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La bolsa cierra en rojo el día en que la prima de riesgo pasó de 500

La incertidumbre sobre la fiabilidad del sistema financiero español y la convocatoria de elecciones en Grecia encendieron los mercados. Bankia se deja un 10% en la sesión de hoy

PÚBLICO.ES

La sugestión en los mercados por la debilidad del sistema financiero español y, sobre todo, la convocatoria de unas nuevas elecciones en Grecia, despertaron a la prima de riesgo este miércoles con un ataque de nervios (Así te lo estuvimos contando en directo).

Pocos minutos después de la apertura de la sesión, el diferencial del bono español a diez años con el bund alemán -considerado de referencia al ser el más estable- se situó por encima de los 500 puntos básicos llegando a tocar un máximo de 507, cifra que al menos hasta mañana será recordada como un nuevo récord histórico desde la introducción del euro. 

El pánico duró cerca de dos horas. Pasadas las 10.30 horas la prima de riesgo descendía de nuevo hasta los 492 puntos básicos y ya no dejaría de hacerlo en todo el día. Al cierre, el diferencial se situó en 482 puntos básicos -siete menos que el día anterior- (llegó a tener mínimos de 475).

Al cierre de la sesión, la rentabilidad del bono español a diez años se reducía hasta el 6,292% desde el 6,508% de la apertura, mientras que el de su homólogo alemán se situaba en el 1,47%. 

Las bolsas europeas abrieron en números rojos y continuaron así parte del día. El Ibex 35 perdió un 1,57%en su apertura y pese a que pasadas las dos de la tarde, cuando ya se conocía que las elecciones griegas serían el 17 de junio, la situación parecía estabilizarse, el cierre del parqué madrileño volvió a las cifras de por la mañana.

Finalmente el indicador español se dejó por el camino un 1,33% quedando en los 6.611 puntos, 90 menos que la sesión anterior, lo que supone otro mínimo desde 2003. Bankia, cuyo futuro sigue en evidencia, arrastró al Ibex con unas pérdidas del 10%. 

El resto de Europa, exceptuando Francia (+0,37%), experimentó ligeras caídas con Berlín perdiendo un 0,08%, Londres un 0,38% y Milán un 0,21%.

La mañana política empezó con un tímido grito de auxilio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien advirtió de que España corría el peligro de no poder seguir pidiendo financiación a los mercados. La frase tuvo repercusión en los diarios europeos más importantes y fue seguida de una petición de ayuda como la que lanzara el miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Europa tiene que mandar un 'mensaje claro y contundente' en 'defensa' del euro y garantizar la 'sostenibilidad', dijo Rajoy hasta en tres ocasiones en la sesión de control en el Congreso, informa Elena Herrera. 

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, dio una rueda de prensa de cinco minutos en la que optó por no contestar a Rajoy. 'No tengo nada que aportar sobre la deuda española', dijo. Punto final. Porque en realidad, lo que sí preocupaba hoy a Bruselas era lo que estaba sucediendo en Atenas.

Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), sorprendió ayer a propios y extraños afirmando que Europa debía empezar a prepararse para una posible salida de Grecia del euro. Era la primera vez que el FMI lo decía tan abiertamente y no lo hacía sin motivos. El presidente Karolos Papoulias se reunía hoy con los representantes de los partidos políticos que han sido incapaces de encontrar la manera de formar un Ejecutivo estable en los últimos diez días, así que se esperaba la convocatoria de elecciones generales de nuevo.

Alemania, BCE y CE se mostraron favorables a la continuidad de Grecia. Pero eso dependerá de las elecciones Los sondeos ponen en cabeza a Syriza, de Alexis Tsipras, que ya ha dejado bien claro que no piensa cumplir con los plazos del plan de rescate de la Troika (FMI, CE y Banco Central Europeo) y que frenaría en seco los plane de ajustes aplicados hasta ahora. Eso, en la práctica, significaría la salida de Grecia y su vuelta al dracma.

Básicamente porque si bien, todos los líderes europeos, y en especial los pesos pesados alemanes, se mostraron favorables a la permanencia de Atenas en la eurozona, todos han puesto como requisito que los griegos sigan cumpliendo a hoja de ruta.'Se pueden estudiar diversas modalidades de estímulo pero Grecia debe cumplir con sus compromisos', dijo Merkel en una entrevista a la CNBC.

Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, insistió: 'El programa se negoció intensamente y con todo detalle. La decisión está ahora en manos de los griegos. Grecia está en una situación difícil debido a errores que se acumularon durante décadas. Es posible ayudarle pero para ello naturalmente Grecia tiene que aceptar la ayuda y las condiciones'.

Y al unísono, el propio Barroso y el gobernador del BCE, Mario Draghi, insistieron en que quieren que Grecia siga en el euro pero aplicando los ajustes. 

En cualquier caso, como ellos reconocieron, todo dependerá, esta vez sí, de lo que decidan los griegos en esas elecciones, que cuanto más pasan los días van encaminadas a convertirse en una jornada de negación del euro mayor incluso que la del pasado seis de mayo.

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