Público
Público

58 millones de niños en todo el mundo no tienen ningún acceso a la educación

LUCÍA VILLA

¿Eres mujer, provienes de un país empobrecido o tienes alguna discapacidad? Si es así, es más que probable que no hayas tenido el mismo derecho a la educación que el resto de personas en el mundo. Si además vives en una zona de conflicto, eres refugiado o desplazado o perteneces a alguna minoría étnica, las probabilidades se multiplican.

Aunque a priori pueden parecer situaciones alejadas de la realidad que nos rodea, lo cierto es que las desigualdades en el acceso a la educación de calidad no han hecho sino incrementarse en los últimos años. De los 650 millones de niños y niñas del mundo en edad escolar, 58 millones no tienen ningún tipo de acceso a la educación. Si nos fijamos en los que ven vulnerado su derecho a recibir una educación de calidad, bien porque no tienen acceso, bien porque abandonan o porque estudian en un sistema deficiente, la cifra alcanza los 250 millones.

Los datos han sido recogidos en el informe ‘Inclusión y equidad: una educación que multiplica oportunidades', que la ONG Entreculturas, en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), han presentado este jueves para poner de manifiesto 'que la educación es el principal modo de ayudar a las personas a salir de la pobreza'. Para ello ven esencial un sistema educativo que sea 'inclusivo', algo, aseguran, que sólo ocurre en casos excepcionales.

'Conocemos el potencial transformador de la educación de calidad. Es la herramienta más poderosa de cambio personal, pero también de cambio social. Detrás de un modelo educativo, hay un modelo de sociedad', ha señalado Valeria Méndez de Vigo, de Entreculturas, que destacó la necesidad de que la educación sea 'gratuita'.

La brecha que separa a ricos y pobres llega a cifras escandalosa en algunas regiones del mundo. En el Sudeste Asiático y África Subsahariana, sólo el 40% de los niños y niñas aprende lo básico completando tan sólo cuatro años en la escuela. De los que no tienen ningún tipo de acceso a la educación, el 70% se reparten entre estas dos regiones.

Además, las brechas son también muy llamativas por razón de género. Aunque, según el informe, la meta prevista para 2015 de alcanzar la paridad entre los sexos en la enseñanza primaria se cumplirá en la mayor parte de los países empobrecidos, hay lugares como Camerún, Pakistán o República Dominicana, done el porcentaje de niñas estudiando primaria no alcanza el 80% en relación a los varones.

Luis Hipólito Ordonez, indígena maya quiché de Guatemala, que acudió a la presentación, explicó, además, cómo los pueblos indígenas, que representan el 44% de la población en su país, han sido sistemáticamente excluidos del sistema educativo por cuestiones como el idioma o la capacidad económica.

'En 1986 sólo había una escuela en el municipio donde yo vivía, cuyo fin era castellanizar a los indios. Pero poco a poco han ido llegando escuelas con sillas para sentarse, pizarras y estudios en nuestra lengua, que es la base fundamental para los pueblos indígenas', señala.

Aunque en diferente grado, los ejemplos de exclusión en la educación también están presentes en países desarrollados. Uno de los casos de estudio que incluye el informe de Entreculturas es el del Colegio Safa-Blanca Paloma, ubicado en el Barrio de los Pajaritos de Sevilla, declarado como Zona de Exclusión Social, con altos índices de problemas sanitarios y de salud, vivienda, sobrepoblación, desempleo y dependencia. El colegio, sin embargo, ha conseguido vencer las dificultades que imponen estas barreras en la educación de los alumnos, gracias a políticas inclusivas que, según los redactores del informe, ayudan a 'impulsar la innovación y la renovación pedagógica, avanzar hacia sociedades más justas y democráticas, mejorar la eficiencia y formar personas pacíficas y con sentido de la justicia'.

'Cuando hay liderazgo político, una sociedad comprometida e inversión pública, los resultados llegan. No es suficiente con escolarizar, hay que hacer que se mantengan en la educación', ha señalado Amalia Navarro, miembro del PNUD y de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas.

Según una encuesta lanzada por la ONU, abierta a toda la ciudadanía y a la que ya han contestado más de cinco millones de personas en todo el mundo, la educación supone, en todos los casos, para todos los países y todas las personas, independientemente de su edad, situación económica o sexo, el primer requisito para que su vida mejore considerablemente.

'Nos parece absolutamente irrefutable que la educación y la sanidad son las primeras prioridades de las personas en todo el mundo' ha sentenciado Navarro.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias