Palestina ya posee instituciones con la suficiente fortaleza como para convertirse en un estado independiente y con pleno derecho en la ONU. Todo pese al freno que supone, para el desarrollo económico y humanitario de la región, la política llevada a cabo por Israel.

'No se puede hacer mucho en condiciones de ocupación prolongada, con puntos sin resolver sobre el estatuto final, falta de avances en la solución de dos Estados y una Palestina dividida', señala en un informe la Oficina del Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente (UNSCO). A pesar de ello, el texto asegura que Palestina ha alcanzado a 'un logro importante que debe ser reconocido y debe mantenerse para seguir construyendo sobre él'

'Israel debería escuchar los avisos de la comunidad internacional'

El documento señala que existe un incremento 'significativo' de la construcción de asentamientos en la Ribera Occidental por parte de Israel, en particular en el este de Jerusalén, en la que se han producido también confiscaciones de tierras privadas palestinas.

Los nuevos asentamientos, asegura el informe, profundizan en la desconfianza y dificultan las discusiones de paz, además de frenar el desarrollo palestino. Esto, sumado a las medidas de seguridad llevadas a cabo por Israel, contribuyen a 'la fragmentación territorial de la Ribera Oeste'.

 'La violencia de los colonos israelíes es una fuente de crispación en la Ribera Oeste'

'Israel debería escuchar los avisos de la comunidad internacional y las indicaciones del derecho internacional, y cumplir con sus obligaciones en la hoja de ruta y cesar la construcción de asentamientos, incluyendo el crecimiento natural, y desmantelar los puestos fronterizos establecidos desde marzo de 2001', añade.

La UNSCO también denuncia que 'la violencia de los colonos israelíes es una fuente de creciente crispación en la Ribera Oeste', en particular ataques contra propiedad agrícola, comunidades palestinas vulnerables. Y subraya que durante el periodo de estudio se registraron un muerto —un palestino de 17 años—, 59 heridos palestinos y daños en 2.777 árboles frutales en más de 109 incidentes con los colonos israelíes, además de 'actos de profanación de mezquitas' hasta en cuatro ocasiones.