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La empresa del proyecto Castor reconoce que los temblores son "mayores de lo esperado"

El presidente de Escal UGS, participada por ACS, asegura que con las inyecciones de gas es normal que se produzcan microseísmos de magnitud 1 ó 2

La plataforma de inyección de gas del proyecto Castor, en el delta del Ebro. EFE

EUROPA PRESS

El presidente de Escal UGS, la empresa que gestiona el proyecto de almacenamiento de gas natural frente a las costas de Castellón, Recaredo del Potro, ha reconocido que "efectivamente" este tipo de operaciones provocan "microseísmos" ya previstos por la empresa, pero que los temblores actuales son "mayores de lo esperado".

En declaraciones a la cadena Ser, ha explicado que la empresa colocó dos sismógrafos ultrasensibles para detectar microseísmos "como se producen en otros tantos cientos de instalaciones de este tipo".

Sin embargo, ha reconocido que los temblores actuales son de "una magnitud superior a cualquiera esperada" y ha defendido que los sismógrafos de la empresa son los que sirven para detectar estos movimientos telúricos, porque estaban preparados para detectar cualquier tipo de vibraciones que "no tienen nada que ver con las que están ocurriendo".

Del Potro ha insistido en que en estos proyecto son "normales" temblores de una magnitud 1 o 2. En el proyecto Castor, sin embargo, se han registrado terremotos de hasta 4,2; los dos últimos esta noche con una magnitud de 4,1.  Ha asegurado que el fenómeno se está investigando con "los medios más avanzados en cooperación inmediata" con la red nacional de alerta sísmica del Instituto Geográfico Nacional, con el Instituto Geológico y con instituciones de las "más prestigiosas" de Europa. El informe, ha dicho, estará terminado aproximadamente en una semana.

Además, ha confirmado que la actividad en Castor está paralizada desde el 16 de septiembre, cuando se terminó la operación de inyección de gas. En este contexto, ha explicado que el proyecto consiste en utilizar una antigua estructura sobre un campo que albergó petróleo hace millones de años y que se extrajo en los años 70. Posteriormente, ese área con petróleo fue ocupada por agua del subsuelo hasta el momento en que la empresa ha desplazado "un poco" el agua con poca cantidad de gas para acomodar gas natural en el mismo lugar donde estuvo antes el petróleo.

Respecto al personal, ha indicado que en la plataforma había este miércoles unas 45 personas. "El personal está a bordo para garantizar la seguridad en la instalación", ha agregado.

En este contexto, ha confirmado que como presidente de la empresa está en contacto "todos los días y a todas horas" con los alcaldes, con la subdelegación del Gobierno, con la Comunidad Valenciana, con el ministerio de Industria y con el Instituto Geográfico Nacional.

En cuanto a la sismicidad del Golfo de Valencia, ha dicho que algunas fallas de la zona actúan con un periodo de recurrencia de 50.000 años y ha dicho que, pese a los sismógrafos, es "absolutamente imposible de predecir qué día va a ocurrir, el mes y el año". "Se sabe que, de media, en esa zona, las fallas se mueven cada 50.000 años. Son movimientos de la naturaleza. Son como la erupción de un volcán. Movimientos de una fuerza infinitamente superior a lo que pueda controlar el hombre", ha concluido.

Mientras Soria ha admitido que puede haber una "relación directa" entre la actividad de la empresa Escal UGS en el delta del Ebro y los terremotos que se están produciendo, los expertos geólogos y los ecologistas no tienen dudas sobre ello. 

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