La infanta Cristina se va a mudar a Ginebra con sus cuatro hijos para comenzar un nuevo proyecto para la Fundació la Caixa, coordinando y gestionando el área de internacional. Finalmente, y en contra de lo publicado a primera hora de esta mañana, Iñaki Urdangarin permanecerá en Barcelona al tener que afrontar el proceso judicial por el que se le imputan delitos de prevaricación, malversación, fraude y delito contra la Hacienda Pública por el supuesto desvío de casi seis millones de euros de fondos públicos en el conocido como caso Nóos.La situación, en cualquier caso, recuerda en muchos aspectos al comunicado sobre el 'cese temporal de la convivencia' que la Casa Real utilizó cuando la infanta Elena y Jaime de Marichalar se separaron.

El diario La Vanguardia aseguraba este miércoles que la pareja se mudaría junta y que el plan de los duques era instalarse en su nueva casa a finales de agosto de cara al inicio de curso. El rotativo catalán afirmaba, además, que ambos han puesto en venta la casa que poseen en el barrio barcelonés de Pedralbes. Según Europa Press, que cita fuentes cercanas a la pareja, el duque viajará ocasionalmente a Suiza a visitar a su familia.

La historia de la mudanza a Suiza de la pareja no dejaba de ser llamativa toda vez que entre las acusaciones de la Fiscalía contra Urdangarin consta el presunto cobro de 140.000 euros en una cuenta corriente domiciliada en Lausana por la búsqueda de inversores en favor de la empresa Inversiones Financieras Aguas de Valencia (AGVAL), servicios por los que inicialmente pactó percibir 125.000 euros trimestrales junto a su colaborador José María Treviño, trabajos que finalmente no fructificaron.

La infanta Cristina también se ha visto envuelta en el escándalo de corrupción y llegó a convertirse por unos días en el primer miembro de la familia real imputado. En este sentido, el juez Castro pidió su declaración por su presunta  'cooperación o necesaria complicidad' en los negocios de su marido. La hija delr ey recibió el indulto de la Audiencia de Palma de Mallorca poco después.

Aún así, la infanta volvió a ser el centro de las miradas tras el famoso caso del DNI, los 13 notarios y la venta de las 13 fincas, que acabó siendo resuelto con un tirón de orejas a Hacienda.

Lo que sí está más claro es que la infanta Cristina y Urdangarin han pasado buenos años en términos económicos. Según la Agencia Tributaria, ella pasó de cobrar 162.360 euros en 2008 en concepto de retribuciones dinerarias por rendimientos de trabajo a un total de 311.169 tan sólo un año después. Él, multiplicó por 18 sus ingresos entre 2002 y 2008.