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García Rubio: "Aquí hay mucho neoliberal que sin la ayuda del Estado se habría arruinado ya"

Entrevista con el secretario de Economía y Empleo de Izquierda Unida, De su departamento salió la semana pasada el plan de la federación que lidera Cayo Lara para crear 3,4 millones de puestos d etrabajo en tres años

DANIEL DEL PINO

Asegura que tiene un plan para crear 3,4 millones de empleos en tres años. Justo los que prometió el PP que iba a crear cuando desalojara a Zapatero de la Moncloa. Y aunque haya quien lo pueda pensar, ni se le ha caído un tornillo ni tiene un pacto con la virgen del Rocío mejor que el que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, dice tener.

José Antonio García Rubio (Ciudad Real, 1948) lo que tiene son las ideas claras y la seguridad de que con una fiscalidad más justa y una lucha comprometida contra el fraude fiscal podrían mejorar mucho las cosas. Eso sí, dándole una repaso primero a Europa. El secretario de Política y Trabajo de Izquierda Unida lo tiene todo escrito en la estrategia para reactivar la economía y crear empleo (consúltalo en PDF) que Cayo Lara le presentó la pasada semana a Mariano Rajoy en el Congreso. Así ve él la situación actual.

¿Leyó el documento que le entregó Mariano Rajoy a Cayo Lara en el Congreso cuando éste le presentó el plan de empleo de Izquierda Unida?

No, no lo hemos leído porque es conocido. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del día 26 de abril lo explicaron con gran amplitud. En todo caso, nuestra estructura es muy semejante a la de su Programa de Estabilidad, tiene nueve ejes y 23 propuestas. La diferencia es que entre las del Gobierno, que se refiera al empleo, sólo hay una auditoría para ver los efectos de la reforma laboral y en las nuestras está todo relacionado con la creación de empleo.

¿Y Rajoy, habrá leído su plan?

A veces los lee. Nos consta que cuando le presentamos en la última reunión una propuesta con varias medidas la leyó. De hecho, en alguna de las que luego aprobó, en concreto la que se refería a apoyar la rehabilitación de viviendas, se notaba que había tomado algunas notas. Eso sí, no tomó lo fundamental. Primero fue una medida muy corta en el tiempo y muy limitada desde el punto de vista económico. Y en segundo lugar, mostraba esta obsesión porque la gente cobre desgravándose impuestos. Eso impide que personas que tributan a Hacienda muy poco puedan hacer mejoras en su casa porque nunca van a tener beneficios.

El presidente insiste en que estamos mejor, que vamos bien, pero que no nos hemos enterado. Y sin embargo, Bruselas le sigue pidiendo más. ¿Se romperá la cuerda en algún momento?

Yo creo que Bruselas es insaciable en cuanto a las medidas de austeridad. Y lo cierto es que un día muestra una cierta voluntad de rectificar y a la semana siguiente la idea de que hay que hacer estímulos a la economía productiva vuelve a desaparecer. Ahora nos viene una nueva oleada de austericidio. En nuestro caso se está centrando en acabar con la legislación laboral y con los derechos de los trabajadores a través de la austeridad. La Comisión Europea quiere abaratar los costes salariales hasta un 20% como una medida única de devaluación interna cuando hay dificultades y empuja en esa dirección. Yo creo que el Gobierno debería ser mucho más severo en su oposición y hay que dejarle claro a la UE una cosa, que si la economía de España va mal, la economía de la UE va a ir mal. Hay que jugar más con el arma de que la cuarta potencia económica europea no puede entrar en dificultades porque peligra todo el proceso de construcción europea.

Al menos parece que por el momento todo el mundo está de acuerdo en que el contrato único del que hablaba a principios de semana el comisario de Empleo, László Ándor, no se debe adoptar. ¿En qué consiste ese contrato?

El contrato único no es ajeno a lo que han venido reivindicando los sindicatos en nuestro país. Formalmente, un contrato único para todos los trabajadores sería una medida positiva. Eso sí, un contrato único en las condiciones que quiere Bruselas y que quiere el Gobierno español no lo es. Porque de lo que se trata no es de incorporar al contrato único las condiciones del contrato indefinido, como apoyarían los sindicatos, sino de incorporar al contrato único las condiciones de los contratos basura temporales.

