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La prensa rosa y la monarquía a debate en La Tuerka

LA TUERKA

El debate de los jueves de La Tuerka contó ayer con la prencia de Karmele Marchante, Mabel Redondo (Antena 3) y Shangay Lily. Pese a que los tres son o han sido en algún momento habituales de los programas 'del corazón' y a lo mejor no es ese el perfil de invitados que caracteriza a este programa, el objetivo de su presencia quedó ampliamente justificado con lo que era el tema central del debate: la ferrea censura que la Casa Real ha ejercido durante todo el periodo democrático a la prensa en general y sobre todo a la del corazón. La mesa de debate se completaba con Pilar Velasco, periodista de la Cadena Ser; Víctor Sampedro, Catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política; y Andreas Klinger, corresponsal del Bild Zeitung en España.

Los tres invitados denunciaron este aspecto y, además, analizaron en profundidad el machismo y el clasismo existente en este género periodístico. El programa tuvo un momento de tensión cuando se señaló la posibilidad de que la prensa rosa contribuyera de algún modo con la cultura patriarcal y, de paso, con la violencia machista. El papel de la reina, en un contexto en el que ─como se comentó─ era vox populi el comportamiento adúltero del rey, fue señalado como una oportunidad perdida para el empoderamiento de las mujeres.


Según el presentador de La Tuerka, Juan Carlos Monedero, 'la ausencia de legitimación del futuro Felipe VI va a movilizar al régimen en diferentes ámbitos. Uno es el constitucional, que querrá presentarlo como el renovador del pacto de la corona con los territorios, como respetuoso de la igualdad de género y comprometido con Europa y la naturaleza. La otra gran legitimación va a venir de la prensa y los programas del corazón. No hay nada más tonto que despreciar ese ámbito, pues es donde se naturaliza la monarquía y se fomenta la subordinación de la ciudadanía a la aristocracia de la sangre y el dinero'.

'Entendimos que La Tuerka tiene que ayudar a desmontar ese ámbito que tradicionalmente despreciamos y que, en consecuencia, dejamos que opere impunemente', sentenció.

La censura volvió a quedar patente ayer con la retirada de la portada del semanario satírico El jueves. En La Tuerka se analizó también este tema y cómo la existencia de las redes sociales hace mucho más difícil que se oculten hoy en día los vetos a determinados programas o publicaciones.

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