El presidente del Gobierno ha asumido que debe comparecer en el Congreso para dar explicaciones sobre el aluvión de informaciones que están surgiendo por el 'caso Bárcenas'. Fuentes del Ejecutivo no han admitido abiertamente que esta comparecencia vaya a tener lugar, pero sí han asegurado que 'hay muchas fómulas' para las que Mariano Rajoy proceda a explicarse y las están estudiando, con lo que la decisión se da por tomada y falta concretar el cuándo y el cómo.

El Grupo Parlamentario Popular dará todas las respuestas el próximo miércoles (24 de julio), cuando se reúna para votar la solicitud de comparecencias. La vicepresidenta del Gobierno ha dejado en mano de los parlamentarios la decisión sobre si Rajoy debe comparecer o no, aunque, obviamente, la última palabra la tiene él, como reconocieron fuentes del Gobierno al término de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Lo que sí ha garantizado Soraya Sáenz de Santamaría es que las explicaciones que el jefe del Ejecutivo 'ha dado, da y dará' no estarán nunca 'al servicio de la estrategia procesal de nadie ni de las estrategia política de otro'.

Preguntada si se ve sustituyendo a Rajoy en caso de que éste dimitiera por la presión del 'caso Bárcenas', la portavoz del Gobierno ha subrayado que el presidente mismo ya dijo en su rueda de prensa de este lunes que 'va a cumplir su mandato' y se ha negado a hacer más especulaciones sobre potenciales 'sustitutos', ya que 'no hay necesidad de sustitución'. Sáenz de Santamaría ha recordado que 'la confianza la da el presidente a los ministros y no éstos a él' y ha garantizado que el Ejecutivo seguirá trabajando en su programa de reformas, con Mariano Rajoy 'a la cabeza', como 'verdadero impulsor' de todas las políticas gubernamentales. Los hechos decisivos, para la 'número dos' del Gobierno, son, por ejemplo, que España colocó ayer jueves un importante volumen de deuda pública y las exportaciones han constatado su mejoría.