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El 'rey de las cosas pequeñas' también actúa en Twitter

CHRISTIAN GONZÁLEZ

Si hay alguien preparado para el humor en 140 caracteres, ese es Luis Piedrahita (La Coruña, 1977), conocido popularmente como 'el mago de las cosas pequeñas'. El sobrenombre se lo ha ganado a pulso con sus ingeniosos monólogos sobre los objetos y las situaciones más cotidianas, 'esos pequeños seres a los que no se les trata con el respeto que se merecen'. '¿El naranja es naranja por el color naranja, o por la fruta de la naranja?'. '¿Qué pasa si el veneno está caducado? ¿Te mata más?'. Preguntas que le han llevado por televisiones y teatros, convirtiéndole en uno de los humoristas más reconocidos del país.

Entre sus shows -todos los sábados de octubre está en los cines Callao de Madrid-, y sus libros -el 28 de octubre publica 'A mí este siglo se me está haciendo largo'(Ed. Planeta)-, Piedrahita no descansa. Cuando baja del escenario se sube a otro púlpito, el de las redes sociales, bajo el seudónimo @PiedrahitaLuis.

-¿Cómo decide alguien que va a dedicarse a hacer reír a la gente? ¿Cómo empezaste en esto del humor?

El humor es un arma de construcción masiva. De pequeño disfrutaba muchísimo viendo en televisión a Tip y Coll, a Gila, a Juan Tamariz... me parecía que cuando ellos salían en la tele, el mundo era un sitio un poco mejor. Con el tiempo me fui aficionando a eso, olisqueando sus mecanismos y queriendo saber por qué eso me gustaba tanto y cómo esa gente, sólo con hablar, construía un lugar mejor.

-¿Y cómo diste el salto a Twitter?

Twitter es una herramienta estupenda para estar en contacto con lo que pasa y tener la sensación de que uno es parte de lo que pasa. Sólo la sensación.

-¿Cómo se apaña el 'rey de las cosas pequeñas' con 140 caracteres?

Me gusta, es un reto creativo interesante. Es perfecto para hacer frasecillas ingeniosas. Muchas de la ideas que tuiteo, luego las desarrollo en mis libros o en mis espectáculos. Sin embargo, como ya tuiteé una vez:

'Tuiter no es foro para ideas con un desarrollo complicado. En esos casos resulta muy frustrante. En cuanto uno empieza a plantear un concept'

¿Usas Twitter sólo para hacer humor o también para informarte?

No son excluyentes. Siempre que escribo es para hacer humor y siempre que leo es para informarme. Espero que nadie busque información o actualidad en lo que yo escribo.

'Dios y Twitter no son tan incompatibles, ambos tienen como logotipo una paloma'

-¿Qué momentos aprovechas para tuitear? ¿Alguna vez has tuiteado en esquijama?

He tuiteado en esquijama, con neopreno de buzo y hasta con traje de luces. Hay gente que tuitea ¡hasta con traje de domingo! El otro día seguí la misa de una por Twitter íntegramente. Retuiteamos la paz, prometimos seguir a Jesús y hacer unfollow a Satán... vamos cosas de Dios y de Twitter. No son tan incompatibles, ambos tienen como logotipo una paloma.

¿Hay alguna similitud entre hacer humor en un escenario y hacerlo en Twitter?

Es completamente distinto. En el escenario tienes tiempo para crear un clima, para ir y venir, para hacer silencios, puedes escuchar al público... Puede que la única similitud es que en ambos casos hay que ser sintético. La economía de lenguaje siempre es imprescindible para el humor.

-En tu jornada laboral haces humor, en Twitter haces humor... ¿Qué haces para desconectar?

Cavo un hoyo.

-¿Crees que las redes sociales acercan más a las personas o en realidad nos están alejando?

Las gafas de pasta me piden hacer una respuesta del tipo: 'Las redes sociales crean la ilusión de que las personas están conectadas cuando en realidad nunca han estado tan solas', pero no creo que sea así. Creo que cualquier avance tecnológico, sobretodo en el campo de la comunicación, nos viene bien. He oído cosas como que antes de inventar la tele la gente leía más, o que antes de internet éramos más cultos. No es así. En los siglos XVIII y XIX, los siglos de Mozart y Beethoven, muy poca gente tenía ocasión de escuchar una orquesta de música clásica. Hoy, prácticamente todo el mundo sabe cómo suena eso, aunque sólo sea porque lo ha oído el uno de enero, en la tele, tumbado en la cama y de resaca. Los avances tecnológicos, entre ellos internet y las redes sociales, hacen que tengamos información a mano y la oportunidad de convertirla en conocimiento. Eso acerca a las personas.

-El pasado día 27 estrenaste 'El castellano es un idioma loable, loable quién lo hable' ¿Cómo fue el primer día? ¿Qué se va a encontrar el espectador en este show?

'He tuiteado en esquijama, con neopreno de buzo y hasta con traje de luces'

El estreno fue estupendo: lleno absoluto. La idea es quedarme allí, en la plaza de Callao, todos los sábados con este show. Se trata de un monólogo de humor en el que, una vez más, salgo en defensa de esos pequeños objetos a los que no se les trata con el respeto que se merecen. Hablo de las aceitunas, las medusas y sus almas, los tatuajes, las señales de tráfico... cosas que creemos que conocemos, pero que en realidad ignoramos completamente. La verdad es que el show siempre es distinto porque, en un momento dado, el público propone temas y yo trato de improvisar breves monólogos con lo que ellos vayan pidiendo. Es un reto personal y un estímulo para seguir pasándomelo bien cada noche. Muy recomendable.

-Además este mes sale a la venta tu nuevo libro 'A mí este siglo se me está haciendo largo'

Se trata de otro libro de humor, ¡el sexto ya! El primero que escribo desde que tengo Twitter y he de reconocer que es el que más me ha costado. Desde que tengo Twitter me cuesta mucho sentarme a escribir. Siempre me apetece ver que han escrito otros o tuitear yo alguna majadería.

-En Twitter hay un ingenio y una capacidad para el humor increíbles, con sus propios códigos y sus propios 'gurús' de la risa ¿El futuro del humor está en Twitter?

Twitter es un caldo de cultivo idóneo para el ingenio. Frases breves, muy potentes... hay gente muy interesante chapoteando en esa charca. No sé si es el futuro. Por ahora en internet nada ha venido para quedarse. Ni los MySpace, ni las parcelas virtuales en Second Life, ni las Bit Coins, ni los blogs... todo parece que llega, vive intensamente unos años y luego se apaga gradualmente. Es como la vida. Disfrutémoslo mientras dure.

-¿Qué opinas del humor negro? ¿Tiene que haber límites en el humor?

-¿Un país en crisis necesita reírse más?

Si un país en crisis necesita reírse más, eso significa que uno en pleno apogeo necesita reírse menos. Vaya mierda de apogeo, ¿no? No sé yo si es así. El humorismo no es una profesión de entretiempo. Cuando todo va bien el humorista es necesario, buscado y celebrado. Esos días el humorista trabajará a gusto, cobrará bien por ello y le costará poco esfuerzo hacer su trabajo. Cuando todo va mal el humorista no es necesario, es imprescindible como cirujano en trinchera. Esos días serán los más difíciles para trabajar, cuando menos cobrará y cuándo su profesión realmente tendrá sentido. 


https://www.quoners.es/debate/cual-es-tu-tuitero-preferido

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