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Díaz integra al sector de Chaves y propone a Micaela Navarro como presidenta del PSOE de Andalucía

Los socialistas atribuyen a la presidenta de la Junta la pacificación del partido. La incógnita sigue siendo cuál será el papel de Amparo Rubiales.

IÑIGO ADURIZ

'La fuerza que nos une'. Ese es el lema del Congreso del PSOE de Andalucía que se celebra este fin de semana en Granada y que encumbrará a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a la Secretaría General de la federación más importante del Estado. La unidad es, precisamente, una de las principales obsesiones de la sevillana. Ella ha conseguido unir, al menos por el momento, a todos los barones del partido en torno a su propia figura, la de la dirigente socialista con mayor peso institucional. Todos ellos la arroparán en el cónclave en lo que supone un gesto inédito en este tipo de congresos.

Pero Díaz también ha logrado fundir a toda su organización territorial, la andaluza, alrededor de un proyecto común: el suyo. Tanto es así que la provincia de Jaén, que hasta la apertura del proceso de primarias en las que la presidenta autonómica demostró su fuerza orgánica -logró el aval de casi la mitad de los militantes del PSOE andaluz- se había mantenido crítica con la gestión del todavía secretario general, José Antonio Griñán, y afín al expresidente de la Junta, Manuel Chaves, estará plenamente integrada en la nueva Ejecutiva.

Así lo reconoce incluso el entorno de Gaspar Zarrías, que fue la mano derecha de Chaves durante años y que ahora es el secretario de Ciudad y Política Municipal de la Ejecutiva de Alfredo Pérez Rubalcaba. En conversación con Público, estas fuentes celebraban la integración de la que hasta ahora había sido la provincia díscola con el equipo de Griñán, al asegurar que Jaén ocupará 'un puesto importante'.

Y es que la jienense Micaela Navarro, que fue consejera de Igualdad y de Bienestar Social tanto con Griñán como con Chaves, y que respaldó a Rubalcaba en el Congreso de 2012, es la socialista a quien Díaz ha propuesto para ser la presidenta del PSOE de Andalucía. Así lo confirmaron este jueves a este diario fuentes de la dirección de los socialistas andaluces, lo cual significa la total integración del partido.

Lo que asumen todos los socialistas andaluces es que la paz se ha vuelto a instaurar en el PSOE de la región. 'Volvemos a los congresos tradicionales del PSOE de Andalucía', resalta un dirigente, haciendo alusión a los históricos cónclaves en los que, durante años, no hubo sectores que lograran hacer sombra al liderazgo de Chaves. Y todo, reconocen desde diferentes ámbitos del partido, ha sido por el empeño de Díaz, que llegó a firmar la paz con el propio Zarrías, al igual que lo ha hecho con la Ejecutiva federal -ella apoyó a la exministra de Defensa Carme Chacón, que irá a Granada este fin de semana, en el 38 Congreso- sosteniendo a Rubalcaba ante la batalla interna que se avecina una vez que el próximo Comité Federal apruebe la fecha de las primarias.

La propia presidenta de la Junta reconocía este jueves lo que ya llevan días adelantando diferentes medios: que ella ostentará todo el poder en el PSOE de Andalucía al suprimir la vicesecretaría general que aún ocupa Mario Jiménez. En una entrevista en Telecinco dijo que él, su 'amigo', seguirá siendo, no obstante, el portavoz en el Parlamento andaluz, el 'mejor' posible para ese cargo. Díaz, que sigue manteniendo el máximo secreto sobre el resto de su Ejecutiva, afirmó que será un equipo 'potente', con jóvenes y veteranos de 'todos los rincones de Andalucía'.

Por tanto, una de las pocas incógnitas que se presentarán en el cónclave será si la actual presidenta del partido, la histórica dirigente andaluza Amparo Rubiales, mantiene un puesto en la nueva Ejecutiva. El entorno de esta última prefiere mantener la cautela y asegura desconocer cuáles son los planes de Díaz para quien es y ha sido una de sus principales valedoras. No obstante, el fuerte vínculo de Rubiales a Griñán podría condicionar la vigencia de esta en la dirección del PSOE de Andalucía, una vez que el objetivo de la presidenta de la Junta es mirar al futuro.

La proyección de Díaz es incuestionable por todos y cada uno de los socialistas. También la ilusión que genera, en una época que quedará marcada en el calendario de estos por el efecto que el debilitado liderazgo de Rubalcaba sigue ocasionando en las expectativas electorales del principal partido de la oposición.

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