Los socialistas catalanes no creen que Artur Mas tenga un plan de futuro. Les parece que el presidente de la Generalitat no sabe a dónde va y que se ha metido en una aventura peligrosa, no sólo para su partido y su coalición, sino para el conjunto de la sociedad catalana.

Reconocen que Catalunya vive en un momento álgido de reivindicación de su singularidad nacional, pero creen que la receta para satisfacer esta aspiración se encuentra en el federalismo.

Insisten en esa idea últimamente y desde otras formaciones se les ha reprochado que hayan levantado la bandera federal con retraso. Su candidato a la presidencia de la Generalitat, Pere Navarro, se ha esforzado en explicar, rodeado de militantes históricos, que el federalismo ha estado presente en sus textos y congresos desde la fundación del partido y que ahora esa idea la concretan con una propuesta de reforma de la Constitución.

El actual líder del PSC afirma que hay que rechazar por un igual tanto los proyectos de recentralización que ha puesto en marcha el PP como los estropicios rupturistas. 'Rechazamos el inmovilismo y rechazamos la frivolidad', ha dicho Pere Navarro ante algunos centenares de socialistas de la vieja guardia.

'Si las instituciones catalanas piden un referéndum sobre la independencia, debería celebrarse sobre la base de un acuerdo con las autoridades del Estado'. Cuesta imaginar en qué lugar encontrarán interlocutores para negociar ese trato, pero tienen claro que 'Catalunya no se merece un gobierno que trabaje al margen de la ley'.

Navarro ha intervenido arropado por tres dirigentes históricos, Raimon Obiols, Isidre Molas y el expresidente de la Generalitat José Montilla, que han celebrado el resurgir de las ideas federales en las tomas de posición de un buen número de personalidades. 'Más vale tarde que nunca', ha dicho Montilla, poco antes de advertir que Pere Navarro está haciendo campaña en un contexto difícil y de prometerle que el partido estará con él antes y después de las elecciones.

El exprimer secretario, Raimon Obiols, ha dicho que, en contra de lo que mucha gente cree, 'el plan de Artur Mas no existe'. Ha recordado que él mismo dijo que 'avanzábamos en un terreno desconocido' y habló de un posible 'choque de trenes'.