Algo más de un tercio de las mujeres que aborta en España no utiliza métodos anticonceptivos y la gran mayoría de las que usaron preservativo admiten que no lo emplearon de forma adecuada, según un estudio publicado el miércoles.

El Estudio de Hábitos Anticonceptivos de las mujeres que Abortan (HAYA), se publica después de que el Ministerio de Sanidad indicara que el número de abortos se ha duplicado en la última década, pasando de 53.000 intervenciones en 1998 a 112.000 en 2007.

El Equipo Daphne entrevistó durante tres meses a 2.475 mujeres que interrumpieron su embarazo en España en 2007 y determinó que el 36 por ciento afirmó no ser usuaria de alguna clase de métodos anticonceptivos y sólo un 40% dijo utilizar preservativos.

No obstante, un porcentaje muy alto de las que usaron condón (un 70%), admitió que lo hizo mal, tuvo problemas con él, lo hizo de forma inconsistente o no en todas sus relaciones sexuales.

El doctor José Luis Doval, jefe de Servicio del Hospital del Cristal Piñor de Orense, miembro del equipo Daphne y uno de los autores del informe, atribuyo el volumen de embarazos no deseados y posteriores abortos a los métodos escogidos por las parejas y su empleo.

"Como también ellas mismas reconocen, al tratarse mayoritariamente de métodos como el preservativo (método referido en el 40% de las encuestadas), que interfieren en la espontaneidad de la relación sexual, se hace una mala utilización, se producen incidencias o no siempre se utiliza en todas las relaciones sexuales por lo imprevisto del momento", señaló en un comunicado.

Algo parecido ocurre, según el texto del estudio, con los métodos naturales o de baja eficacia como el coito interrumpido.

DOBLE MÉTODO

Para asegurar la protección ante enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, y así reducir el número de abortos, los autores del informe recomiendan a las personas más propensas a utilizar mal los preservativos el "doble método", que supone utilizar conjuntamente el preservativo y un sistema de anticoncepción hormonal como la píldora.

"Si dejamos la protección anticonceptiva al momento de la relación sexual, puede darse un mal uso o no uso del método debido a lo imprevisto de la relación o la espontaneidad del momento, sobre todo en las grupos más jóvenes", afirmó la doctora Isabel Serrano, que también trabajó en el estudio.

"Por el contrario, si buscamos un aliado, como puede ser la píldora, adelantamos esta protección anticonceptiva al tiempo que nos aseguramos la protección frente a una enfermedad de transmisión sexual con el preservativo", añadió la experta, ginecóloga del Ayuntamiento de Madrid y presidenta de la Federación de Planificación Familiar de España.

Además, los autores destacaron la necesidad de realizar campañas de formación e información sobre métodos anticonceptivos, y reclamaron más implicación institucional para mejorar la asistencia, la educación y la accesibilidad en materia de sexualidad y anticoncepción.

El estudio HAYA se realizó durante tres meses entre las mujeres que interrumpieron su embarazo en algunas de las principales clínicas ginecológicas españolas. De ellas, el 58 por ciento eran españolas, y la mayoría de edades comprendidas entre 20 y 30 años. Entre las mujeres inmigrantes predominaban las de nacionalidad rumana, ecuatoriana y boliviana.