Mala nota para los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) en España, según un informe presentado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) que muestra que el 40% de las personas retenidas en ellos han sufrido trato negativo e incluso torturas. 

El informe, presentado por el psiquiatra Pau Pérez-Sales, indica un trato 'negativo o muy negativo' hacia el 40% de los internos entrevistados y que un 4% denuncia torturas y malos tratos graves. Este documento también explica que estos hechos no llegan a ser 'una práctica generalizada'.

El estudio ha sido realizado en tres de los ocho CIEs, en Málaga, Madrid y Valencia, tra visitarlos y realizar más de cien entrevistas a los internos, cotejadas con los funcionarios. La investigación ha sido expuesta al Ministerio del Interior y ya se han abierto diligencias por un presunto caso de maltrato en un centro de Aluche (Madrid).

Según el psiquiatra, el 63% de los internos no son delincuentes, sino personas que no tienen papeles en regla. El secretario general de CEAR, Alfredo Abad, ha asegurado que los centros de internamiento 'repugnan' al Estado de Derecho y que su situación exige tomar medidas. Para Abad, estos centros 'están pensados como comisarías para una estancia corta', pero el problema es que muchos de los internos pasan entre veinte y cuarenta días.  

Una de las deficiencias más graves es que sólo el 42% de los internados conoce el nombre de su abogado y puede contactar con él; la dificultad para recibir y realizar llamadas al exterior; y un régimen de visitas casi inexistente.

Otras carencias, que pese a parecer menores 'tiene mucho que ver con la dignidad', es estar obligado a usar los mismos calzoncillos durante treinta días, no tener inodoros en las celdas y, por tanto, tener que hacerlo por las noches en una botella o en la pileta, o tener una mala alimentación.

El 34% de los entrevistados dicen que la comida es de mala calidad y el 32% que es insuficiente; alrededor del 50% refieren haber perdido el apetito y un 30% afirman tener síntomas de adelgazamiento, hambre o debilidad.

El equipo de CEAR comprobó también deficiencias en la atención médica, errores y negligencias en el diagnóstico y tratamiento de pacientes psiquiátricos, y negativas en la emisión de informes médicos.

Globalmente, el 18% de los internos en Madrid, el 64% en Málaga y el 3% en Valencia consideran el servicio médico como satisfactorio. Otras deficiencias se refieren a que los centros no entregan el certificado con el número de días de estancia en la CIE para que el interno pueda acreditarlo, ni informan de la existencia de los formularios de quejas.

De los tres centros de internamiento, el mejor valorado es el de Málaga, Madrid se encuentra en una 'situación intermedia' y en el de Valencia se viven 'condiciones muy duras'.

'Como consecuencia de la información aportada por este estudio, el Ministerio del Interior ha ordenado las correspondientes investigaciones internas para determinar la existencia de responsabilidad penal o disciplinaria por parte de algún funcionario'. Así ha reaccionado el Ministerio del Interior a las denuncias del informe de CEAR.

No obstante, Interior 'niega' que los extranjeros sufran malos tratos en estos centros y asegura que hasta la fecha no se ha podido acreditar 'ni tan siquiera la existencia de los episodios denunciados' en el informe de CEAR.

De hecho, el ministerio asegura que de los sucesos reseñados por la organización, 'únicamente tuvo constancia del incidente ocurrido el pasado 29 de mayo de 2009' en el CIE de Madrid y sobre el que 'se instruyeron diligencias' que se remitieron a la Autoridad Judicial.