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140 inmigrantes entran en Melilla

PÚBLICO / EFE

Unos 140 inmigrantes han logrado entrar hoy en Melilla tras saltar la doble valla de seis metros de altura que separa la ciudad autónoma de Marruecos. El grupo, que intentó burlar el paso fronterizo durante la madrugada, estaba formado por unas 500 personas, aunque sólo lo consiguió menos de un tercio. Unos 150 permanecieron encaramados a la valla durante más de seis horas, pero finalmente descendieron ante la nutrida presencia de agentes españoles, que procedieron a su expulsión a través de una de las puertas del vallado.

Pasado el mediodía, el último subsahariano subido al obstáculo descendió y fue entregado, al igual que sus compañeros, a las autoridades marroquíes, que se encontraban al otro lado del perímetro fronterizo. Al menos dos de ellos permanecían subidos a sendas farolas (vídeo).

Varias personas que lograron entrar en Melilla resultaron heridas, por lo que fueron atendidas por la Cruz Roja, mientras que el resto se dirigió al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) con cánticos de victoria. Los que permanecieron en la valla también profirieron gritos de 'libertad', aunque su sueño de una vida mejor en Europa fue frustrado por los guardias civiles, que acudieron con dos vehículos dotados de escaleras y accedieron al espacio intermedio entre las dos vallas para exigirles que bajasen.

El medio millar de inmigrantes había sido contenido por las fuerzas marroquíes antes de que llegaran a la valla, lo que provocó que se dispersara por la zona entre los pasos fronterizos del Barrio Chino y Beni-Enzar, según la Delegación del Gobierno. Hubo sucesivos intentos de saltar la valla, pero sólo 140 vieron recompensados sus esfuerzos, puesto que el cuerpo armado había desplegado numerosos efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), que llegaron a bordo de más de veinte vehículos.

Mientras, a las 11 horas, otro grupo, compuesto por más de 200 subsaharianos, intentó entrar por la Vaguada de Linares, situada más al norte del perímetro. Fueron repelidos, con la ayuda de las autoridades marroquíes, por los guardias civiles, que han asegurado que se vivieron momentos de tensión. También afirman que un agente tuvo que vaciar un extintor sobre una persona que sostenía un mechero, minutos después de que un subsahariano prendiera fuego a una de sus prendas. La Benemérita sostiene que a un agente le arrebataron la porra y a otro, el casco; y reconoce que algunos efectivos usaron aerosoles de pimienta contra los inmigrantes para evitar que se desplazaran por la valla, apoyados en los flejes, un elemento que corona el perímetro y ayuda a superar el perímetro. De hecho, el Gobierno ha ordenado retirarlos, para lo cual han tenido que desplazarse operarios de mantenimiento, que contaron con la asistencia de un vehículo grúa.

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