'Hay que jugar más con el arma de que la cuarta potencia económica europea no puede entrar en dificultades porque peligra todo el proceso de construcción europea'¿Después de la reunión con los sindicatos del jueves, cree que hay posibilidad de un pacto o de acuerdos puntuales para recuperar la economía?

Desde el punto de vista de lo que Rajoy denomina su política de reformas no hay esperanza. Yo creo que no hay ninguna posibilidad ni de pacto de Estado, ni de pacto de rentas porque ambas cosas se han hecho ya y no han funcionado. El pacto de Estado que significa la reforma de la Constitución española es el más global y el más fuerte de todos los que se han hecho en los últimos 30 años y no ha funcionado. El pacto de rentas que ofrecieron los sindicatos a la patronal española está vigente y los empresarios españoles, que están ganando más y más rápidamente que los empresarios del resto de la UE y no invierten para crear empleo. Por tanto por ese camino no hay salida. Nosotros pensamos que la filosofía de la recuperación se confunde. Mientras no crezca la demanda interna y mientras no crezca la inversión, ya se puede ayudar todo lo que se quiera a una empresa a contratar a un trabajador, que él y el empresario tendrán que dedicar las tardes a jugar a los dados porque no habrá nada que fabricar ya que no se vende nada. Tiene que aumentar el consumo, tiene que aumentar la inversión y de forma natural aumentará el empleo.

Ustedes dicen que se pueden crear 3,4 millones de puestos de trabajo en tres años ¿No le parece demasiado fuerte dar una cifra así con la que está cayendo?

Siempre es arriesgado dar una cifra y nosotros no la damos como un compromiso. Ojalá gobernáramos, entonces sí que daríamos una cifra comprometida. Lo planteamos como un objetivo que tiene además dos patas: el empleo que se puede crear y el empleo que puede aflorar una vez que la economía sumergida salga a la superficie. Por otro lado, no es tan difícil por dos razones. Primero, porque significaría alcanzar la media de paro de la UE. Segundo, porque en España, si se hace la reforma fiscal necesaria, si se combate el fraude fiscal con eficacia en lugar de hacer amnistías fiscales y se hace aflorar la economía sumergida, hay recursos más que suficientes para generar ese empleo. No es una medida ultrarrevolucionaria, es que en un país que es la cuarta potencia europea, como decía antes,  lo que resulta sorprendente y difícil de explicar son nuestras cifras de paro.

Gran parte de su plan de recuperación del empleo pasa por regenerar el sector público, la rehabilitación de inmuebles y lo que denominan empleos verdes, ¿me explica un poco más? ¿En qué se basan para dar esas cifras?

En empleos verdes, por ejemplo, hemos seguido los estudios que han hecho los colegios profesionales del sector. España necesita o tiene capacidad para una reforestación masiva y para generar toda la explotación del bosque y todas las posibilidades industriales de aprovechamiento de esa explotación. Empezando por el hecho, por ejemplo, de que este verano vamos a tener muchos incendios forestales porque el bosque no se cuida y como consecuencia de lo que ha llovido y de cómo ha crecido la vegetación este invierno. Pero también hay medidas de ámbito estratégico. Nuestro país está forestalmente despoblado y en las zonas donde antes se cultivaba y ahora no se cultiva como consecuencia de la imposición de la PAC se pueden plantar muchos árboles y hacer una explotación seria de esos recursos.

También hay empleo en la mejora del servicio público. El número de trabajadores destinados a los servicios públicos es un 40% inferior al del resto de la UE. Hemos hecho grandes infraestructuras como el AVE pero pocas infraestructuras de proximidad. Los pueblos españoles parecen que están a medio acabar, las redes del tendido eléctrico de alta tensión están al aire libre cuando podrían estar soterradas, la Unión Europea nos va a sancionar por el tratamiento tan deficiente de las aguas residuales... Hay infinidad de campos donde se puede crear mucho empleo.

