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Merkel y Sarkozy toman las riendas y descartan la quiebra de Grecia

El desbloqueo de los 8.000 millones del sexto tramo de la ayuda internacional será el punto fuerte de la reunión

DANIEL BASTEIRO

Fue un único mensaje, pero estaba destinado a interlocutores muy distintos. 'La máxima prioridad es evitar una insolvencia incontrolada, porque no sólo golpearía a Grecia, sino que provocaría un efecto dominó muy rápido en otros países', aseguró Angela Merkel a primera hora de la mañana en una entrevista radiofónica. 'Debemos hacer todo para mantener unida políticamente a la zona euro', añadió la canciller. A sus declaraciones siguieron una cascada de reuniones y el anuncio de que hoy mantendrá una conversación telefónica con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro griego, Yorgos Papandreu.

Las bolsas reaccionaron inmediatamente recuperando parte del terreno perdido en los días anteriores, una indicación de que los mercados todavía no han perdido por completo la esperanza en una solución a los problemas griegos. Además, la implicación personal de Merkel y Sarkozy en la resolución de la crisis trataba de contrarrestar la opinión de analistas y expertos, que mayoritariamente apuestan por una gran quita o reestructuración de la deuda griega como única solución para evitar el contagio. De paso, Merkel se dirigía a diputados de su propio partido y a sus socios liberales, que llevan días exigiendo públicamente la expulsión de Grecia del euro, informa Patricia Baelo desde Berlín. Según Merkel, lo que está en juego es la supervivencia de la moneda única y la salida de la crisis económica. 'Todo el mundo debería medir sus palabras con mucho cuidado'.

Merkel dice que hay que hacer lo que sea por mantener unida a la zona euro

En la reunión de hoy, Merkel y Sarkozy analizarán con Papandreu la marcha del programa de reducción del déficit y privatizaciones de Atenas. Tras las presiones de la zona del euro, Grecia se vio obligada a anunciar un enésimo impuesto, esta vez sobre la vivienda, que prevé recaudar este año 2.000 millones de euros. El anuncio era para Bruselas una condición imprescindible para aprobar el desembolso del sexto tramo de ayudas al país, que asciende a 8.000 millones.

'Ahora estamos analizando los números y viendo si las autoridades griegas cumplirán con sus objetivos de consolidación fiscal', aseguraron fuentes del Ejecutivo comunitario. Esos objetivos incluyen la reducción del déficit de 5.000 millones en este año y privatizaciones por 1.700 antes de final de mes y que el Gobierno todavía no ha hecho por falta de apoyo político. La troika que autoriza los rescates (el FMI, el BCE y la UE) podría reanudar las conversaciones formales con el Gobierno esta misma semana para cerrar el acuerdo y evitar que Atenas se quede sin dinero para mantener los servicios públicos.

El desbloqueo de los 8.000 millones será el viernes un punto clave en la reunión de los ministros de Economía del euro. En la reunión, que se celebrará en Wroclaw (Polonia), participará un invitado excepcional: Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EEUU.

Portugal debe tomar medidas para recortar otros 1.000 millones

Será la primera vez que un ministro de EEUU viaja ex profeso a Europa para asistir a una reunión con sus homólogos de la zona del euro. Geithner tiene previsto exigir a sus socios la rápida ratificación de los acuerdos de julio, cuando los líderes del euro comprometieron un segundo paquete de ayudas a Grecia de 109.000 millones. Los acuerdos deben ser respaldados por los parlamentos nacionales. Las dificultades que está encontrando el trámite en países como Alemania, Finlandia, Holanda o Eslovaquia habrían llevado a Geithner a personarse en Wroclaw.

Y las presiones no son sólo para Grecia. Portugal también va a tener que hacer más recortes de los que había previsto. La UE anunció ayer que deberá poner en marcha nuevas medidas para recortar el próximo año 1.000 millones más de lo previsto, informa EP. Según un documento de la troika, Lisboa deberá reducir el déficit en un 0,6% más, sobre todo recortando gastos, para cumplir sus compromisos. La razón de esta nueva petición es que en 2011, el país rebajará el déficit en menor medida de lo pactado, y la troika quiere que en 2012 compense el retraso. En las últimas medidas de ajuste anunciadas, se incluía la subida de impuestos a los más ricos y a las empresas más rentables, la reducción del número de funcionarios y hasta la eliminación de media paga de Navidad.

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