El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tampoco ha dado la cara este viernes tras la reunión del Consejo de Ministros y ha enviado a la rueda de prensa posterior a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, por lo que sigue sin explicar o pronunciarse sobre los papeles de Bárcenas, el caso sobre la supuesta contabilidad en dinero negro en la que el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, habría anotado los pagos de sobresueldos a dirigentes conservadores.

La trama atañe al propio Rajoy, ya que entre los asientos contables de Bárcenas figuran pagos anuales al líder de los conservadores por un valor de 25.200 euros. En esos documentos, publicados el pasado jueves por el diario El País, se muestran asimismo las supuestas donaciones de empresarios y empresas que habrían violado la ley de financiación de los partidos.

El presidente convocó ayer a la cúpula del Partido Popular en un Comité Nacional Ejecutivo de urgencia tras las informaciones. Según Sáenz de Santamaría, 'los ciudadanos podrán ver su comparecencia', pero no ha explicado en qué manera ni si Rajoy se someterá a una rueda de prensa y, por tanto, a las preguntas de los medios.

Ayer, tras conocerse la publicación de los supuestos documentos, tomó la palabra la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quenegó la contabilidad B y dudo de la veracidad de la información pese a que varios altos cargos como el presidente del Senado, Pío García Escudero, se hubieran reconocido en ellos.

Su última aparición pública se produjo el pasado miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados. Rajoy hizo una intervención de siete minutos en la que evitó a toda costa pronunciar el apellido del extesorero del PP, imputado en la trama Gürtel y titular de varias cuentas en Suiza que llegaron a albergar 22,1 millones de euros.

Rajoy viajará a Alemania el lunes, donde se reunirá con la canciller Angela Merkel. Es muy previsible que, pese a la repercusión internacional que está teniendo el presunto escándalo de corrupción en su partido y las consecuencias de perdida de credibilidad del Gobierno que él mismo preside, tampoco diga nada.