El nuevo Gobierno de José Antonio Griñan en Andalucía, compuesto por la coalición entre PSOE e IU, ha quedado hoy inaugurado con la toma de posesión de los once consejeros en un acto celebrado en el Palacio de San Telmo de Sevilla, sede la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Los consejeros, ocho del PSOE y tres de IU, han prometido sus cargos en el Salón de los Espejos, ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Andalucía, en presencia de autoridades y representantes de las organizaciones económicas, sociales y políticas, entre los que se encontraba el coordinador general de IU, Cayo Lara.

Griñán en un breve discurso ha querido resaltar que la fortaleza de este nuevo gobierno está 'en su unidad con un mismo proyecto progresista al servicio de Andalucía'.En este sentido, también ha señalado que el empleo 'será el objetivo y la competencia número uno de cada una de las consejerías'. 

El Ejecutivo autonómico, compuesto por cinco mujeres y siete hombres, abordará a partir de mañana en la primera reunión del Consejo de Gobierno la estructura de todos los departamentos, así como el adelgazamiento de la administración periférica en unas seis delegaciones provinciales, una vez que Griñán ha decidido reducir su gabinete de trece a once consejerías.

Por su parte, el nuevo vicepresidente y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas,  ha defendido la necesidad de 'cambiar la política, especialmente la económica desde Bruselas', algo que vendría 'muy bien' a la comunidad.

Valderas, que es coordinador general de IU en Andalucía, también ha querido señalar que 'es verdad' que ahora Andalucía tiene unos presupuestos 'muy duros', pero considera que a partir de ahora 'hay que poner la fe en los presupuestos de 2013'.

Asimismo, ha apostado por llevar a cabo 'un gran encuentro con los andaluces' en una coalición de un gobierno que es 'plural pero con una sola política' y ha manifestado que hay que compartir las decisiones de la ejecutiva regional 'con el conjunto de los andaluces'. Esto sería 'un paso adelante importante' para hacer posible que toda la región comparta la salida de la crisis desde la posición que ha expresado Griñán, 'de mirar a la parte más débil de la sociedad'.