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Icíar Bollaín: "La mayoría en España ya no es ni silenciosa ni inconsciente"

BEGOÑA PIÑA

En Edimburgo hay casi 30.000 españoles trabajando. La mayoría de ellos, jóvenes emigrantes  a los que la crisis ha obligado a marchar de España. La cineasta Icíar Bollaín, que reside en esta ciudad escocesa desde hace un tiempo, ha querido añadir su voz a la de millones de ciudadanos enfurecidos con los responsables de esta situación y lo ha hecho contando las razones de estas personas, quiénes son y cómo se sienten lejos de su casa. Para ello ha dado el salto al cine documental con En tierra extraña, una película que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en una proyección especial fuera de concurso y que llega ahora a las salas.

El testimonio de muchos de estos emigrantes y algunos fragmentos del monólogo Autorretrato de un joven capitalista español, de Alberto San Juan, componen esta película. Una producción de Cristina Zumárraga (Tormental Films) y Lina Badenes (Turanga Films), con la que la cineasta da visibilidad a 'Ni perdido ni callados', una acción que pusieron en marcha estos emigrantes en Escocia, con la que están gritando que 'aunque estén fuera, no han perdido la voz'. Además, la película es una especie de homenaje a estas personas (desde el inicio de la crisis han dejado nuestro país unos 700.000 trabajadores). 'Como dice uno de los protagonistas del documental, la gente vale mucho más que sus políticos'.

¿Por qué ha hecho esta película?

Porque tenía ganas de decir algo, de aportar algo, de hablar de lo que está pasando. Y una de las cosas que está pasando es que la gente se va. En Edimburgo, que es una ciudad de 500.000 habitantes, hay casi 30.000 españoles trabajando. Hay tanto porque es una ciudad más pequeña y amable que Londres, que tiene trabajo, con una sociedad receptiva con la emigración y con los medios para apoyar a la gente que llega.

¿Ha algo que le haya llamado la atención de forma especial?

'Las condiciones laborales en España son nefastas'Las condiciones laborales en España son nefastas. Algunos de los que aparecen en la documental me dijeron que no creían que mereciera la pena esforzarse en España. Sin embargo, en Edimburgo también hay contratos precarios. Está el contrato de las ‘cero horas'. Ellos se comprometen cero horas contigo, pero tú estás a su disposición 24 horas. Con todo y con eso, allí se sienten mejor tratados.

Los abusos que se cometen a la sombra de la crisis...

Sí, al abrigo de la crisis se cometen muchos abusos. Se va a tardar mucho en volver a tener los derechos que teníamos. Cada conquista social se hace con la lucha. Lo positivo es que la gente ya es consciente, que la mayoría ya no es ni inconsciente ni silenciosa. Y hay batallas que se ganan. La desmovilización social es lo peor y, además, es algo intencionado.

Eso y otras cosas las cuenta usted en la película mostrando fragmentos de un monólogo de Alberto San Juan en el teatro.

'Ha habido una transición controlada, luego una apatía y la desmovilización social'Sí, quería contarlo. En ese monólogo se cuenta cómo y por qué hemos llegado aquí. Ha habido una transición controlada, luego una apatía y la desmovilización social. Y todo eso es un plan para que la gente no participe. Parte de lo que estamos viviendo se debe a la desmovilización. Hemos dejado la democracia en manos de los políticos. Y, no, hay que participar, exigir, controlar. Y eso sí es una responsabilidad nuestra.

¿En tierra extraña es su manera de gritar?

'El Gobierno habla de movilidad exterior, pero es mentira, la gente se va porque aquí no hay trabajo'Sí. Mi manera de aportar algo. Quería decir algo sobre esto. Nos están timando. El Gobierno habla de movilidad exterior, pero es mentira, la gente se va porque aquí no hay trabajo. Vamos a decirlo. Y vamos a decir que el trabajo que hay tiene unas condiciones nefastas. El nuevo rey dice que aquí hay sitio para todos, pero tampoco es verdad. Todo eso hay que decirlo. Y tenemos que preguntarnos ¿a quién beneficia todo esto? porque hay gente a la que ahora le va mucho mejor. ¿Qué es esto? Esto es un timo.

Edimburgo está aquí al lado, hay trabajo, ofertas muy buenas de vuelos... ¿eso no ayuda mucho a los que tienen que irse?

Sí y no. En Europa hay trabajo y no se está tan mal. El mazazo es que esto venga después de la sensación de prosperidad que hemos vivido. Lo duro es que tu país no te ofrezca una oportunidad, que la gente sienta que no tiene un lugar.

Es una generación completa, ¿qué consecuencias tendrá eso?

Es una generación que siente que no está construyendo futuro por el tipo de trabajo que hace. Dentro de diez años se van a preguntar qué les ha pasado. Yo creo que si vuelven a España lo van a hacer con un bagaje muy interesante. Por otro lado, en Edimburgo la gente que supera la barrera del idioma encuentra trabajos mejores y otras alternativas.

Pero los hay que no las superan y muchos de estos emigrantes están muy preparados. ¿Van a conseguir con esta situación que los jóvenes dejen de creer en la importancia de estudiar?

'Muchos jóvenes españoles tienen la sensación de que estudiar es una estafa'La verdad es que muchos tienen la sensación de que estudiar es una estafa, pero la verdad es que fuera de España sí se dan cuenta de que vale la pena estudiar. A la larga no es igual tener que no tener estudios. Ahora, por ejemplo, en Latinoamérica sí hay trabajos de lo tuyo.

¿Se puede hacer una mirada en positivo de todo esto?

Sí. Estamos creando sociedades nuevas, sociedades de la transmigración. Esto ocurre en varios lugares a la vez. Estamos aquí y trabajando allá. Eso crea una sociedad nueva, bicultural, globalizada para bien. Ese es el lado positivo de este drama de la emigración.

Al principio de la película hay testimonio de más mujeres que de hombres, ¿por qué?

Las mujeres tienen más facilidad para hablar de cómo se sienten y les cuesta menos decir que están haciendo trabajos por debajo de su cualificación. Entra más en nuestra naturaleza decir cómo nos sentimos.

¿Cómo se siente la mayoría de estos emigrantes?

'Todos los emigrantes que viven en Edimburgo echan de menos el sentido del humor, la comida... 'Nostálgicos. La película retrata la situación laboral en España y la decepción, pero también es un retrato de la nostalgia. Todos echan de menos el sentido del humor, la comida... lo mismo que cualquier emigrante. Aún en este mundo de internet, no están en su tierra. Como dice uno de ellos: 'En Skype no compartes los silencios'.

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