Y luego, creemos que hay que hacer una política de estímulo del consumo interior muy fuerte que permita que nuevos sectores productivos asentados en la pequeña y mediana empresa y en los autónomos, que son los que crean empleo, puedan desarrollarse.

¿Emprendedores?

Nosotros somos muy críticos con la política de emprendedores que está haciendo el Gobierno, que usa una denominación muy marketiniana y que ha sido inventada por la derecha para dar la sensación de que un emprendedor es un hombre o una mujer con iniciativa, con capacidad, que no es un empresario, porque los empresarios están mal vistos a veces en España...

En realidad, lo que se está haciendo con estos emprendedores es un engaño. En las épocas de bonanza, de cada cinco empresas que se empezaban, a los cinco años tres habían muerto. En la época de crisis, el número es más alto. Y el porqué está estudiado: no hay ayuda financiera, no hay plan de negocio, el tamaño con que se empieza es muy pequeño... Eso el Gobierno no se lo explica al supuesto emprendedor y a los tres o cuatro años, cuando fracasa, ha metido todo el dinero que tenía, el de su familia y el de algunos amigos, y el único que acaba cobrando es el banco y el dueño del local donde montó el negocio. Es una política poco favorecedora del empleo y que, en última instancia, al ocultar esos datos elementales, es una cierta estafa a los llamados emprendedores.

'Hay que hacer una política de estímulo del consumo interior muy fuerte que permita que nuevos sectores productivos' ¿Estamos convirtiéndonos en el Bangladesh del futuro?

Yo creo que hay un intento de que eso ocurra. Alguna vez he dicho que algunos grandes empresarios españoles pretenden pagar salarios de Marruecos y tener beneficios de Alemania. Ese es su ideal pero no se puede permitir.

Hemos creado un modelo donde la ayuda al desarrollo y la investigación es cero o un poquito más que cero, donde la cultura empresarial es manifiestamente mejorable, donde rige la cultura del sostente mientras cobres, que está basado en la especulación inmobiliaria, donde hemos preferido pagar a Mauritania derechos de emisión de contaminantes a la atmósfera en lugar de desarrollar una tecnología más verde, donde hemos alimentado la corrupción a todos los niveles,  porque que hay políticos corruptos, pero detrás de cada político que se ha corrompido hay alguien que ha hecho de corruptor...  

Es esa competitividad, que es una palabra cargada de ideología y que tiene poco que ver con la realidad económica porque siempre se traduce en competitividad vía precio en el que lo único que no se pueden cambiar son los beneficios de la empresa mientras todo lo demás, empezando por los salarios de los trabajadores y continuando con las medidas de protección del medio ambiente, lo que hay que conseguir cambiar.

La columna vertebral de su estrategia es el sistema de financiación, que pasaría por implantar una fiscalidad más justa ¿Qué pasos en términos de fiscalidad serían imprescindibles?

Planteamos una reforma fiscal que recoja los elementos fundamentales contenidos en la Constitución, es decir, progresividad y justicia, así como suficiencia para cubrir las necesidades. La contribución fiscal en España en estos momentos está siete u ocho puntos por debajo de la media europea, por lo tanto, hay una diferencia importante. No se puede decir que en España se pagan muchos impuestos, lo que ocurre es que no hace falta elevarlos y sí que los paguen quienes tienen que pagarlo.

Según el sindicato de técnicos de Hacienda Gesta hay 80.000 millones de euros de fraude anuales, es decir, ocho puntos del PIB. De ellos, aproximadamente el 60% procede de las grandes empresas y las grandes familias. Ahí hay una vía para aumentar los ingresos del Estado a la que sólo le falta voluntad política para intervenir. No se pueden hacer amnistías fiscales, sino que hay que perseguir el fraude.

Por ejemplo, el de las empresas del IBEX, ¿cómo se obliga a los empresarios más ricos a dejar de tributar en paraísos fiscales? ¿Cómo se ha llegado a una situación en la que el 94% de esas compañías elude tributar en España?

