La sangrienta ofensiva del Ejército de Bashar al Asad en la ciudad de Alepo provocó 200.000 desplazados según Naciones Unidas. En un comunicado, la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de la Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, dijo estar 'extremadamente preocupada' por el impacto que están teniendo en la población civil los bombardeos y el uso de armamento pesado, tanto en Alepo como en Damasco y las localidades vecinas. Los enfrentamientos en la considerada como capital comercial de Siria prosiguieron este lunes al tiempo que el régimen sufrió más deserciones, la más relevante la del director de asuntos comerciales de la embajada en Londres.

'El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Árabe de Siria estiman que unas 200.000 personas han huido de los combates en Alepo y zonas de alrededor en los últimos dos días. No se sabe cuánta gente sigue atrapada en lugares donde continúan los combates',dijo Amos. La alta funcionaria de la ONU indicó que 'mucha gente ha buscado refugio temporal en escuelas y otros edificios públicos en áreas más seguras' y afirmó que estos civiles 'necesitan con urgencia comida, colchones, mantas, suministros sanitarios y agua'.

Amos hizo un llamamiento a que tanto Ejército como rebeldes 'permitan a las organizaciones humanitarias un acceso seguro para llevar ayuda urgente que ayude a salva las vidas de las personas atrapadas por los combates'. Amos subrayó que es 'muy difícil' para las agencias humanitarias llegar hasta los civiles en Alepo, Hama y otros lugares, y aseguró que pese a lo peligroso de la situación, la Media Luna Roja y las agencias de la ONU prestan ayuda. El viernes pasado, la Media Luna Roja anunció la suspensión de 'ciertas operaciones' en Alepo por los combates.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, al menos 40 personas, 30 de ellas civiles, murieron en todo el país. Los combates fueron especialmente intensos en Alepo y se centraron el barrio de Salahedin, donde según el régimen habrían muerto 'un gran número de terroristas de diversas nacionalidades' informa EFE. 

Sin embargo, los rebeldes confían en que la capital económica de Siria sea la tumba de Al Asad: 'Damasco es la capital, pero aquí hay un cuarto de la población y todo el potencial económico del país. Aquí enterraremos a las fuerzas de Bashar', dijo uno de los rebeldes a Reuters. 

El régimen había dado por recuperado el barrio de Salahedin el día anterior. En un comunicado en la televisión de Estado, un oficial uniformado aseguró que 'los mercenarios armados han sido completamente expulsados de Salahedin. En pocos días la seguridad y el orden volverán a Alepo'. El Ejército empleó la misma táctica en esta ciudad que ya había utilizado en Damasco este mes, donde empleó toda su fuerza de artillería para conseguir que los rebeldes retrocedieran.

Mientras tanto, este lunes se conocieron nuevas deserciones dentro del régimen. La más relevante fue la del director de asuntos comerciales de la embajada de Siria en Londres, Khaled al Ayubi. Su dimisión fue anunciada por el Gobierno de David Cameron, que en una nota del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que 'supone un nuevo golpe al régimen de Al Asad e ilustra la repulsión y desesperación que sus actos provocan entre los sirios de todas las procedencias, dentro y fuera del país'.

Según el Foregign Office, Khalad ha pedido que se respete su intimidad, no concederá entrevistas y decidió desertar porque 'no quiere seguir representando a un régimen que ha cometido actos tan violentos y represivos contra su propia gente'.

Al Ayubi se unió al servicio diplomático sirio en 2001 y su primer puesto fue como cónsul en Grecia de 2003 a 2008. Pasó a ocuparse de la embajada en Londres después de que el pasado 29 de mayo el Reino Unido expulsara al anterior encargado de negocios, Ghasan Dalla, en una protesta junto con otros países por la matanza de civiles en la ciudad siria de Hula.

Hoy también se conoció la deserción del subdirector de la Policía de Lataquia y otros 11 oficiales sirios. Todos huyeron a Turquía durante la pasada madrugada, según confirmó el Gobierno de Ankara que cifró en 600 las personas que cruzaron la frontera en menos de 24 horas, lo que aumenta el número de refugiados sirios a 43.500.

Las nuevas deserciones se unen a la del General Mohamed Tlass, el viceministro Abdo Husamedin, y el embajador sirio en Irak, Nauaf al Fares.