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Manuel González, presidente del comité de empresa de 'El País': "Cebrián se ha burlado de nosotros"

El presidente del comité de empresa de 'El País', Manuel González, analiza para 'Público' el Expediente de regulación de empleo llevado a cabo por el diario y advierte de que los trabajadores interpondr

ALEJANDRO TORRÚS

Durante la mañana del lunes El País entregó la carta de despido a 129 trabajadores en dos notarías de Madrid. Al acto no acudieron ni representantes de la dirección del periódico ni de recursos humanos. La única persona ligada a Prisa que hizo acto de presencia fue una directora financiera del grupo a quien el comité de empresa tacha como la “responsable” de los términos del Expediente de regulación. Una despedida fría y dolorosa que cierra un mes de negociaciones, huelgas y protestas. Sin embargo, Manuel González, presidente del comité de empresa, advierte de que la lucha de los trabajadores no ha terminado. Los despedidos y el comité ya han iniciado los trámites para interponer una demanda colectiva ante los tribunales para el Expediente de regulación de empleo sea declarado nulo.  

Una vez hecho efectivos los despidos por parte de la empresa. ¿Qué medidas legales van a llevar los 129 trabajadores despedidos?

Esta misma tarde [por la tarde del martes], los afectados y el comité de empresa vamos a mantener una primera reunión con los abogados para que nos aclaren el proceso a seguir para interponer una demanda colectiva. Entendemos que hay bastantes razones para impugnar el ERE. La primera, entendemos que aunque el ERE cumple la letra de la norma en cuanto que el diario prevé tres trimestres consecutivos de pérdida de ingresos, vulnera el espíritu de la misma. Es decir, la razón última de un ERE es garantizar la supervivencia de una empresa. Este no es el caso de El País. El periódico tuvo beneficios durante el primer semestre y es cierto que han llegado pérdidas en el tercer, pero es que en agosto siempre las ha habido. Creemos que el periódico cerrará el año con equilibrio presupuestario.

Además, nuestro convenio colectivo establece, en una disposición adicional, que antes de emprender cualquier tipo de proceso de destrucción de empleo, la empresa debe abrir con carácter previo un periodo de negociación de medidas alternativas para evitar despidos. Este comité lleva desde abril proponiendo a la empresa que si había problemas económicos teníamos la disposición de buscar rebajas salariales ya sea vía ERTE o vía permisos sin sueldo. La empresa ha rechazado estas propuestas en todo momento y al final ha llegado con un ERE salvaje que responde a una proyección de un tipo de empresa que se creó en 2010 en Nueva York cuando el fondo de inversión Liberty entró en el accionariado.

'Los 129 despidos son una herida que no se le va a perdonar al director' En tercer lugar, hay un acuerdo entre Prisa y los sindicatos firmado hace apenas un año y medio en el que se establecía que en caso de ERE la empresa debía cumplir unas determinadas condiciones de indemnización que son 45 días por año trabajado, que es lo que no quieren cumplir.

¿Usted cree que la decisión estaba tomada desde entonces? ¿Desde el 2010?

La empresa presentó un planning en la bolsa de Nueva York en 2010 cuando entró Liberty. En él se decía que debían salir 390 personas de Prisa. Los despedidos de El País forman parte de esas 390 personas.

¿Y el resto?

Han salidos de Prisa revistas, del diario económico Cinco días y aún vendrán más.

También se ha hablado estos días de que los trabajadores presentarán demandas individuales. ¿Qué puede avanzar al respecto?

Las demandas individuales se iniciarán una vez que el comité de empresa interponga una demanda colectiva contra el ERE en el que se pedirá la nulidad del ERE, primero, y si no es posible que reclamaremos que los despidos se califiquen como improcedentes. Además, entendemos que la inmensa mayoría de la gente tiene razones para interponer demandas individuales. Algunos porque no se le ha computado la antigüedad real en el puesto de trabajo porque han estado con contratos de colaboración o sin contratos y creemos que se le debe computar este tiempo. Pero, sobre todo, porque entendemos que las razones que se esgrimen en las cartas de despido no se ajustan a los criterios con los que la empresa pretende justificar el ERE.

¿Puede ejemplificar este último punto?

Es el caso de Ramón Lobo. Su carta de despido le viene a decir que su despido viene causado por el descenso de páginas en el periódico, por las sinergias entre el periódico y la web y porque no reúne el perfil tecnológico para la web. Pues bien, Ramón Lobo lleva dos años trabajando sólo para la web. Además, su tarea era realizar la revista de prensa internacional, que sólo se publica en la web y que le ha obligado a levantarse a las 2 o 3 de la mañana para que a las 8.00 horas esté todos los días online. Es una burla.

Entonces, ¿a qué criterios cree que responde la elección de los trabajadores despedidos?

'Los despidos están planificados desde 2010 cuando entró Liberty'

A dos criterios. Primero, había que cubrir un número de bajas impuesto por los inversores norteamericanos y, por eso, la negociación para bajar la cifra de afectados ha resultado imposible. Segundo, creemos que la elección del personal despedido en Madrid ha sido por criterios de animadversión. En las delegaciones los despidos responden a una reducción brutal de la paginación y desconozco casos individuales. Pero en Madrid, en los casos de Santiago Carcal, Ramón Lobo o Eleonora Giovio, entre otros muchos, el único criterio ha sido la animadversión. 

Durante sus protestas y movilizaciones el blanco de sus críticas ha sido Juan Luis Cebrián. ¿Creen que es responsable de este ERE?

