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Alemania enfría las expectativas ante la reunión del BCE

Las autoridades económicas alemanas rechazan la posibilidad de que el BCE intervenga más activamente en la crisis de deuda. La prima se mantiene por debajo de 540 puntos

PÚBLICO / AGENCIAS

Las autoridades alemanas han vuelto a alejar la esperanza de medidas de apoyo a la deuda soberana de España e Italia: una vez más, Alemania se ha encargado de enfríar las expectativas ante la reunión mensual que celebrará mañana, jueves, el Banco Central Europeo (BCE).

Si hace una semana, el presidente del BCE, Mario Draghi, levantó los ánimos en las Bolsas al afirmar que 'haría todo lo necesario para sostener al euro', este miércoles el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann ha echado un jarro de agua fría al recordar que se suele 'sobrestimar' la capacidad del BCE.

Weidmann no ha sido el único alto cargo alemán en salir a la palestra: el martes era el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, quien reiteraba que no era necesario conceder una licencia bancaria al MEDE, limitando así la capacidad de acción del fondo de rescate de la eurozona; este miércoles, el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Philipp Rösler, confirmaba una vez más la frontal negativa de Berlín a la licencia bancaria para el fondo permanente de rescate, una de las opciones que se baraja en la eurozona para atajar la crisis.

En una entrevista publicada en la revista de los empleados del Bundesbank, Weidmann ha relanzado el temor de que el BCE no actúe en defensa de la periferia de la moneda única. El presidente del Bundesbank apuesta por la estabilidad de la eurozona y recuerda que el banco central alemán es 'el banco central más grande y más importante del Eurosistema y que no es sólo una de las 17 voces de los bancos centrales'. Una forma poco sutil de decir que quien en el BCE es Alemania y que lo que tiene que hacer Draghi es preocuparse de mantener a raya la inflación. 

'La crisis nos reclama totalmente. Seguiremos defendiendo con todos los medios y en todos los niveles nuestras posiciones para que la Unión Monetaria siga siendo una unión de estabilidad', apostilló el presidente del Bundesbank en la entrevista .

El mismo mensaje lanzaba Rösler al indicar que el Gobierno de coalición de centro-derecha que encabeza la canciller Angela Merkel no quiere 'una Unión de la inflación, sino una 'Unión de la Estabilidad' basada en el pacto fiscal y el MEDE. 'Ése (último) es el camino correcto para estabilizar la eurozona', apostilló Rösler, para rechazar a renglón seguido 'todas las otras fórmulas' para salir de la crisis 'por no ser adecuadas'.

Además, aprovechó para enviar un mensaje al Banco Central Europeo (BCE) y le conminó a 'concentrarse' exclusivamente en la política monetaria, es decir, en su mandato de combatir la inflación.

Con estas palabras rechazó la posibilidad de que el BCE intervenga más activamente en la lucha contra la crisis, como demandan varios países de la eurozona como España e Italia. 

Ante estas declaraciones los mercados reaccionaban con relativa cautela, a la espera de lo que suceda en la reunión del BCE. La prima de riesgo de España, que mide el sobrecoste de los intereses que tiene que pagar España y es un indicador de la confianza que genera un país, parece haberse tomado un respiro y durante toda la mañana del miércoles se ha movido por debajo de los 540 puntos básicos, con  la rentabilidad del bono a diez años en el 6,75%.

El Ibex-35, tras llegar a caer más del 2% a lo largo de la sesión y a perder los 6.600 puntos, acaba recuperando al cierre casi todo el terreno perdido. El Ibex termina en en 6.720 puntos tras un recorte de sólo el 0,27%.


La agencia Standard and Poor's (S&P) ha confirmado la calificación de la deuda a largo plazo de España en BBB+, 'un aprobado alto', por el 'firme compromiso con el ajuste económico y fiscal'. En un comunicado, S&P considera que el compromiso de España para seguir implementando una agenda completa de reformas fiscales y estructurales sigue siendo 'elevada'.
No obstante, argumenta que mantiene en perspectiva negativa la nota por los riesgos que, en su opinión, implica reequilibrar la economía del país o por el posible efecto que tengan las políticas europeas para estabilizar los mercados financieros.

La agencia de calificación prevé, además, que la deuda neta pública de España se mantenga por debajo del 80% del PIB después de 2015, ya que cree que los préstamos públicos a las entidades financieras españolas en dificultades serán finalmente mutualizados entre todos los Estados de la eurozona

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