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Llamazares plantea ya la salida de España del euro

El diputado da un paso más allá que Lara y subraya que no es posible seguir en la moneda única si esta sirve de 'excusa para la demolición del Estado del bienestar'. Presenta la asamblea constituyente de su partido, I

Ni siquiera Cayo Lara ha llegado tan lejos como llegó hoy jueves Gaspar Llamazares en el cuestionamiento de la arquitectura europea. Porque hasta ahora la dirección federal de Izquierda Unida no ha defendido públicamente –ni ha debatido en profundidad– la propuesta que el diputado reivindicó sin ambages, a las claras, en rueda de prensa: la 'revisión' de la permanencia de España en el euro. La conveniencia, a la postre, de que Madrid siga perteneciendo al club de la moneda única a toda costa.

El ex coordinador general no hablaba en nombre de IU, sino como portavoz y promotor de Izquierda Abierta (IAb), su partido, la formación que germinó el pasado año y que este 22 de septiembre, como se anunció en la comparecencia, celebra su asamblea constituyente. 'Se viene repitiendo un mantra cada vez menos creíble: que el euro es irreversible –subrayó–. Y el euro no es irreversible, sobre todo si se conduce con torpeza y con la obsesión de la austeridad. Lo que es irreversible es la ciudadanía y Europa, pero no el euro. No vale cualquier camino, no vale el camino del austerificio', neologismo acuñado por el diputado para simbolizar la suma de austeridad y sacrificio, un cóctel que está conduciendo al desempleo 'masivo' y a la 'pérdida de derechos sociales'. Y añadió, aún más explícito: 'Queremos revisar los instrumentos de la construcción euopea y, con una apuesta por Europa, queremos revisar el euro. Y queremos que nuestra posición sobre la presencia española en el euro la conozcan los dogmáticos del euro, que sepan que no vamos a aceptar cualquier trágala. No vamos a aceptar el sacrificio de dos generaciones de españoles por un dogma'.

'Que sepan que no vamos a aceptar cualquier trágala', enfatiza el diputado

¿Qué salidas hay entonces? IAb cree que básicamente hay tres: o un euro 'digno de tal nombre', que signifique 'políticas económicas y sociales' y bienestar, o la vuelta de España a la peseta, la 'salida ordenada' de la moneda única si esta es una 'excusa para el ajuste y el desmantelamiento social', para la 'antiEuropa'. La tercera solución, intermedia, es una Unión a distintas velocidades, 'distintos modelos de euros fuertes y débiles'. En cualquier caso, concluyó, 'el euro neoliberal y de los recortes es el principal enemigo de Europa y de los europeos'.

Como máximo exponente de esa 'antiEuropa' es Angela Merkel, la 'emperatriz del euro' que tiene a Mariano Rajoy como un mero 'virrey', como un 'Gobierno vicario', de un 'protectorado'. 

Llamazares y los suyos han trasladado ya en el seno de la dirección de IU –de la que forman parte– esta reflexión. Pero Lara aún no la ha asumido públicamente. Según señalan fuentes de la cúpula a Público, 'no se ha discutido aún', pero 'no molesta' que el diputado exprese su opinión, máxime cuando lo hace en calidad de impulsor de Izquierda Abierta. Además, esa postura ya está comenzando a cundir dentro de IU, 'y de forma muy transversal', por lo que no sería extraño que acabase abriéndose paso.

No es la primera vez, no obstante, que los gasparistas discrepan de las decisiones adoptadas por la mayoría nucleada en torno al líder. Sobre esta cuestión de la salida de España del euro, sostienen que si la cúpula no la ha asumido es porque se mueve todavía en razonamientos 'económicos' sobre la crisis, y no 'políticos', más generales.

De puertas para adentro, el diputado refutó la misma 'legitimidad' del Gobierno de Rajoy, ya que tenía un 'encargo de gestión, y no de demolición del Estado social'. Ante esa evidencia, Llamazares cree que sólo quedan dos alternativas:  'O referéndum o una convocatoria electoral' anticipada. 

IAb también llama a cuestionar la 'legitimidad' del Gobierno

Estas posiciones más atrevidas presidirán la asamblea constituyente de Izquierda Abierta, que se abrirá el día 22 en la nave de Terneras del Matadero de Madrid, y a la que acudirán unas 500 personas, entre delegados e invitados. La otra carta de presentación del nuevo partido, que los gasparistas llevan machacando desde antes incluso de las últimas elecciones generales, es la apuesta por la construcción de un 'frente amplio de izquierdas' que sirva para 'frenar los recortes y los atentados de la derecha contra el Estado social y democrático, y también que aspire a una mayoría de gobierno de izquierdas', según proclamó Llamazares.