Entendemos que un señor que cobra 13 millones de euros no puedo despedir a un tercio de la plantilla de El País alegando razones exotéricas cuando esta plantilla supone menos dinero del que él cobra. Me parece que se ha burlado de nosotros. Además, este periódico lleva 30 años generando beneficios con los que el señor Cebrián ha hecho operaciones tan brillantes como Inicia, el intento de portal de internet tipo Terra que fue un pozo sin fondo en el que meter dinero, el Globo, Radio El País u otros ejemplos como Localia, Prisacom, etc. O la última genialidad que tuvo. La OPA de Sogecable en 2007 donde la deuda del grupo pasó de 2.000 millones a 4.000. O la otra OPA a Mediacapital de  Portugal. En estas dos operaciones financieras el grupo se metió en una dinámica de endeudamiento que le dejaba al servicio de los bancos.

Tras un mes de negociaciones, el comité consiguió bajar mínimamente el número de despedidos y aumentar las indemnizaciones. Sin embargo, la asamblea de trabajadores rechazó por una amplia mayoría la última oferta de la empresa . ¿Por qué se rechazó?

Creo por muchos motivos. Algunos se expresaron en la asamblea y otros creo que no. El comité fue a esa asamblea y no se pronunció ni a favor ni en contra. Hicimos una exposición puramente técnica de la propuesta de la empresa y dijimos que trasladaríamos a la empresa lo que la asamblea decidiese. Nosotros [el comité] creíamos que la propuesta de la empresa era mala, pero entendíamos también que estamos en una situación muy jodida y que los trabajadores que iban a ser despedidos debían tener la libertad de tomar una decisión mirando los números más allá de la injusticia cometida. Para nosotros, la cuestión principal era el número de despedidos y en esto no había cambios. Se iban a producir con acuerdo o sin acuerdo, con más o con menos dinero de indemnización.

'El criterio para despedir ha sido la animadversión hacia algunos compañeros'

Por otro lado, durante la asamblea se defendía que era una propuesta muy pobre porque el incremento que había entre el mínimo legal y lo que ofrecía la empresa lo ponía la plantilla de una reducción salarial muy fuerte. Pero aún así, ni siquiera creo que este fuera el motivo del rechazo de la asamblea. Creo que se votó que no porque la propuesta parecía una burla. Había un componente que los trabajadores no iban a tolerar y es que las condiciones estuviesen por debajo de lo pactado por El Mundo, donde fueron 35 días de indemnización por año trabajado.

Para terminar, me gustaría que explicase  a los lectores algunos de los acontecimientos sucedidos desde que la dirección de El País anunciara el ERE y que han trascendido a la opinión pública. ¿Qué sucedió exactamente con la columna de Santos Juliá que apareció una versión diferente entre el diario en papel y el digital y se acusó al diario de censurar al columnista?

Santos Juliá escribió una columna un domingo en la que citaba a Enric González por un artículo de este en el que utilizaba la expresión de baños de oro. Además, había otra frase en la que el escritor hacía referencia a los problemas que estaba atravesando el periódico. Entonces, el subdirector de opinión José María Calvo le llamó para pedirle que quitara esa frase. Él aceptó, pero lo grave es que te llamen para que quitar algo en una columna de opinión porque le sienta mal al periódico que lo publica. Entonces, se cometió el error de que el texto de Juliá salió íntegro en la web y el comité de redacción preguntó que qué había pasado. Entonces se hizo público el problema y Santos Juliá, que parece no tener ganas de que le anden trasteando, ha decidido dejar de escribir lo que me parece una gran pena.

'Hubo un enviado especial que tuvo que regresar porque se negó a firmar' Otro episodio que saltó a la luz fueron las presiones que el director, Javier Moreno, ejerció sobre los corresponsales y parte de la redacción durante la huelga de firmas.

El director, Javier Moreno, personalmente y a través de redactores jefes, amenazó a trabajadores diciéndoles que si dejaban de firmar a lo mejor no firmaban nunca más. Además a algún corresponsal lo llamaron amenazándole con quitarle la corresponsalía. También hubo un enviado especial que se tuvo que volver porque advirtió a la empresa de que no pensaba firmar. La redacción lo entendió como una cultura del capataz impropia de esta empresa. Por ello, al día siguiente en asamblea, el 70% de la redacción votó la reprobación del director y le pidió que dejase la dirección del periódico.

¿La ruptura entre la redacción y la dirección sigue siendo tal y como se votó en esa asamblea o ha habido acercamientos entre ambas partes?

Los tres días de huelga fueron secundados por el 90% de la redacción. Solo han estado trabajando el director, el director adjunto, los subdirectores, algún adjunto a la dirección, redactores jefes y tres personas más. La ruptura, como se puede comprobar, es brutal. Ahora mismo hay 129 compañeros en la calle. Es una herida que no se le va perdonar.

Hablando de los días de huelga. Hubo una especie de guerra de cifras. Ustedes hablaban de un seguimiento de más de un 90% mientras que la empresa lo cifraba en un 79%. Además, durante el primer día de huelga el diario llevaba en portada un artículo en el que parecía jactarse de haber conseguido llegar a los quioscos pese a la huelga.

Respecto a las cifras, ellos hablaban de casi un 80% porque incluyeron al departamento de informática y de marketing, que prácticamente fue a trabajar entero. Por otro lado, el artículo no es que pareciera eso. Es que era un mensaje claro a la plantilla: 'No nos hacéis falta para hacer un periódico. Lo podemos hacer nosotros solos'. Ese artículo y ese mensaje ponen de manifiesto quienes están dirigiendo ahora mismo El País

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