Público
Público

Zidane y otros referentes sobre el césped que fracasaron en el banquillo

DAVID MIRANDA

Fueron estrellas sobre el tapete de juego. Sus actuaciones vestidos de corto sirvieron para ganar títulos y hacer las delicias de los aficionados en los estadios de todo el mundo. Al acabar su periplo como jugadores, optaron por dar las órdenes en lugar de recibirlas. Por transmitir su sabiduría adquirida a través de su dilatada experiencia a las nuevas generaciones -o en algunos casos, a sus excompañeros-. Sin embargo, no siempre la calidad futbolística es extrapolable a los banquillos y muchos grandes futbolistas, incuestionables en el césped, han sido o son puestos en tela de juicio por su labor como técnicos.

El último en unirse a esta lista es ni más ni menos que una leyenda del Real Madrid. Zinedine Zidane, el héroe de la Novena y uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, asumió el reto de entrenar al filial blanco, el Castilla, enrolado en la Segunda División ‘B'. Pese no entrenar con la titulación requerida -es Santiago Sánchez quien aparece como primer entrenador en las fichas de cada partido-, el galo es a todos los efectos el míster del equipo. Tras una temporada como segundo de Carlo Ancelotti, Zidane ha comenzado su andadura en solitario arrojando más sombras que claros. Después de seis jornadas, el Castilla únicamente ha sumado una victoria, quedando hundidos en el farolillo rojo de la categoría de bronce del fútbol español. Un triunfo en el Alfredo Di Stéfano ante un recién ascendido, el Trival Valderas - que dispuso de ocasiones para al menos salvar un empate - es el pobre bagaje de una escuadra que ha caído derrotado, además, en sus tres enfrentamientos frente a alguno de los filiales de la categoría: Atlético de Madrid ‘B', Getafe ‘B' y Bilbao Athletic.

 Pero el caso de Zidane ha sido el único en pasar de estrella a 'estrellado'. Ni mucho menos. Uno de los cuatro grandes futbolistas de la Historia, imparable e imprevisible en el campo, vio como su periplo en el banquillo restó algo de su divinidad en el mundo del balompié. Diego Armando Maradona, campeón del Mundo con Argentina y principal culpable de que el Nápoles italiano posea en sus vitrinas sus dos únicos scudettos y su copa de la UEFA, no ha conseguido transmitir su capacidad de hacer posible lo imposible con un balón en los pies al área técnica. En los banquillos, su mayor reto fue asumir el mando de la selección argentina.

Tras lograr el pase para disputar el Mundial en Sudáfrica 2010 en el último suspiro, ‘El Pelusa' logró llevar al combinado albiceleste hasta los cuartos de final, si bien es cierto que en el camino se encontró con rivales asequibles, como fueron Nigeria, Sudáfrica y Grecia en la fase de grupos, y México en los octavos. En su primera prueba de fuego ante un oponente de nivel, Maradona hizo aguas tácticamente y su equipo fue un juguete roto en manos de Alemania, que apeó a los sudamericanos de la cita mundialista con un contundente 4-0.

Koeman ganó una Copa del Rey con el Valencia, pero estuvo a punto de descender a Segunda División

Ronald Koeman es otro de los ilustres protagonistas de esta lista. En Valencia no guardan un grato recuerdo del que, durante su etapa como jugador, permitiese al FC Barcelona sumar su primera Copa de Europa. Al banquillo ché llegó en octubre de 2008 y tiene el dudoso honor de ser uno de los peores técnicos del cuadro blanquinegro. Sus 18 puntos en 22 partidos estuvieron a punto de condenar al Valencia a la Segunda División. Además, su decisión de apartar a tres de los pesos pesados del vestuario - Cañizares, Angulo y Albelda- le enfrentó con la parroquia blanquinegra, con la que no pudo reconciliarse pese a ganar la Copa del Rey ante el Getafe esa temporada. Finalmente fue cesado del banquillo valenciano y actualmente se está redimiendo en el Southampton inglés, que en seis jornadas ocupa la segunda posición a tres puntos del líder y por delante de los grandes de la Premier como son el Manchester City, el Arsenal y el Manchester United y el Liverpool.

Otro de los grandes referentes del mundo del fútbol en los años 80 y 90 con un mal bagaje en el banquillo es Hugo Sánchez. Depredador del área, el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos hizo carrera como futbolista en los tres principales equipos de la capital de España: Atlético de Madrid, Real Madrid y Rayo Vallecano, si bien es cierto que en su etapa como jugador merengue firmó sus mejores registros. Como entrenador, ‘Hugol' se hizo cargo del banquillo de un Almería a punto de bajar a Segunda en la temporada 2007/2008. Tras lograr la permanencia, el mexicano se mantuvo al año siguiente como técnico del cuadro andaluz, pero sus malos resultados en la primera vuelta le impidieron comerse el turrón. Con el equipo sumido en los puestos de descenso y después de haber sumado tres victorias en las primeras quince jornadas ligueras, los rojiblancos y el ex delantero madridista pusieron fin a su relación.

Luis Enrique no cuajó un buen año en el banquillo de la AC Roma

Más recientes en el tiempo están los casos de Luis Enrique en la Roma y Ryan Giggs al frente del Manchester United. El actual entrenador del FC Barcelona, tras una buena etapa en el filial culé, con el que consiguió ascender a Segunda División y firmar su mejor posición histórica en la categoría de plata del futbol español, decidió hacerse cargo del equipo de la ciudad eterna. Sin embargo, su periplo italiano estuvo lejos de ser fructífero. Eliminado a las primeras de cambio de la Europa League, el asturiano estuvo gran parte de la temporada batallando con una prensa y un vestuario demasiado combativo para lo que él estaba acostumbrado. Finalmente, tras acabar en séptima posición la Serie A -sufriendo goleadas por parte de la Fiorentina y la Juventus- y con el equipo fuera de la competición europea de cara a la siguiente temporada, el Lucho regresó al futbol patrio, donde se ha redimido gracias a su gran temporada al frente del Celta de Vigo.

El galés, por su parte, fue el elegido de tomar las riendas de un United que no digirió bien la marcha de Sir Alex Ferguson de los banquillos. Tras la pobre imagen ofrecida durante todo el año por parte de los red devils con David Moyes en el banquillo, los ingleses decidieron poner al sempiterno Giggs al frente del equipo en calidad de jugador-entrenador. Nadie conocía el club mejor que él - llevaba 24 temporadas defendiendo la elástica roja- y parecía el mejor indicado para que su equipo de toda la vida consiguiese, al menos, alcanzar los puestos europeos. Pero el '11' no pudo obrar el milagro y finalmente el Manchester no consiguió clasificarse para disputar una competición continental por primera vez en 25 años.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?