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El maratón de las mujeres es el más largo

DAVID MIRANDA

El pasado 27 de julio de 2012, Arabia Saudí, Brunei y Qatar incluían al menos a una mujer entre sus delegaciones. Tuvieron que pasar 100 años y 30 ediciones de Juegos Olímpicos antes de que en Londres, por fin, todos los países participantes contasen con representantes de ambos sexos. Se abría así una puerta hacia la esperanza y la posibilidad de que el deporte femenino en los territorios más restrictivos en materia de igualdad empezasen por fin derribar muros y permitiesen la integración de la mujer.

Sin embargo, en estos dos últimos años, cada vez parece más claro que el gesto de estos países fue sencillamente eso, un gesto. Y es que a principios del mes de septiembre, el Comité Olímpico Internacional se tuvo que reunir con el nuevo jefe del Comité de Arabia Saudí para debatir la participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos después de que el país decidiese no enviar a ninguna atleta femenina a los Juegos Asiáticos. Algo que ya hizo en el mes de agosto, al decidir no enviar ninguna representante femenina a los Juegos Olímpicos de la Juventud en China, a pesar de que lo había hecho hace cuatro años cuando Dalma Rushi Malhas ganó la medalla de bronce en equitación.

Marisol Casado, miembro del COI y presidenta de la Federación Internacional de Triatlón, reconoce que, a título personal, le da 'bastante pena esta decisión, ya que parecía que se había avanzado un poco en Londres en materia de igualdad. Eso demuestra que en realidad fue simbólico más que otra cosa'. Las autoridades saudíes han asegurado que llevaran mujeres a Río de Janeiro 'en buena medida', pero el hecho de vetar la presencia de representantes femeninas en los próximos Juegos de Asia hacen pensar a Casado que lo sucedido en Londres 2012 'fue un gesto de cara a la galería' y que realmente las cosas no están cambiando apenas nada.

Concretamente en Arabia Saudí, las mujeres tienen muy restringido la práctica de cualquier deporte. No pueden dejarse ver corriendo en pantalones de deporte, ni registrarse en clubes deportivos o participar en competiciones. Tampoco pueden tomar parte en pruebas nacionales de clasificación, lo que les impide homologar marcas para poder competir internacionalmente. Solo el mayor centro universitario saudí, la Universidad Princesa Nora Bint Abdul Rahman, tiene instalaciones deportivas para las estudiantes.

Si bien es cierto que en el país saudí pintan bastos para que una mujer pueda dedicarse profesionalmente al deporte, en los territorios de su alrededor van rompiendo barreras y van apareciendo ligas profesionales de distintas disciplinas. La que más ventaja lleva es el deporte rey, el fútbol, pero también el atletismo, el tiro olímpico o el baloncesto ven como poco a poco se engrosan sus listas de deportistas femeninas. En el caso del balompié, países como Siria, Palestina, Catar, Irak, Egipto, Líbano, Jordania o Bahréin cuentan con selecciones nacionales. Su reto ahora conseguir conformar una infraestructura de base, que es lo que realmente puede funcionar como motor de cambio en estos países. En el Golfo, Catar y los Emiratos tienen ya sendas ligas femeninas de fútbol.

Mariso Casado: 'En el COI hay una comisión que trabaja para que todas las mujeres puedan acceder al deporte'

El cambio de timón desde sus respectivos gobiernos a la hora de fomentar la práctica del deporte femenino, mostrándose favorables a que las mujeres lo practiquen- o sencillamente no interfiriendo- así como la educación y la mayor interacción, gracias a Internet y a las redes sociales, con el resto del mundo, están permitiendo que poco a poco los países árabes rompan el cascaron y se aprecien algunos cambios positivos en el ámbito de la igualdad entre sexos a la hora de practicar deporte. Un ámbito en el que el COI, según Casado, también tiene su parte de responsabilidad: 'hay una comisión que trabaja específicamente en ello, en tener las herramientas necesarias para que todas las mujeres puedan acceder al deporte. Pero claro, cada país es soberano y es difícil acceder a todos'.

