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"A la Universidad Rey Juan Carlos le molestaba el Grado de Igualdad"

ANNA FLOTATS

'La igualdad de género no gusta a quien no gusta'. Esa es la conclusión de Laura Nuño, coordinadora del Grado de Igualdad de Género cuya supresión aprobó el pasado viernes el Consejo de Gobierno de la universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid. Contar con un profesorado en el que todos sus miembros son doctores y ser el único grado de Igualdad de Género de España no ha salvado esta titulación de la hornada de supresiones que la URJC decretó el pasado viernes por el descenso del número de matrículas, que es 'insuficiente para la sostenibilidad', según el centro universitario. Nuño afirma que este curso el grado tuvo 39 alumnos de nuevo ingreso, una cifra que fuentes de la universidad reducen a 15.

'El problema es que [al Consejo de Gobierno de la universidad] nunca le han gustado estos estudios', explica Nuño, quien recuerda que la supervivencia de la titulación ha peligrado desde sus inicios. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) 'tumbó' los estudios en 2009, cuenta su coordinadora, pero finalmente el grado fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la universidad. Empezó sólo en formato online pero dos años después, la ANECA estableció que debía impartirse también de manera presencial. 'Fue un intento de que fracasara, pero la titulación siguió funcionando', sentencia Nuño. Ahora, 1º y 2º se imparten en las aulas y 3º y 4º, a distancia. 'En 2013 teníamos 43 alumnos en total, pero este curso hemos llegado a los 54', afirma la coordinadora del grado.

La universidad insiste en que la supresión del grado se debe a una cuestión económica La extinción del Grado de Igualdad, que no afectará a los alumnos ya matriculados, se suma al de Sociología, Ciencia Política y Gestión Pública (semipresencial), Educación Infantil Bilingüe e Ingeniería Informática (semipresencial). También desaparecerán cinco dobles titulaciones: Ciencia Política y Gestión Pública e Igualdad de Género, Ciencia Política y Gestión Pública (semipresencial), Derecho (semipresencial), Derecho e Igualdad de Género, Administración y Dirección de Empresas y Sociología, y Relaciones Laborales y Recursos Humanos y Sociología.

Los indicadores de calidad y funcionamiento del Grado de Igualdad de Género son positivos, según los propios datos del Rectorado. La nota de corte es un 5, pero según los datos del curso pasado, la media de ingreso fue de un 6,9 ('perfil que supera con creces la media del resto de los grados, remarca Nuño). Por otra parte, la valoración media de las asignaturas fue de un 3,98 sobre 5, la tasa de rendimiento (créditos superados sobre matriculados) es de un 85% y la de éxito o superación (créditos superados sobre presentados) de un 94,56%.

Todo ello hace pensar a Nuño —doctora en Ciencia Política con más de diez libros publicados— que la supresión del grado 'es una decisión ideológica que nada tiene que ver con criterios de rentabilidad o académicos'. El centro, sin embargo, lo niega. 'No es una cuestión política ni ideológica, sino que se trata de una cuestión tan simple y rudimentaria como que no salen las cuentas', cuenta a Público un portavoz de la universidad, que señala que la aportación de la Comunidad de Madrid al centro ha pasado de 80 millones de euros en 2011 a 59 este año. Además, recuerda que Bolonia 'establece un marco más ágil para que los centros puedan programar la oferta en función de su demanda'. Precisamente, el próximo curso se incorporarán dos titulaciones que se ajustan a la demanda actual, relacionadas con 'el desarollo de software y la gestión de los servicios públicos'. El Grado de Igualdad se basa en la formación en estudios jurídicos centrados en la igualdad de género, movimientos sociales y políticas sociales. Actualmente tiene un doble grado con Derecho y otro con Ciencia Política, titulaciones que también desaparecerán.

La URJC es la única universidad española que ofrece esta formación. 'Situación paradójica dado que es una oferta habitual en las principales universidades europeas y americanas. La vertebración científica de los grados en género se encuentra ampliamente asentada en el ámbito académico internacional, que forma parte —desde hace décadas— de la oferta formativa de universidades de prestigio internacional como la de Harvard, Columbia, Brown, Yale, Cornell, Princeton, Carlenton, Concordia, Toronto, París, Oxford, Western Australia, Utrecht, Heiderlberg, Dublin, Lancashire, Oakland, New Jersey, Illinois, San Francisco, Washington, Michigan o Sidney', insistía Nuño en una carta firmada por algunas asociaciones que el año pasado remitió al rector de la URJC.

'Por ello, la supresión del Grado en la Universidad Rey Juan Carlos', seguía el texto, 'condenaría a las personas que desean cursar estos estudios a realizarlos en otras universidades europeas no sólo con el coste económico que de ello se deriva sino con las consecuencias en el déficit formativo en la materia entre las y los futuros profesionales de éste país'.

Esta carta demuestra que el rumor de la eliminación planeaba en la universidad desde hacía tiempo. Aun así, desde el nacimiento de la titulación, la URJC se ha especializado en estudios de género. Tiene un título propio, un máster oficial y un programa de doctorado, fruto de un convenio de cooperación académica suscrito por la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Alcalá, la Universidad de Alicante, la Universidad de Huelva, la Universidad Jaume I de Castelló, la Universidad de Illes Balears, la Universidad de la Laguna y la propia universidad Rey Juan Carlos (pendiente de verificación de la ANECA).

Además, la Universidad Rey Juan Carlos, a través del Instituto de Derecho Público, cuenta desde 2005 con una Cátedra de Género —dirigida por Nuño— y, desde 2012, con una editorial específica (Colección Atenea: estudios de género) orientada a promocionar la investigación y las publicaciones en la materia. 'La supresión del grado implicaría eliminar el primer tramo de formación universitaria, condenando al fracaso la formación de posgrado, la doctoral, la investigación que actualmente se desarrolla y acabaría con la valiosa especialización obtenida durante los últimos años en estudios de género', hacía ver Nuño al rector hace un año. La coordinadora de la titulación le escribirá de nuevo para pedirle que mantenga el grado y se reunirá con el Consejo de Gobierno en los próximos días. Además, en breve estará disponible en Internet una petición de firmas para salvar la titulación en la plataforma Change.org

La Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres establece que 'en el ámbito de la educación superior, las administraciones públicas en el ejercicio de sus respectivas competencias fomentarán la enseñanza y la investigación sobre el significado y alcance de la igualdad entre mujeres y hombres. [...] Promoverán la realización de estudios e investigaciones especializadas en la materia'. Además, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, reconoce que 'las universidades incluirán y fomentarán en todos los ámbitos académicos la formación, docencia e investigación en igualdad de género'.

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