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Mourinho se marchará del Real Madrid a final de temporada

Florentino Pérez anuncia su rescisión de mutuo acuerdo sin ninguna crítica por la cantidad de frentes y polémicas abiertas con jugadores y prensa, la dudosa imagen del club y el cisma en el madridismo. Evita calificar de fra

EDUARDO ORTEGA

Una Copa del rey, una Liga y una Supercopa de España. Y una multimillonaria inversión de millones de euros. El madridismo dividido y la imagen del club en picado. El rendimiento de José Mourinho al frente del Real Madrid es cuanto menos cuestionable.

No para Florentino Pérez, el presidente del club, que en la tarde de este lunes ha dado por concluida la etapa del portugués tras el último partido de Liga, el dos de junio, cuando todavía le restaban tres años de contrato. Lo ha hecho defendiéndole a capa y espada y sin crítica alguna. Ni a los títulos, los enfrentamientos con los jugadores, con la prensa, con los propios trabajadores del club, la imagen de la institución o el cisma en la afición. Un cuento feliz, de hadas, ha dibujado Pérez, una realidad casi alternativa, muy distante de lo ocurrido estos tres años. Una historia que sólo se entiende porque asumió desde el primer segundo el discurso del luso. El discurso de trincheras, siempre a la defensiva y crítico.

Los tres títulos del equipo, que ha finalizado sin ninguno de los grandes trofeos tras la derrota ante el Atlético el pasado viernes, son bien considerados por un presidente que despidió a Vicente del Bosque cuando en el mismo periodo de tiempo había ganado el doble, incluida una Champions League. Quizás el nivel de exigencia que pedía por entonces -allá por 2003- se ha reducido en estos diez años hasta el punto en que lo único que importaba era acabar con la hegemonía del Barça. Y ni eso: los azulgranas han logrado dos Ligas y una Champions en los tres años de Mourinho.

No ha conseguido, por tanto, ninguno de sus cometidos. Sin embargo, Florentino entiende que en la actualidad 'hoy está el Madrid en el lugar que le corresponde'. Y también entiende que ha dado un salto cualitativo y deportivo. Se ha identificado tanto con el luso que ha usado casi los mismos términos que el técnico el pasado viernes: el éxito por los tres años seguidos en semifinales de la Champions. Y que si el Madrid no ha ganado la Décima, tras once años sin hacerlo, es por 'mala suerte'. 'Las primeras semifinales contra el Barça..., los penaltis del Bayern...', se ha excusado.

No ha rozado ni de pasada -preguntado por ello- los enfrentamientos públicos y en secreto entre el técnico y casi la totalidad del resto de la plantilla, la guerra que ha dinamitado el vestuario, con Casillas como principal exponente y que empezó cuando se le permitió todo con Pedro León. Y cuando se le dejó hacer y deshacer a su antojo y acabó echando a Valdano tras un pulso al propio presidente. Tampoco ha tocado los habituales rifirrafes con la prensa, a la que en realidad ha culpado de todo. Como ha venido haciendo Mourinho desde el principio.

Ni la mala imagen que ha exportado en estos años el Madrid por culpa de Mourinho y sus rabietas existen para el presidente blanco, que ha destacado la 'gran estabilidad institucional' en la que se encuentra el club tras el huracán del portugués. Asimismo, la historia feliz para Florentino no incluye la más que evidente división creada por el luso en la afición, que tuvo su punto más álgido cuando en los minutos previos al derbi liguero en el Bernabéu ante el Atlético salió desafiante para que quien quisiera le pitara. 'El madridismo está más unido que nunca', se ha atrevido a pronunciar.

'La palabra fracaso no se corresponde con la realidad'

También el plantón al rey tras la final de Copa ha hallado justificación en que 'estaban expulsados'. Todas las polémicas y rajadas -'ha podido equivocarse alguna vez, pero ha pedido perdón', ha indicado- las ha disculpado el presidente por el 'alto nivel de presión' -incluso 'con insultos y descalificaciones'-, al que entiende que ha sido sometido el técnico. En la reunión que han mantenido esta mañana le ha trasladado que 'en España un partido dura los siete días y las 24 horas y eso no es normal'. Sólo ha habido un punto en el que no ha hecho suyo el discurso del luso, que admitió que esta temporada había sido un 'fracaso'. Un extremo que ha negado el mandatario blanco, que lo máximo que ha llegado a asumir es que el bagaje de esta temporada 'no ha sido suficiente' y que el término que usó Mourinho 'no se corresponde con la realidad'.

Visto todo esto, Florentino ha hecho un balance 'positivo'. El cuento de hadas del presidente, eso sí, no tiene final feliz, ya que ha confesado que deseaba que el portugués -cuya marcha es pactada, 'no una destitución', y no tendrá que indemnizar por tanto al club- continuara. El próximo dueño del banquillo blanco tiene ya nombres y apellidos. Pese a que que el mandatario ha afirmado que son 'varios' los candidatos, ha confesado las negociaciones para traer a Carlo Ancelotti, actual técnico del PSG. Un técnico que siempre ha estado en la lista de Pérez y de un perfil muy distinto a Mourinho.  

El otro anuncio importante que ha hecho Florentino Pérez este lunes ha sido el de que los comicios a la presidencia del Real Madrid serán el próximo 16 de junio. De momento, el actual mandatario es el único candidato y no se espera que haya más.

'He tomado la decisión de concurrir a estas elecciones cuya candidatura presentaré en los próximos días', ha confirmado, al mismo tiempo que ha considerado que 'sería saludable' que tuviera algún rival para la presidencia blanca.

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