Estos avances hay que verlos bajo el prisma de su cultura para poder valorarlos como se merecen: 'La ruptura cultural es muy grande y desde luego no se hace de un momento para otro. Tenemos que pensar positivamente y seguir trabajando en ello para que en Rio 2016 estén preparados'. El camino por delante aún es largo, no tanto en materia de representatividad como en el de competitividad 'No pueden tener mujeres de nivel competitivo de la noche a la mañana. Clasificarse para unos Juegos Olímpicos no es nada fácil', reconoce la presidenta de la Federación Internacional de Triatlón. Casado también recalcó el papel del COI

Precisamente ese es el gran objetivo que se han marcado al COI de cara a la próxima cita olímpica: conseguir que las mujeres del mundo árabe puedan mostrarse competitivas en las disciplinas en las que compitan. 'Sería ideal sin duda que todos los países tuviesen representación de ambos sexos, pero también que en lugares donde hace tiempo que ya dieron ese paso para que las mujeres accediesen al deporte, sigan mejorando para que sean más competitivas. Si al final nos quedamos con dos o tres países aislados no habría que tomarlo como una tragedia, ya que al final lo que nos preocupa es que se trabajen las bases y las mujeres tengan acceso al deporte en términos generales', asegura Casado.

España hace menos caso a sus deportistas femeninas

Pero mientras que en Occidente nos rasgamos las vestiduras ante la imposibilidad que tienen las mujeres de practicar actividades deportivas, tanto a nivel de entretenimiento como profesional, lo cierto es que a nuestras deportistas apenas las prestamos atención. El pasado mes de junio salía a la luz una investigación presentada por la profesora de la Universidad Carlos III de Madrid, Clara Sainz de Baranda, en el que se arrojaba un dato, cuanto menos, sonrojante para aquellos que dirigen los diarios deportivos.

La mujer es sujeto noticioso en la prensa deportiva impresa únicamente en el 5,11% de los casos, unas veces sola (2,18%) y otras acompañada por hombres (2,93%). En algunos de ellos, se aprecia incluso un retroceso de las informaciones en la última década.  Estas diferencias, segú Sainz de Baranda, incrementan si se considera que no todas las mujeres que aparecen en las informaciones de estos diarios especializados pertenecen al ámbito deportivo.

De hecho, un estudio reciente publicado en Cuadernos de psicología del deporte diferencia entre dos perfiles de mujeres: las propias del ámbito deportivo (jugadoras, entrenadoras) y otras que denomina como 'invitadas', que por lo general son parejas, familiares, famosas o aficionadas.'A nivel cuantitativo tienen más presencia las primeras (un 86,8%); pero, a nivel cualitativo, la mujer invitada tiene mucha más presencia por el tamaño de la información, fotografías, tipos de páginas que ocupa, etc.', explica la investigadora. Además, en este tipo de imágenes el estereotipo más fomentado es el relacionado con los atributos femeninos; así, suele presentarse a la mujer que como arquetipo decorativo o como objeto de deseo.

Y eso que, a nivel patrio, nuestras representantes han dado que hablar en todos estos años en multitud de disciplinas. Campeonas del mundo en bádminton, natación, waterpolo... La prensa centra en ellas sus focos atraída por el brillo de los metales, pero en época de ‘entre guerras', si te he visto no me acuerdo. Según este mismo estudio, entre las barreras que dificultan que la mujer pueda dedicarse profesionalmente al deporte destaca la persistencia de ciertos estereotipos, la escasez de ayudas públicas destinadas al fomento de la práctica deportiva femenina y la inexistencia de incentivos económicos para que las empresas inviertan en estas competiciones por el 'supuesto' menor espectáculo que suponen.

Y es que ya lo decía nuestra mejor nadadora de todos los tiempos, Mireia Belmonte, que recientemente consiguió seis medallas en los Europeos de natación disputados en Berlín: 'Importa más el rumor de un fichaje o el color de pelo de Sergio Ramos'.  

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