Acabar con 'las enormes diferencias' norte-sur y 'homogeneizar el nivel de vida' del conjunto del Estado. Con ese objetivo, el PSOE decidió ayer, en el último momento, incorporar a su propuesta de reforma constitucional la creación de un fondo de solidaridad interterritorial que obligue al Estado federal por el que apuesta el principal partido de la oposición a garantizar que haya unas cotas de bienestar similares en el conjunto del país. 

El documento Hacia una estructura federal del Estado, consensuado por todos los barones socialistas, incluído el líder del PSC, Pere Navarro, durante el Consejo Territorial que se celebró ayer en Granada, contempla así atribuir esta nueva responsabilidad a la administración central. Según ha explicado a este diario el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, principal impulsor de esta propuesta durante el encuentro, se trata de que el Estado actúe frente a los desequilibrios existentes respecto al desarrollo de unas y otras comunidades autónomas. 

El Gobierno federal adquiriría así un papel similar al que ejercen hoy en día las autoridades de la UE y sus fondos de desarrollo. De esta forma, al principio de cada ejercicio, el Estado estaría obligado a elaborar un plan de convergencia que incluyera un presupuesto para las comunidades autónomas menos desarrolladas a nivel estructural, social o cultural. 

Uno de los principales objetivos de la propuesta federal del PSOE es, precisamente, garantizar la igualdad entre territorios. El documento contempla así la incorporación a la Constitución de 'un principio de garantía del Estado' que contemplaría un fondo similar al ya mencionado para ayudar a las comunidades autónomas a que protejan los derechos fundamentales referidos al bienestar: la educación, la sanidad, los servicios sociales o las pensiones.

En esa misma línea de buscar la igualdad, los socialistas pretenden acabar con el conflicto competencial y con las duplicidades entre diferentes administraciones incluyendo en la nueva Carta Magna un sólo listado con las competencias exclusivas del Estado, 'definiéndolas con tanta precisión como sea posible y considerando, en consecuencia, que todas las demás, corresponden a las comunidades autónomas'.

El nuevo modelo federal del PSOE también propone reordenar el mapa territorial de la Justicia. Se trata de una exigencia planteada por diferentes federaciones socialistas que han elaborado en los últimos meses sus respectivas propuestas para reformar la Constitución y que ya fue contemplada por el secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado mes de junio.

En concreto, el documento de los socialistas plantea que los Tribunales Superiores de Justicia (TSJ) de cada comunidad autónoma sean la última instancia judicial de todos los procesos, y no el Tribunal Supremo, como ocurría hasta ahora. Este Alto Tribunal, explican diferentes fuentes socialistas, quedaría relegado así a la función de la unificación de doctrina. No obstante, el texto del PSOE no lo especifica, y se limita a señalar que 'la relación de supuestos competenciales del Tribunal Supremo deberá ser establecida en las leyes procesales pendientes de reforma'.

Respecto al reconocimiento de los hechos diferenciales que tanto ha satisfecho al PSC, la propuesta de reforma constitucional de los socialistas añade una principal novedad respecto a las comunidades con lengua propia. El texto aconseja 'reforzar' el poder autonómico de estas comunidades 'en las políticas de ordenación, defensa y promoción de su lengua propia'. En cuanto al Estado, el PSOE quiere que asuma de forma 'plena' este 'signo de riqueza cultural y social' del país.

Lo que no concreta del todo el planteamiento de los socialistas es la configuración del nuevo Senado. Por un lado, toma como modelo el Bundesrat alemán, el órgano constitucional en el que se encuentran representados cada uno de los Länder, sus gobiernos autonómicos. Para el PSOE esta es 'una clara alternativa': suprimir el actual Senado y crear una nueva Cámara de Representación Territorial compuesta por esos Ejecutivos regionales. 

Pero por otro lado, los socialistas también mencionan otros modelos en los que la designación de los representantes se realiza en el seno del Parlamento autonómico, de manera que esté garantizada la pluralidad de los partidos de las comunidades autónomas en el Senado. Incluso consideran la posibilidad de que los senadores sean elegidos por sufragio universal en los ámbitos territoriales autonómicos.

Fuentes del PSOE reconocen que si no se ha concretado este asunto es porque ha sido el que más discrepancias ha provocado entre los 17 barones socialistas, pero insisten en que 'lo importante', la necesidad de reformar la Cámara Alta, está contenida en el texto. 

El PSOE se reafirma en la necesidad de llevar a cabo esa reforma hacia un Estado federal que deberá ser consensuada en todo caso con el partido en el Gobierno, el PP, algo a lo que no parecen estar dispuestos los conservadores con el riesgo de que el texto de los socialistas se quede en papel mojado. 'Es más que un pacto territorial, es para convivir, para respetarnos, para progresar, de cohesión social y sobre todo de igualdad', les animaba ayer Rubalcaba a Rajoy y los suyos, si bien no especificó si llevará en el corto plazo al Parlamento esa propuesta, para empezar a negociar. 

En el documento aprobado ayer, los socialistas consideran que el federalismo 'debe ser el modelo definitivo' de la organización territorial del Estado, 'como en otros muchos grandes Estados del mundo'. 'Ni el retroceso ni la ruptura son la solución que necesita España. Tampoco lo es el inmovilismo, porque hay realidades que están ahí y no se pueden ignorar', recogía ayer la Declaración de Granada (ver PDF).