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Los últimos príncipes

JOAQUÍN DEL RÍO

Miles de personas abuchearon este viernes en Oviedo a los asistentes a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que serán de la Princesa el año que viene, tras la entronización de Felipe de Borbón.

La manifestación no consiguió hacerse oír porque la ocultaron los tiros de cámara de las televisiones y la silenciaron los sones de los grupos folclóricos, puestos todo a lo largo del recorrido para que los gritos republicanos no aguaran la fiesta de los reyes. Pero en ella participaron miles de personas.

En la capital asturiana se sumaron veteranos militantes de izquierda, jóvenes cercanos al 15M y desplazados por las Marchas de la Dignidad para poner negro sobre blanco ante el Borbón reinante muchos de los problemas de la gente de a pie de su país.

'Puxarra', gritaba la gente al paso de los coches oficiales, con una palabra asturiana difícil de traducir, pero que significa residuo en el sentido más peyorativo. Al tiempo, el Oviedo más conservador se mostraba ofendido con los gritos de la izquierda, lo que no es mal viraje para una ciudad orgullosa de su pasado franquista que se ha convertido en símbolo de la monarquía menos ñoña de Europa.

Como cada año, lo más importante de la jornada se produjo en el teatro Campoamor, donde Felipe VI dijo que el Estado de Derecho vigente en España 'no es fruto de la improvisación', sino resultado de la 'voluntad decidida del pueblo español', de modo que 'todos, ciudadanos e instituciones' están 'sometidos por igual al mandato de la ley'.

Medio auditorio leyó en estas palabras una alusión a Catalunya y su proceso independentista, pero el otro medio entendió que hablaba de su cuñado Urdangarín, de Luis Bárcenas, de Jordi Pujol, de José Ángel Fernández Villa, de Miguel Blesa y de tantos otros beneficiarios de la lasitud del tiempo de la bonanza corrupta.

En línea con las grandes palabras que suelen inspirar sus discursos, el Rey ha hecho un llamamiento a todos los españoles para que sean conscientes de que 'debemos afrontar el futuro con la fortaleza' que exige un mundo distinto que 'camina hacia una mayor integración y no al contrario'. Por ello, ha animado a trabajar 'en un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, y que mire siempre hacia adelante'.

Fuera del teatro seguían sus críticos, encabezados por los trasladados trabajadores de SAT; pero al término de la ceremonia se produjo el tradicional besamanos. Al que seguirá este sábado la visita a Boal, que es este año el Pueblo Ejemplar de Asturias. Así que la sangre no llegó al río.


https://www.quoners.es/debate/que-grado-de-respaldo-otorgas-felipe-vi

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