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El extoxicómano vigués David Reboredo sale de prisión dos días después de su indulto

Le ha sido concedido el segundo grado con efecto de tercero tras ser condenado a cinco años y medio de cárcel por intercambiar dos papelinas

EFE

El extoxicómano vigués David Reboredo ha salido esta mañana de la prisión de A Lama (Pontevedra), donde permanecía ingresado desde el pasado mes de diciembre, al haberle sido concedido el segundo grado con efectos de tercer grado después de que el Gobierno le denagase por dos veces el indulto a pesar de que estaba rehabilitado, según confirmó su abogado, Guillermo Presa.

A su salida, Reboredo, ha asegurado que cuando ingresó creyó que era 'el fin' de su rehabilitación. 'Me parecía imposible que por una cantidad tan nimia -de droga intercambiada- pasaran estas cosas. No lo entendía y por eso lo hice público', ha recalcado. 

Reboredo, condenado a cinco años y medio de cárcel por el intercambio de dos papelinas, se encuentra en estos momentos reunido con sus familiares antes de ingresar esta tarde en el centro de inserción social Carmen Avendaño, a expensas de que se determine en qué régimen quedará en adelante.

Presa ha explicado que las posibilidades pasan por permanecer en el centro entre semana y pasar los fines de semana en su casa, o viceversa, aunque tambien le pueden poner una pulsera electrónica de localización a distancia, con la obligación de pasar unas horas concretas en su domicilio.

El Gobierno concedió el pasado viernes el indulto parcial al extoxicómano vigués, consistente en sustituir una de las dos penas de tres años y medio de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Pontevedra por multa de dos años a razón de dos euros al día.

Este indulto fue aprobado en el Consejo de Ministros a petición del ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, a expensas de que el Gobierno se pronuncie sobre la otra petición de indulto referida a la otra condena de tres años y medio de cárcel, al no haberse recibido todavía el informe del tribunal sentenciador, que es preceptivo antes de definirse sobre la concesión o denegación de un indulto.

Esta condena, de tres años y medio de cárcel, fue impuesta en octubre de 2007 por la Audiencia de Pontevedra por un delito de tráfico de drogas cometido en 2006 y el Tribunal Supremo la revisó el pasado 27 de diciembre y la rebajó a dos años.

Pese a que de esa forma el Alto Tribunal se convirtió en tribunal sentenciador, el informe recibido en el Ministerio de Justicia en relación con esta petición de indulto era únicamente de la Audiencia, lo que ha obligado a la División de Derechos de Gracia y otros Derechos a solicitar al Supremo un nuevo dictamen.

Por eso, el indulto concedido se ha producido sólo en la otra causa, en la que la Audiencia de Pontevedra le condenó en 2010 a tres años y medio de cárcel por un delito contra la salud pública cometido en 2009.

Esta es la segunda vez que Reboredo pide el indulto por ambas causas.  El Consejo de Ministros rechazó su petición en sus reuniones del 27 de septiembre y el 1 de octubre del año pasado. Los informes del tribunal y de la Fiscalía han sido contrarios a la concesión de la medida de gracia.

Reboredo, de 42 años, ingresó a principios de diciembre en la cárcel pontevedresa de A Lama por sendas condenas por intercambio de papelinas de heroína en 2007 y 2009, que en total suman siete años de prisión, tras serle denegado el indulto. A raíz de su ingreso en prisión se sucedieron las muestras de solidaridad con este extoxicómano pidiendo que le concedieran el indulto .

Reboredo fue condenado en 2007 por vender una papelina de heroína, pero consiguió que le suspendiesen la ejecución de la sentencia a cambio de participar en un programa de desintoxicación y con el compromiso de no reincidir. Sin embargo, en 2009 volvió a ser condenado por un delito similar, con lo que finalmente acumuló dos penas que en total suman siete años de prisión.

En declaraciones a su salida, Reboredo ha confiado en que su caso, por la repercusión que ha tomado, sirva para modificar el Código Penal en cuanto a la despenalización de la venta de pequeñas cantidades de droga se refiere, para que 'en el futuro nadie tenga que pasar por esto'. Y es que, según ha alegado, 'un toxicómano ya tiene un problema bastante importante como para que además te cojan con una papelina y eso conlleve cuatro años de prisión. Me parece un disparate. Hay que cambiarlo', ha proclamado.

Se ha declarado 'muy contento' por volver a abrazar y besar a su familia y a sus allegados, y ha agradecido el apoyo recibido por 'las miles de personas que han estado ahí'.

Sin 'palabras' para describir el 'momento muy emotivo' que vivió al reencontrarse con los suyos, este extoxicómano vigués ha subrayado que los ánimos que recibió de sus familiares y de cartas 'de todos lados de Galicia y España' le 'mantuvieron el ánimo para seguir adelante' durante su estancia en la cárcel.

Sobre el indulto pendiente de una pena de tres años y medio confía en que el pronunciamiento del Gobierno será positivo y 'no tardará tres meses' como el indulto parcial del pasado viernes.

El padre de David Reboredo, Edmundo, ha señalado por su parte que 'la jaula todavía no es de oro', dado que su hijo pasará las noches en un centro de integración social, aunque los fines de semana los pasará alternativamente en ese centro y en su domicilio. Edmundo, de quien cuidaba David hasta su ingreso en prisión, ha advertido de que ni él ni sus familiares tolerarán que el indulto total de su hijo 'se pierda en una burocracia inútil'.

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