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Monti promete "rigor, equidad y crecimiento" al Senado

El nuevo primer ministro italiano anuncia un impuesto sobre bienes inmuebles y exenciones fiscales para las mujeres. Berlusconi desafía al nuevo Gobierno. La Policía carga contra los estudiantes de Milán que pretenden manifestarse fr

DANIEL DEL PINO

'Rigor, crecimiento económico y equidad' son las  recetas con las que el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, pretende sacar a Italia de la crisis. En su primer discurso oficial en el Senado, el economista presentó a su nuevo equipo de tecnócratas y definió el suyo como 'un Gobierno de compromiso nacional' que pretende recuperar 'las relaciones civiles y sociales con sentido del Estado'.

Monti hizo una constante diferenciación entre su mundo y el 'vuestro', el de los políticos, y aunque dijo que 'no he aceptado este cargo con el presupuesto que los técnicos tengan una superioridad sobre la política', no dudó, como profesor universitario que es, en lanzar varios dardos a los senadores. 'Si tenéis que escoger, escuchad en lugar de aplaudir' y 'sé que las elecciones que tenemos que hacer son muy difíciles, si no yo no estaría aquí', fueron algunas de las frases que dedicó a los bancos del Senado.

Con el compromiso de 'hacer frente a la crisis, pero reduciendo la angustia que crea en la sociedad', Monti recordó que 'la desconfianza que demuestran los inversores en nuestros títulos de Estado hoy, tiene que ver con la situación actual, pero también con la desconfianza que tienen en cómo será Italia como país dentro de 10 o 20 años cuando caduquen los títulos que han comprado'.

Por eso el consejero de Goldman Sachs en Europa puso en muchas ocasiones como centro de su discurso a los jóvenes y las mujeres, repitiendo como hiciera el pasado sábado que 'todo lo que frene las expectativas de crecimiento y desarrollo de los jóvenes frena la capacidad de crecimiento del país'. Monti habló de 'conciliación, promoción de la natalidad, y tratamiento fiscal preferencial para las mujeres', como elementos 'ineludibles' para promocionar la inserción de las mujeres en la vida laboral.

'Italia debe invertir en sus talentos', insistió con fuerza, por lo que anunció un especial cuidado al aumento de la cualificación de la mano de obra, a la selección del profesorado y la calidad de la escuela pública.

Mientras tanto, cerca de 15.000 personas se manifestaban en Roma por la educación pública y contra el nuevo ministro de Educación, Francesco Profumo.

El primer ministro prometió aplicar los planes de ajustes aprobados antes y después del verano, así como la carta de compromisos que el exprimer ministro, Silvio Berlusconi, remitió a Bruselas el pasado 26 de octubre, pero no descartó 'hacer otro tipo de maniobra' si fuera necesario.

Monti se compromete a reducir los gastos de la presidencia del Gobierno como primera medida Los recortes, para fomentar la equidad, palabra tan repetida por Monti estos días, comenzarán por la política. Por eso anunció ya una revisión de gastos de su oficina de presidencia y del resto de ministerios.

Pero también se dirigirán a acabar con la burocracia en los servicios públicos, a reducir los tiempos de la Justicia civil con la reducción de las sedes, y a la posible abolición de las provincias.

Uno de los puntos más importantes de su programa pasa por una tasa sobre los bienes inmuebles, excluída por años por Berlusconi, y cuya inexistencia 'es visto en el ámbito internacional si no como una peculariedad italiana, si no queremos llamarlo anomalía'. Es previsible que aquí sea donde empiecen los primeros problemas con Il Cavaliere, que a día de hoy sigue manteniendo la mayoría en el Senado.

Sobre el más que posible impuesto a las rentas más altas, Monti por el momento parece aplazarlo, pero sin descartarlo: 'Hace falta un estudio sobre la riqueza acumulada. Repito, he dicho estudio', recalcó, sabiendo de la oposición que se va a encontrar entre algunas formaciones políticas, sobre todo la de Berlusconi.

Monti nombró de pasada también las pensiones y la edad de jubilación, que calificó como 'un sistema dispar que da un tratamiento injustificado de privilegio' a algunos. La jubilación fue otra de las cosas que Berlusconi no consiguió aprobar antes de la crisis de Gobierno por la oposición de la Liga Norte a la abolición de las jubilaciones anticipadas abusivas de las que sobre todo se disfruta en el norte.

Otro de los puntos claves será la reforma laboral, que 'debe hacerse con el consenso de todas las partes sociales' y estar dirigido a 'eliminar los privolegios que existen entre unos trabajadores que están totalmente tutelados por el Estado y otros que están desprovistos de cualquier tipo de cuidado'.

Asimismo,valoró como necesario rebajar la presión fiscal a las empresas y trabajadores, una reforma de los subsidios 'que garantice a todos los empleados tener una cobertura' y la lucha contra el trabajo negro, que en Italia afecta al 10% de la población.

Por último, Monti se comprometió a luchar contra la evasión fiscal y las mafias 'infiltradas en la economía legal'.

Silvio Berlusconi ha reunido a los senadores del Pueblo de la Libertad antes de la sesión de hoy y habría hecho toda una declaración de intenciones a los suyos. Según informa el diario La Repubblica, el exprimer ministro ha avisado de que  'votaremos no a cualquier tipo de plan de ajustes depresivo'.

También se ha referido a la situación que le ha forzado a la dimisión: 'Monti ha sido una imposición, la democracia está suspendida'. Y no se hab ahorrado las referencias al presidente de la República, Giorgio Napolitano, principal valedor del Gobierno Monti. 'Con Napolitano me sentía impotente. Nos decía no a dos de cada tres leyes que le presentábamos. Nos corregía con rojo como una maestra a los niños de primaria'.

Il Cavaliere sigue manteniendo la mayoría en la Cámara Alta y el nuevo Ejecutivo está vendido a los deseos de sus antecesores.

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