El capitalismo español es un capitalismo desde el punto de vista fiscal muy primitivo, que no entiende las ventajas que tendría para su propio desarrollo un mercado interno más poderoso. Es complicado hacérselo entender y además no lo suelen estudiar en las escuelas de negocio. Pero en este tema en concreto estamos en el punto de vista de la aplicación de la Ley, y en otros países, burlar a la Ley en los temas fiscales, está severamente castigado. Por ejemplo, Al Capone fue detenido por fraude fiscal y no por sus asesinatos.

Después, hay mecanismos fiscales necesarios para no dejar tantos agujeros, porque en muchas ocasiones la evasión no es ilegal, bordea la Ley aprovechándose de ella. Obviamente, eso hay que corregirlo cambiando la normativa y fortaleciendo las inspecciones de Hacienda. En otros países se hace una cosa muy sencillita que se llama retención en la fuente. Esto implica que, antes de hacer la declaración, allí donde ha hecho los beneficios la empresa se le aplica una retención. Y luego, pues se ajustan las cuentas.

¿Cuánto dinero invertiría en fortalecer la Agencia Tributaria?

Nuestra Agencia es una de las mas débiles en recursos humanos y legales de la UE pero con doblar el numero de inspectores que ahora se dedican a vigilar el fraude y, sobre todo, los que se dedican a empresas de cierto tamaño, bastaría. Todos sabemos que Hacienda es muy eficaz cruzando datos cuando un pequeño comerciante ha liquidado en el IVA cinco euros de menos, y no lo es tanto cuando se trata de las grandes empresas de las que, además, conoce todos los datos. Llegar al fraude cero es casi imposible pero con reducirlo a la mitad las cosas cambiarían considerablemente.

¿Y qué me dice de la economía sumergida? Hay muchas familias que aún sobreviven gracias a las chapucillas o trabajando sin contrato...

No hay que tomar como referencia las chapuzas. Hay mucha economía en negro que no son chapuzas sino cosas de mayor importancia. Cuando proponemos ayudas a la rehabilitación de viviendas, obviamente no hay ayuda sin un proyecto y un contrato con el empresario que va a hacer la obra. Ese tipo de políticas significaría aflorar inmediatamente muchísimas empresas. La economía sumergida es negativa para muchos empresarios. Si uno no liquida el IVA, por ejemplo, esta en ventaja con el que cumple con sus obligaciones fiscales y le está hundiendo el negocio. Permitir la economía sumergida es incentivar que más empresas se sumerjan y acabar con una competencia legal de la que podrían salir beneficiados empresarios, consumidores y trabajadores.

'No se puede decir que en España se pagan muchos impuestos, lo que  hace falta es que los paguen quienes tienen que pagarlos' Otra de sus propuestas es el reparto del trabajo con la jornada de 35 horas. ¿Cómo me asegura que no bajarían los salarios? ¿A largo plazo reducir la jornada laboral sería viable?

Se parte de la base de que disminuir la jornada de trabajo, a parte de ser una aspiración histórica de los trabajadores que permitiría mejorar las condiciones de vida y conciliar la vida profesional y la familiar, tiene consecuencias ventajosas sobre la economía. La primera es que hoy permitiría que hubiera más empleo, la segunda es que mejoraría la productividad marginal del trabajo. No es lo mismo lo que se produce en la hora laboral 44 que en la 34. Por tanto, la productividad aumentaría. Y en definitiva significaría una mejora de las condiciones de vida de la población. Se ha experimentado en otros países como en Francia. Proponemos algo similar en España manteniendo los salarios pero lógicamente también ayudando durante un periodo transitorio a las Pymes que creen nuevos puestos de trabajo.

En esto hay que recordar algo importante: el esfuerzo público. Por cada mil euros que se invierten en un contrato, de manera inmediata vuelven al Estado unos 580 euros en IRPF y Seguridad Social a partir del siguiente mes. A eso se le añade lo que retorna por IVA y otros impuestos. Es decir, que lo que hay que invertir no es una cantidad tan importante como a veces se piensa y sí es una cantidad que dinamiza la economía y hace que la producción aumente, que el consumo aumente y que las empresas puedan vivir.

