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Ana Botella pide a los madrileños 1.260 millones en concepto de IBI

VICENTE CLAVERO

El Ayuntamiento de Madrid, presidido por Ana Botella, reclamará a sus vecinos durante los próximos días un total de 1.260 millones de euros por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que grava entre otras cosas a la vivienda. Pese al hundimiento de los precios de mercado por la crisis del ladrillo, los madrileños van a pagar 80 millones más que en 2013, con una subida media del recibo superior al 6%.

Eso significa, por ejemplo, que el propietario de un piso de algo más de cien metros cuadrados en Argüelles deberá desembolsar del orden de 750 euros antes del 31 de diciembre (salvo que se acoja al fraccionamiento de pago), frente a los 705,16 del año pasado. De nada le valdrá que en los últimos doce meses el IPC presentara una tasa negativa o que el precio real haya caído en dicha zona un 5,6%, como señala una estadística de la web inmobiliaria fotocasa.es. El caso de Argüelles es significativo porque su comportamiento más reciente se aproxima mucho al del conjunto de la capital de España, donde la bajada media de la vivienda fue del 5,8% en el mismo periodo. Ese descenso, de todas formas, está por debajo de la media nacional, que se situó en el 6,5% entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014, según los datos publicados por la mencionada fuente.

La nueva subida del IBI en Madrid se suma a las registradas en los dos últimos años, a raíz de la revisión de los valores catastrales vigentes desde 2001 que Alberto Ruiz-Gallardón solicitó a Hacienda en 2011. El entonces alcalde necesitaba aumentar los ingresos para hacer frente a la financiación de obras como el soterramiento de la M-30, que acabó costando 5.600 millones de euros, más del triple de lo presupuestado.

Aunque Ruiz-Gallardón negó que la revisión fuese a tener efectos 'dramáticos' para el bolsillo de los ciudadanos, lo cierto es que hubo casos en los que el valor catastral se multiplicó por más de dos. Como se trata de la base sobre la que se aplica el tipo impositivo, la medida tuvo un impacto inmediato sobre el recibo del IBI, a pesar de que su plena aplicación se prorrateó a lo largo de diez años. Si volvemos al ejemplo de Argüelles, de un valor catastral de 89.005,69 euros en 2001 se pasó a 227.489 en 2011, so pretexto de que el piso se había encarecido con motivo del boom inmobiliario ocurrido durante ese periodo de tiempo. No hay que olvidar que Hacienda juega al respecto como juez y parte, porque el valor catastral también repercute en impuestos que le atañen; sin ir más lejos, el IRPF.

Recargo

Otra circunstancia que ha encarecido el IBI en Madrid ha sido el recargo del 4% establecido con carácter general por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y 2013 para contribuir al control del déficit público. Sólo recayó sobre los inmuebles con un valor catastral superior a los 89.227 euros, pero en la capital de España son unos 700.000, el 50% del total aproximadamente.

Hubo municipios que contrarrestaron el recargo con una disminución del tipo impositivo, dentro del margen que les concede la ley (entre el 0,4 y el 1,1%), a fin de no dañar la economía de sus vecinos más de lo imprescindible. Ana Botella, ya alcaldesa de Madrid, optó en cambio por mantenerlo en el 0,581%, acuciada por el coste de la voluminosa deuda que Ruiz-Gallardón le había legado.

Después de dos años de recortes, esa herencia continuaba superando los 7.000 millones de euros a 31 de diciembre de 2013 y mantenía a Madrid como la ciudad más endeudada de España.

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