El papel conciliador con el que en las últimas semanas se ha asociado al expresidente del Gobierno recién fallecido Adolfo Suárez, choca este jueves con las revelaciones que la periodista Pilar Urbano hace en su último libro, acerca de los planes que el exjefe del Ejecutivo tenía para Euskadi en el caso que de que las posiciones independentistas triunfaran entre la sociedad vasca. En 1979, encargó la confección de maquetas 'de todas y cada una de las zonas del País Vasco' por si debía ocuparla militarmente.

Urbano ha informado acerca de este suceso que narra en su libro La gran desmemoria (Planeta, 2014), durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Madrid para presentar el texto en el que narra las turbulentas relaciones entre el rey y Suárez en los convulsos años de la transición. La obra de 862 páginas que el hijo del expresidente exige que retire, y en la que reproduce frases literales de Suárez sobre este episodio.

Cuenta que un domingo de primavera de 1979 Suárez reunió en La Moncloa a varios mandos del Ejército 'para asegurarles que nunca, nunca, nunca' aceptaría 'un Estatuto vasco que estuviera ni un milímetro fuera de la Constitución'. 'Y que, al menor indicio de que allá arriba intentaran sacar los pies del tiesto, yo estaba dispuesto a ocupar militarmente el País Vasco', apunta.

De forma 'secreta' el expresidente encargó así las mencionadas maquetas, 'especialmente de los puntos urbanos neurálgicos, y trazar los planes estratégicos, calcular la logística, elementos de personal, equipos, armas, tiempos...'. No obstante, Urbano ha destacado en su rueda de prensa que 'el Ejército se rajó'.

Y es que tal y como cuenta en su libro, al cabo de varias semanas de que Suárez diera esa orden, 'cuando estuvieron listos los planes operativos', el expresidente fue llamando uno a uno a los tenientes generales insinuándoles que cada uno de ellos era el 'idóneo' para 'dirigir y coordinar la intervención militar si llegara el momento'. Pero ninguno se atrevió, según explicó el propio Suárez, que aseguró que todos le respondieron con palabras similares: 'En fin, presidente, me siento muy honrado (...) pero he pensado que, por aptitudes y por conocimiento de aquel terreno, la persona más indicada no soy yo sino Fulano'.

Además de este episodio sorprendente, Urbano ha querido zanjar las especulaciones de estos últimos días sobre el papel del rey el 23-F. La periodista ha querido diferenciar la Operación Armada, que sí fue gestada en Zarzuela, de la intentona golpista: 'El golpe de Estado se produce no pretendiéndolo el rey', ha remarcado.

La valenciana no teme que desde la Casa Real emitan un comunicado desmintiendo las afirmaciones que en su libro realizan diferentes personalidades cruciales de la historia de España. No obstante, si Zarzuela decide hacerlo ella responderá. Urbano considera que las críticas vertidas por parte de la familia Suárez Illana y, en concreto, por el hijo mayor del expresidente son 'fruto de los nervios' que padecen los descendientes del exjefe del Ejecutivo por su reciente fallecimiento. 

Ella ha mostrado su sorpresa por la fecha en la que Adolfo Suárez Illana le envió el burofax, el pasado martes 1 de abril, ya que en ese momento aún no había salido a la venta el libro que desde hoy está en las librerías y, por lo tanto, no podía haberlo leído. 'El día que lo lea me va a dar las gracias porque es un homenaje a su padre', ha señalado ante las preguntas de los periodistas que han abarrotado el céntrico hotel madrileño donde ha tenido lugar la presentación.

Respecto a las críticas, ha sido concisa: 'A quien le duela la verdad, ama la mentira'.