días, hasta que nos echó la policía'.

'No conozco a nadie, pero no me importa', dice Luna, que ha llegado desde Burdeos

Pancho, actor de 28 años, también se une en Sol. 'Les acompaño hoy y luego me uno el fin de semana hasta el final. Pero no sé dónde vamos. ¿Alguien sabe la ruta?', pregunta. 'Nos vamos a la vida', se ríe Laura. La primera parada, ayer, fue la casa de campo donde vive José, cerca de Chinchón, que se convirtió en base de operaciones para planear las acciones de las próximas semanas. Las explica Laura: 'Donde lleguemos, haremos asambleas, creando pensamiento colectivo, escuchando a las personas de la calle, no solo a los eruditos. Luego, ideas hay muchas: por ejemplo, hacer mercadillos gratuitos sin dinero. Recogeremos ropa y objetos sin uso en un pueblo y la llevaremos al pueblo siguiente, lo que permite el flujo del reciclaje, del trueque, del desprenderse de lo que uno no necesita'.

Irán donde les acojan, donde puedan poner una tienda de campaña, donde haya un hueco. Si fueron capaces de tomar la Puerta del Sol durante un mes, no parece que el alojamiento vaya a ser un problema en las despobladas llanuras de Castilla La Mancha. Hoy salen hacia Granada y el sábado les esperan en Almería, donde participarán en una Asamblea General. Ese mismo día, llenarán la playa del Zapillo de mensajes indignados con una acción que intentará convertir cada sombrilla en una pancarta. 'Y si la gente se anima, terminaremos con una asamblea en la arena', explica Laura, que en mayo suspendió un viaje a Alemania ('con los billetes comprados') para quedarse en Sol y ahora también ha cambiado su plan inicial de vacaciones.

Lo que se van a encontrar por el camino es tan impredecible como los destinos del mismo 15-M. 'Lo que nos interesa es precisamente la importancia de aprender a tolerar el vacío, el no saber, pues es lo que permite que surjan cosas nuevas', cuenta Laura. La primera asamblea, en Chinchón, fue una reunión de gente que empieza a conocerse: cada cual se presenta y dice por qué está allí. 'Yo soy indignado desde pequeño. No me podía creer que ante tanta injusticia nadie hiciera nada. Ahora estoy aquí', dice Carlos, pintor de 53 años. Y José toma la palabra...

Asamblea

A lo largo del viaje, el grupo espera organizar asambleas en diferentes puntos del trayecto. 'Las asambleas de pensamiento son las mejores, las que más enganchan a la gente y las que más han crecido', explicaba a ‘Público' Javier, de la Comisión de Cultura de Sol. Como en el resto de asambleas, se elige un tema y comienzan los turnos de palabra. La peculiaridad de este foro es que no se permite el gesto de disenso. 'El propio espacio nos ayuda a aprender el respeto: tener que escuchar cosas que no te gustan y aprender a tener tu propia voz y tu palabra. Aquí se te da un lugar... Gente que nunca habló en público ha participado muchísimo', dicen en el grupo.

Belleza

El primer objetivo de los miembros de la caravana es, sencillamente, 'hacer cosas bonitas'. 'Todos y todas tenemos la responsabilidad de mostrar la belleza humana, y podemos hacerlo en cada acto de nuestra vida cotidiana', creen. ¿Un ejemplo? Llegarán a un pueblo, pasearán por él, se dejarán inspirar por sus calles y luego crearán una escultura con materiales que hayan ido recogiendo.

Colectivo

La individualidad crea riqueza, el individualismo pobreza. El grupo reivindica la fuerza de lo colectivo, la apertura al otro, el compromiso y la comunicación entre las personas. Quieren acercarse a la gente 'recuperando el perdido sentido común, permitiéndonos equivocarnos, reflexionando sobre ello y trabajando juntos las contradicciones. Es un proceso'.

Compartir

En Sol, durante los últimos dos meses, han aprendido unos de otros y ahora las quieren compartir. Eran distintos entre sí, ni siquiera se conocían, pero se mantuvieron unidos gracias al respeto, la inclusividad, la horizontalidad, la cooperación y un método asambleario criticado, sobre todo, por los que lo miraban desde fuera. Según cuenta Laura, 'acostumbrados al individualismo y a los dos polos opuestos, hicimos un trabajo del pensamiento colectivo que surgió de la gente de la calle, no de eruditos. No es tu idea o la mía, sino tu idea y la mía. Y eso lo vamos a llevar por los pueblos que pasemos'.

Conectar

Llegan las vacaciones y es el momento de... ¿desconectar? 'Es lo que decimos habitualmente. Eso o apagar la máquina, que nos conecta a la productividad pero muchas veces nos desconecta de la vida. El 15-M nos permite cuestionar este hecho tan normalizado y plantearnos otras formas de pensar las vacaciones. Nos gustaría que nos sirvieran para conectar, para conectar con la vida, con los otros y con una misma', dicen los integrantes de la iniciativa.

Cuestionar

La iniciativa de las ‘Vac-Acciones' surge de varios integrantes de la Comisión de Pensamiento de Sol, que en los últimos dos meses ha dedicado todos sus esfuerzos a reflexionar sobre lo que estaba pasando. En la tarea, se han creado nuevos conceptos y se han cuestionado otros. 'El concepto ‘vacaciones' lo inventan los empresarios. Se ha estructurado la vida de la gente en función de la productividad. De hecho, es muy significativo que al tiempo en el queno estás trabajando se le llame ‘tiempo libre'. Es una expropiación del ser humano, una disociación que queremos romper', explica Laura. 

La ruta de la caravana ‘Vacacciones Soleadas' está abierta a la improvisación, su programa de actividades ya tiene fechas cerradas. Tras salir de Chinchón (1) hacia Granada (2), el sábado 6 de agosto participarán en la Asamblea de Almería (3) y realizarán una acción en la playa del Zapillo, donde convertirán las sombrillas en pancartas. 'En principio pondremos carteles, pero si alguien quiere pintar su sombrilla con espray, podrá hacerlo', cuentan. El 12 de agosto llegarán a Marinaleda (Sevilla) (4), donde compartirán su experiencia junto a los habitantes de la localidad. Tres días más tarde se sumarán a la marcha indignada ‘Tomalaplaya', en la playa del Palmar (Cádiz) (5) , en protesta contra los planes de urbanización en la zona. La siguiente parada es el 26 de agosto en el valle de Laciana (León) (6), donde la iniciativa ‘Tomalamontaña' servirá para protestar por la degradación de una zona definida como Reserva de la Biosfera.  

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