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El Patio de los Leones... y de otros animales

EFE

El Patronato de la Alhambra desarrolla un proyecto piloto pionero en la conservación de monumentos en el que apuesta por el mantenimiento de especies animales autóctonas del recinto, como los vencejos o los sapos, que sirven para facilitar el disfrute del entorno y mejoran el estado del patrimonio. Los leones se han convertido en el animal más afamado del recinto alhambreño, pero el 'rey' de la colina roja no sería lo que es sin la presencia de otras especies autóctonas del entorno monumental. El Patronato de la Alhambra desarrolla un proyecto piloto pionero en los monumentos europeos que persigue mantener la fauna del recinto con fines ambientales y de conservación del patrimonio.

La directora del Patronato, Mar Villafranca, ha explicado que el proyecto pretende mejorar el entorno de la Alhambra aprovechando las características de los animales que han vivido en sus patios y jardines y que permiten mantener un ecosistema único y, de paso, contribuir a la conservación de las yeserías y arcos. Una de las bases del proyecto reside en la conservación de las colonias de vencejo común, un ave insectívora y migratoria que anida en los huecos, paredones y árboles de la Alhambra. El proyecto comenzó en 2012 con una cartografía de las colonias de estas aves que detectó 150 parejas de vencejos que viven en las yeserías perimetrales que decoran a modo de celosías las arcadas del Patio de los Leones y el Patio de la Alberca.

'Son muy beneficiosos para el medio porque comen insectos, aunque sus nidos pueden afectar a la conservación del patrimonio. Por eso se actúa para mantenerlos en la Alhambra pero cambiando la ubicación de sus nidos', ha explicado la responsable del proyecto. Para evitar que dañen el patrimonio y asegurar su permanencia en la Alhambra, este proyecto pionero ha instalado barreras protectoras en los artesonados y zonas más sensibles que impiden la entrada de los vencejos, pero ha contrarrestado las consecuencias de estos 'desahucios' con nuevos nidos para mantener la colonia. Los nuevos edificios de los museos y la cornisa del Palacio de Carlos V se han convertido en el futuro hogar de esta especie, para lo que el Patronato ha instalado 60 cajas nido especialmente diseñadas para vencejos que impiden anidar a otras especies de aves que sí dañan el patrimonio, como los estorninos o los gorriones.

'Se han modificado además otros nidales fijos, como los del Carlos V, que se han reducido para que no puedan entrar las palomas que había, muy perjudiciales', ha detallado Guerrero. A estos nidales se suman otros simulados bajo las cubiertas de los palacios que impiden que las aves tengan que romper tejas en busca de un hogar. 'Cada polluelo de vencejo come al día 500.000 insectos, 50 gramos de aeroplasma. Para entender el proyecto hay que imaginar la Alhambra con todos esos insectos, que provocarían una afección al público inaguantable', explica la experta de la Alhambra.

Esta apuesta por mantener a la fauna autóctona se repite con los murciélagos, que tienen en el Palacio de Carlos V y el Carmen de los Catalanes su hábitat natural, o con un plan de reintroducción del cernícalo gracias a los nidales artificiales construidos en la Torre de Las Cabezas. Y como las albercas y el agua representan un pilar básico del recinto monumental, el Patronato trabaja además para repoblar de ranas comunes su entorno con la introducción de hilos con millones de huevas de renacuajos. Se trata de una apuesta más por lograr que la Alhambra siga siendo el hogar de 167 especies de animales distintas, aunque algunas lleguen sólo como turistas ocasionales.

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