Si es tan sencillo como lo pinta ¿por qué no lo está haciendo el Gobierno?

Porque sólo se preocupa de los intereses de las grandes empresas y de los bancos. Y a ellos no les interesan ni les preocupan estas cosas de las que estamos hablando, sólo les preocupa aumentar la tasa de beneficio de su negocio y punto. Eso, y que la legislación que favorece los derechos de los trabajadores sea lo más ligera posible, que la que protege el medio ambiente sea lo más ligera posible y que se pueda beneficiar del propio poder del Estado.

Por ejemplo, cuando hablamos de la marca España, sólo les interesa el Estado como el ente que va financiando y abriendo el camino en el exterior para que su producto se venda mejor. Luego se cargan la famosa Marca España fácilmente vendiendo baja calidad o prestando un servicio deplorable. En España hay muchos neoliberales que si desapareciera el Estado se arruinarían.

Vamos, que lo tienen todo calculado

No es que haya una conspiración, es más simple. Se trata de una interpretación del beneficio a corto plazo muy egoísta y con poca perspectiva. Y esto denota también muy poca preparación por parte de nuestro sector empresarial. Hay excepciones, como es lógico, pero también hay casos que dan la risa... no voy a citar ninguno porque ya tiene bastante el hombre estando en la cárcel... Aquí, en cuanto una cosa funciona bien se vende para sacar la pasta y a otra cosa mariposa.

'Nosotros pensábamos que los capitalistas españoles habían aprendido la lección y resulta que no' Y este modelo empresarial explica por qué la crisis es mucho mas grave aquí que en otros países. Hemos tenido un modelo productivo perverso, que no es sólo que se haya centrado en la construcción, la especulación y el turismo de baja calidad. Se ha basado en muchas cosas que hay que corregir. Nosotros pensábamos que los capitalistas españoles habían aprendido la lección y resulta que no. Insisten otra vez en que hay que volver a desarrollar la política de viviendas y el turismo masivo sin tener en cuenta ni la calidad ni las condiciones. 

Ustedes, básicamente, lo que está proponiendo es otro tipo de país

Es que hay otro camino. Basta salir de España para ver que se pueden hacer otras políticas, incluso por parte de la derecha. En Francia la derecha ha gobernado hasta hace un año y ahora que el PP se preocupa tanto por la familia sólo hay que comparar la protección familiar allí y la que hay aquí. Lo más hiriente es que en nuestro país, si hubiera justicia fiscal tendríamos los recursos económicos porque no somos un país pobre. No hay que olvidar esto. En otras épocas que hemos sido más pobres construímos el Estado de bienestar, uno de los mejores sistemas de salud público del mundo... y éramos más pobres que ahora, nuestro PIB era más bajo, nuestra renta per capita era más baja... Nosotros somos una fuerza alternativa y propugnamos un cambio social y de país porque estamos en una situación en la que se demuestra que el capitalismo que ha contribuido a desarrollar nuestro país y el resto de socios europeos tiene muy pocas posibilidades de avanzar socialmente y de garantizar el bienestar de la gente.

¿Y qué hacemos con Bruselas?

Bruselas también se puede cambiar. El problema de Europa no es Europa sino el modelo con el que se ha construido. Un modelo profundamente neoliberal, en el que se ha buscado ser mas competitivos que EEUU y Asia de una manera que se ha cargado las bases de lo que había permitido que Europa fuera una potencia económica, social, cultural y política. Hoy Europa está en fase de deconstrucción por los grandes intereses que la controlan. Pero sí, se puede cambiar... cuando escucho a Rajoy decir que se niega a hacer un frente político con los países del sur contra los intereses de Alemania y otros del países del norte, que son contrarios al futuro de la UE y que sólo buscan el beneficio del capital alemán, me queda claro que es que hay un complicidad entre los intereses de la señora Merkel y los que defiende Rajoy.

Parece más sumisión que complicidad, ¿no?

Bueno, digamos que es una complicidad sumisa.

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