IAb quiere situarse como el partido que 'suma y multiplica' dentro de la izquierda, como recalcó la portavoz de la formación, Montse Muñoz., también secretaria de Política Institucional de IU. En ese sentido, los gasparistas quieren que el congreso de finales de mes se viva como el 'inicio de un trabajo largo' de convergencia de la izquierda alternativa, que ponga una 'brizna de esperanza' en un paraje dominado por los recortes y el futuro sombrío. La asamblea también se utilizará para 'impugnar la legitimidad del Gobierno', y en ella se hará un 'llamamiento a la rebeldía y a la respuesta' del conjunto de la izquierda contra Rajoy, ya que el presidente y su Ejecutivo, 'la derecha rancia' que tiene las riendas del país, deben ser 'derrotados en la calle y en las urnas'.

La agenda política de IU señala asimismo una fecha clave: la X Asamblea Federal, que se celebrará a mediados de diciembre en Madrid. Izquierda Abierta no tiene pretensión de presentar candidaturas propias. Tampoco tendría los números, ya que la mayoría en torno a Lara es estable y sólida. Los gasparistas darán la batalla en otro frente: un debate 'profundo' para hacer frente a la crisis y a la 'oleada de ataques', y construyendo 'alternativa'. Muñoz reconoció que el ambiente es muy distinto al del anterior cónclave, de 2008, en el que IU se hallaba inmersa en una monumental guerra intestina, si bien añadió que uno de los compromisos de aquel congreso, la refundación, no se ha acometido.


La asamblea constituyente de Izquierda Abierta echará a andar con dos textos de partida: un manifiesto político en el que se definen las señas de identidad del proyecto, y un documento de participación, para que sean los miembros del congreso los que 'aporten enmiendas e ideas'. A la discusión programática acompañará la elección de la dirección 'colegiada' (con dos escalones, una Permanente Federal con funciones ejecutivas y un Consejo Federal de unas 60 personas) y de un portavoz. 

Por ahora, no hay oficialmente candidatos a liderar el partido. Como afirmó Montse Muñoz, ninguno de los cuatro promotores de Izquierda Abierta –Gaspar Llamazares, Antonio Cortés, el poeta Luis García Montero y ella misma– se 'postulan' para dirigirla, ni quieren ser un 'problema'. Se regirán por lo que decida el congreso, con vistas a que se designe a la cúpula por 'consenso'. Sin embargo, a estas alturas en IAb nadie niega que Llamazares es un enorme 'activo' y que hay bastantes posibilidades de que el diputado se ponga al frente de la formación. 

Lo que no está en cuestión es la permanencia de Izquierda Abierta dentro de IU. Lo dijo Llamazares nada más comenzar la rueda de prensa, convocada no por casualidad en la sede federal de IU: 'IAb es un partido ineludiblemente unido a IU, pero también un partido que quiere sumar y duplicar', unir fuerzas dentro de la izquierda. De hecho, sus promotores hacen gala de que el gran activo de IAb es su 'sintonía' y 'capacidad de acercamiento' al resto de fuerzas de la izquierda alternativa, la posibilidad de 'establecer una red de contactos de cordialidad y confianza' con otras formaciones. Enseguida salió el nombre de Equo, que en las generales rehusó concurrir con IU pero que ahora sí se adherido a una coalición progresista en Galicia. En el ánimo de los gasparistas no está la fusión: 'No planteamos que nadie deje sus siglas –declaró Muñoz–, la izquierda es muy plural y es bueno que así sea. No pretendemos absorber ni que nadie nos absorba. La pluralidad no debe generar distancias, sino acercamientos, respetando la autonomía de cada uno. Hay que buscar mecanismos para sumar fuerzas'. La misma regla es aplicable al 15-M, que 'ha puesto en evidencia que el rey está desnudo', que hay graves taras democráticas, y que supone el 'germen de un amplio movimiento democrático' en el que IAb quiere integrarse, que no vampirizar. 'No aspiramos a absorber el 15-M, ni el 15-M debería entrar en una fuerza política, tiene su dinámica de funcionamiento, y nadie puede atribuirse la representación del movimiento', aseguró Muñoz. 

IAb se congratula de que sus postulados estén calando dentro de la propia IU. Sucedió en las generales, cuando se ahormó una alianza de 12 formaciones –entre ellas ICV y Chunta Aragonesista–, y está a punto de repetirse en Galicia, donde están confluyendo Equo, IU y la organización liderada por Xosé Manuel Beiras, Anova. Pero no será así previsiblemente en Euskadi. Allí no parece fácil la reconciliación de los seguidores de Javier Madrazo, que han retenido la marca Ezker Batua y están fuera de IU, y Ezker Anitza, la formación de Mikel Arana alineada con Cayo Lara. Izquierda Abierta aplaude la conformación de una Syriza gallega, pero cree un 'error' que no cuaje la alianza entre antiguos compañeros. 'No podemos estar pendientes de opiniones personales', señaló Muñoz, aludiendo a que lo que separa a Ezker Batua y Ezker Anitza son, sobre todo, enemistades personales, no divisiones ideológicas, y por tanto deben superarse para asentar un 'quinto espacio' en el País Vasco, diferente al cuadrado que forman los nacionalistas, los socialistas, los conservadores y la izquierda abertzale. 

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