La manifestación nazi convocada por el partido de ultraderecha Nación y Revolución y que acabó en una batalla campal en el centro de Madrid fue autorizada por la Junta Electoral de Zona de la capital. La citada formación se presenta a las elecciones del 9 de marzo. Nación y Revolución tiene la sede en Las Rozas (Madrid). En su página web –donde abogan por la expulsión de los inmigrantes de España– anuncian la concentración del pasado viernes con el siguiente lema: “Los precios suben ¿Cuándo nuestros sueldos?”.

En la convocatoria añaden que la Asociación Combat España apoya la iniciativa. El lugar de la marcha no deja lugar a la duda: el barrio de Lavapiés, en Madrid, epicentro de la población inmigrante de la capital y donde ambas formaciones de extrema derecha desplegaron su parafernalia.

¿Cómo se puede autorizar una manifestación racista en  una zona como Lavapiés? En respuesta a los incidentes del viernes, unos 300 personas se manifestaron ayer en la capital en contra del fascismo.

Eso fue por la tarde. Por la mañana, cada vecino que se acercó a la plaza de Tirso de Molina trataba de buscar una explicación a los disturbios que dejaron decenas de contenedor esquemados y desperfectos en casi todo el mobiliario urbano de las calles aledañas a la plaza.

La Delegación del Gobierno en Madrid insistió ayer en que la autorización de la concentración neonazi fue competencia de la Junta Electoral de Zona. Es así en todas las manifestaciones que se celebren 15 días antes de una fecha electoral. El Gobierno sólo es responsable del dispositivo policial.

Los restos de las barricadas montadas por los antifascistas en los escenarios de los enfrentamientos todavía ennegrecían el asfalto donde faltaban adoquines.

En las paredes seguían pegados los carteles que convocaron a una hora antes de la manifestación de la extrema derecha. “Estamos aquí, nos quedamos aquí”, decía el eslogan en castellano, francés e inglés.