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Mario Cortés: "Voy a morir por culpa de los recortes"

ANNA FLOTATS

Mario Cortés tiene 47 años y lleva los últimos 18 luchando contra una hepatitis C. En 2007 se le desarrolló una fibrosis en el hígado que estuvo tratando sin éxito durante un año con quimioterapia y en ese tiempo la empresa en la que trabajaba le despidió. La Comunidad de Madrid le concedió una minusvalía del 47%. Hoy, siete años después, se encuentra en la fase 2 de la enfermedad.

'La grieta de mi hígado alcanza los 11 milímetros y va a seguir agrandándose sin parar', explica a Público, 'en la fase 4, dentro de unos años, llega el cáncer de hígado'. La única manera de frenar el desarrollo de la enfermedad y evitar así el hepatocarcinoma se llama Sovaldi, un tratamiento de 12 a 24 semanas que cuesta 80.000 euros. 'Voy caminando lentamente hacia la muerte porque jamás podré pagarme la medicación', lamenta Mario.

Este paciente, miembro de la Associació Catalana de Malalts d'Hepatitis (Asscat) y secretario de la Plataforma Ciudadana Ya, cuenta que el novedoso medicamento que necesita tiene el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Ya se utiliza en Bélgica y Francia, pero en Esàña no está aprobado. 'Aunque se dan los requisitos para pedir el uso compasivo del tratamiento, en el hospital ya me han dicho que no me lo pueden recetar', cuenta Mario refiriéndose a este procedimiento restringido a casos excepcionales que cada vez se utiliza más para enfermedades que no tienen un tratamiento alternativo eficaz. 

Asociaciones de pacientes, como Asscat, denuncian que varias administraciones autonómicas se niegan a facilitar los más recientes tratamientos a los afectados para ahorrar. Un recorte que se suma, además, al copago farmacéutico que afecta a los pacientes no hospitalizados, como los enfermos de hepatitis crónica —como Mario—, cáncer o leucemia. 'En España sólo se va a salvar el que tenga dinero', dice la Defensora del Paciente, Carmen Flores, que afirma que el Sovaldi no está aprobado en España porque 'es muy caro'.

'Dicen que no hay dinero para nuestros medicamentos pero en realidad hay dinero de sobra. El problema es que los que mandan se gastan ese dinero en autovías, en aeropuertos sin aviones y en rescatar a los bancos', protesta Mario. 'Tengo derecho a curarme, pero voy a morir por culpa de los recortes', denuncia.

Por todo ello, este paciente y otros en situaciones parecidas se han manifestado este viernes en frente del Ministerio de Sanidad para exigir a la ministra del ramo, Ana Mato, que 'todos los enfermos reciban el tratamiento necesario para la cura de su enfermedad'.

Escudados por una pancarta que rezaba 'Los recortes condenan a muerte', los activistas han reclamado la retirada del decreto-ley 16/2012 que elimina la sanidad universal y han denunciado además que 'ciertos tratamientos costosos están siendo sustituidos por otros más económicos que en la mayoría de casos agravan la enfermedad'.

Después de reclamar 'la vuelta a la gestión pública de todos los hospitales privatizados', el grupo ha entregado en el minsiterio una carta dirigida a Mato. Este sábado, participarán en las marchas por la dignidad desde el bloque de las Marchas Obreras por la Huelga General.

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