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El FMI estima en 40.000 millones la ayuda que necesita la banca

El organismo considera que las necesidades totales del sistema bancario rondarán los 90.000 millones de euros, de los que 50.000 millones podrían ser cubiertos con los recursos de las entidades más solventes

REUTERS

El Fondo Monetario Internacional presentará en breve sus conclusiones definitivas sobre la salud de la banca española en la que apuntará a un déficit de capital de al menos 40.000 millones de euros, según apuntaron fuentes del banco. El ejercicio del FMI, que según diversas fuentes también incluirá el segundo Real Decreto de aumento de provisiones aprobado por el Gobierno en mayo, determinará que las necesidades totales del sistema bancario rondarán los 90.000 millones de euros, de los que 50.000 millones podrían ser cubiertos con los recursos de las entidades más solventes.

'El déficit de capital final de la banca española se situaría en torno a los 40.000 millones de euros después de contar con la capacidad que tienen algunas entidades para afrontar las pérdidas esperadas con sus recursos propios', explicó una de las fuentes. Previsiblemente la nacionalizada BFA-Bankia, que ya ha solicitado ayudas extra de 19.000 millones de euros, absorberá gran parte de las necesidades brutas estimadas, repartiéndose el resto entre las también nacionalizadas Catalunya Caixa, NovaCaixa Galicia y Banco de Valencia y otro grupo en el que básicamente estarían las antiguas cajas no integradas en los seis grandes bancos.

'Las necesidades de las sistémicas menos BFA-Bankia (Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Sabadell) previsiblemente pueden cubrirse con mayor o menor dificultad en el mercado o con cargo a resultados o excesos propios de capital, venta de activos (...)', dijo una analista bancaria. Pero el informe del FMI -que ya dijo en sus conclusiones preliminares que el 70% de la banca española gozaba de buena salud- lejos de ser concluyente, quedará eclipsado en unos días por la auditoría independiente que están llevando a cabo Oliver Wyman y Roland Berger y que probablemente arrojará una cifra sensiblemente superior.

Con la dificultad de financiar bajo su escudo el déficit bancario con el diferencial en torno a 500 puntos básicos, España negocia a marchas forzadas con sus socios europeos un mecanismo de ayuda para financiar a los bancos en dificultades para lo que la auditoría es un requisito indispensable. Según diversas fuentes, se espera que el test de estrés de estos auditores esté más en línea con el ejercicio de limpieza aplicado por los nuevos gestores de Bankia y por las recomendaciones de la Comisión Europea sobre más saneamientos bancarios en su evaluación de la economía europea.

Una fuente oficial de la Comisión Europea llama a la prudencia sobre estimaciones de necesidades señalando que 'se trata de un objetivo que está moviéndose continuamente'. Entre los grandes bancos hay una gran inquietud sobre el efecto perverso que provocan las noticias desfavorables sobre la banca y la constante tensión en materia de provisiones aplicada por el nuevo Gobierno. 'El margen de maniobra que tenemos es cada vez menor con tantos decretos y pruebas y regulaciones distintas, porque todo esto está fenomenal pero, ¿cuándo hacemos banca?', se lamenta un directivo de una de las entidades sistémicas.

Tras alumbrar dos reales decretos en la enésima reforma financiera en los cinco primeros meses de Gobierno, el Ejecutivo español ha impuesto a los bancos provisiones por valor de 84.000 millones de euros para tener una cobertura del 44% sobre el crédito promotor. Pero la nacionalización de Bankia y la fuerte presión ejercida sobre su cartera por parte de los nuevos gestores ha abonado los temores entre algunos bancos sobre la posibilidad de nuevas exigencias más allá del ladrillo que no distingan entre entidades diversificadas o internacionalizadas y con perfiles de clientes distintos.

'El plan de saneamiento de Bankia podría servir como una referencia para el resto del sector y esto seguro que añadirá más presión al resto de la banca porque Bankia lo que ha hecho es una limpieza más en profundidad sobre otras partes de la cartera crediticia no inmobiliaria', manifestó Nuria Álvarez, analista del sector bancario de Renta 4. Precisamente, tal vez como parte de las negociaciones con los socios europeos para conseguir financiación a los bancos que lo requieran, esta misma semana el diario Cinco Días publicó que el Gobierno ultimaba un tercer decreto para cubrir hipotecas y créditos al consumo y a las empresas.

'Estamos cruzando los dedos porque a saber qué es lo próximo que se les ocurre', dijo el directivo bancario. De hecho, Banco Popular ha hecho un ejercicio no solicitado de presión sobre activos no inmobiliarios y ha querido dejar claro que lo cubrirá son sus propios recursos. Mientras se produce esta agónica espera los bancos siguen descapitalizándose y con el acceso a la financiación cerrado, con una pérdida en los últimos seis meses de más de la mitad del valor bursátil de Popular, y más de un 40 por ciento en Sabadell , Bankinter y CaixaBank.

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