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La Audiencia ordena cien detenciones en la mayor operación contra las mafias chinas

El actor porno Nacho Vidal y un concejal socialista de Fuenlabrada (Madrid), entre los arrestados. La investigación, dirigida por el juez Fernando Andreu, es la más importante desarrollada por la Audiencia Nacional contra las redes chi

PÚBLICO / AGENCIAS

La Policía Nacional mantiene abierta una amplia operación contra las mafias chinas en España por delitos de blanqueo capitales en varias comunidades autónomas. La operación emperador, dirigida por el juez Fernando Andreu, es la mayor operación de la historia de la Audiencia Nacional contra el blanqueo de capitales, según fuentes jurídicas consultadas por Público.

El juez Andreu ha cursado 108 órdenes de detención y ha ordenado 120 registros, la mitad de ellos en Madrid, y en concreto, muchos de ellos en el polígono Cobo Calleja (Fuenlabrada), que era el centro de mando de las mafias. De momento, la Policía ha informado de que ya se han practicado almenos 74 detenciones, y se han embargado 202 vehículos, se ha incautado un gran cantidad de dinero y se han practicado decenas de registros en viviendas y naves. La mayoría de los detenidos son ciudadanos chinos, pero también hay españoles y personas de otras nacionalidades.

Entre los detenidos figura el  actor porno Nacho Vidal, pues se sospecha que a través de su productora presuntamente ayudaba a hacer facturas y a blanquear dinero a los miembros detenidos en este macrooperativo, según han informado fuentes jurídicas. El actor, cuyo nombre real es Ignacio Jordá González, fue detenido en Barcelona, junto con su hermana, María José Jordá.

En la Comunidad de Madrid ha sido detenido el concejal socialista José Borrás, responsable del Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Fuenlabrada, localidad en la que se ubica uno de los escenarios de la operación, el polígono industrial Cobo Calleja, el mayor centro comercial de empresarios chinos de toda Europa. Aunque todavía no se conoce la implicación del edil en esta trama, el secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, ha afirmado que si se confirman los hechos que se le imputan, el partido dará una respuesta 'contundente', incluida la suspensión cautelar de militancia y la petición del acta de concejal.

También ha sido detenido el supuesto cabecilla de toda la organización, el empresario chino Gao Ping, arrestado en un chalé de Somosaguas, en Madrid, registrado junto con otra vivienda similar ubicada en Getafe. Propietario de una galería cercana al Museo Reina Sofía, es precisamente el dueño de varias naves del Cobo Calleja, desde donde se distribuían productos llegados de China, como bisutería y bolsos que se ponían a la venta hasta en 110 puntos distintos de España y Europa.

La operación, según fuentes policiales, sigue abierta y se desarrolla en varios provincias, entre ellas Madrid, Barcelona, Zamora, Málaga, San Sebastián y Valencia con la participación de más de 300 agentes de diversas unidades, entre ellas la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO), así como la Agencia Tributaria (en concreto, el Servicio de Vigilancia Aduanera). En esta operación se investiga fundamentalmente blanqueo de capitales y fraude fiscal cometido por personas posiblemente relacionadas con las mafias chinas, sin descartarse otros delitos como extorsión e incluso prostitución.

La investigación comenzó hace dos años, cuando abrió diligencias la Fiscalía Anticorrupción centradas fundamentalmente en el polígono Cobo Calleja, donde se descubrió la llegada de contenedores de China con los típicos productos de 'todo a cien'. Ese fue el origen de la investigación del delito fiscal, contrabando y blanqueo de capitales, ya que una parte de esa mercancía no era declarada a Hacienda, según fuentes jurídicas. Posteriormente, los detenidos blanqueaban el dinero negro generado a través de dos modus operandi: uno 'más burdo', que consistía en sacar el dinero en bolsas que transportaban en coches o trenes hasta China, y un segundo método, en el que un grupo de españoles e israelíes lo blanqueaban en paraísos fiscales en sociedades tapadera.

Todo el dinero blanqueado se invirtió en karaokes, restaurantes; aunque también se destinaba a la prostitución o a la extorsión, según las fuentes judiciales consultadas por Público. El núcleo duro de esta organización de blanqueo lo integraban 15 personas. 

El polígono Cobo Calleja, situado en la localidad madrileña de Fuenlabrada, en el que se centra la denominada operación Emperador contra el blanqueo de capitales y el fraude fiscal relacionados con las mafias chinas, es el mayor centro comercial de empresarios chinos de toda Europa. Este enorme polígono industrial situado a unos 12 kilómetros del centro de Madrid ocupa 1,65 millones de metros cuadrados de superficie y cuenta con unas 1.200 naves, de los que el llamado China Town madrileño ocupa 40.000 metros cuadrados y el 40% de las naves. Allí trabajan alrededor de 3.000 personas, el 60% españoles y el resto orientales. El polígono fue construido por el empresario y constructor de Ponferrada (León) Manuel Cobo Calleja, fallecido en el 2008 y padre de Manuel Cobo Vega, vicealcalde de Madrid con Alberto Ruiz-Gallardón entre 2003 y 2011 y actual coordinador de gestión de Ifema.

Los trabajadores del polígono industrial Cobo Callejase preguntaban a menudo cómo era posible ver deportivos Ferrari, Porsche o Chevrolet Corvette a las puertas de las naves de productos chinos y tras la operación Emperador, creen tener clara la respuesta. Donde muchas veces había vehículos de alta gama, este martes se veían los furgones policiales y coches patrulla de la Policía Nacional que han participado en la operación coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu contra el blanqueo de capitales y el delito fiscal relacionados con las mafias chinas.

Los empleados chinos de estos y otros comercios de la zona han asegurado no tener relación con ninguno de los supuestamente implicados, pero sí han criticado que la policía llegase de madrugada y rompiese cristales y cierres de puertas para entrar. Los trabajadores españoles del polígono, que han visto cómo poco a poco se instalaban más y más comercios orientales donde antes había pequeñas industrias locales, estaban más dispuestos a hablar que sus compañeros chinos aunque no tenían demasiada información porque la relación entre ambas comunidades es fría.

Al lado de un comercio chino de la calle Villablino dedicado a la venta de artículos de 'todo a 1 euro', un trabajador español del polígono ha dicho a Efe que ya le parecía 'sospechoso' que hubiera por allí 'demasiados coches de alta gama'. 'Nos parecía raro y ahora, con esto del blanqueo de capitales, no nos ha extrañado', ha apuntado.

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