Una vez que Felipe de Borbón, actual príncipe, se convierta en rey como Felipe VI, su hija Leonor verá asegurado su derecho de sucesión y se convertirá en la princesa de Asturias. Esta situación no estaba asegurada hasta ahora debido a que la Constitución Española da preferencia a los hombres en la línea sucesoria. Por tanto, el nacimiento de un varón en el matrimonio de los príncipes habría supuesto la relegación de su primogénita y un ataque a la igualdad de género en la Jefatura del Estado.

La modificación de la Carta Magna que aspiraba a cambiar la preferencia masculina en la cuestión hereditaria de la monarquía, planteada por el expresidente José Luís Rodríguez Zapatero en su discurso de investidura, no logró el consenso suficiente. Al igual que otros procesos de reforma del texto, el procedimiento agravado que requiere cualquier cambio del Título II, que regula la institución monárquica, tumbó el proyecto de modificación. Esta norma establece la máxima protección contra cualquier reforma, ya que obliga a disolver las Cortes, convocar un referéndum sobre los cambios y la ratificación de estos por parte de la nueva cámara.

Sin embargo, la Constitución sí asegura la condición de Leonor una vez que su padre se convierta en Felipe VI. Tal y como refleja el Artículo 57.2, los herederos a la Corona lo serán por nacimiento o 'desde que se produzca el hecho que origine el llamamiento' de un nuevo sucesor, que en este caso sería la coronación de Felipe de Borbón. Además, sería una 'situación irreversible' sobre la que no afectarían nuevos nacimientos, tal y como explica el experto constitucionalista Jaime Nicolás.

La Casa Real intentó transmitir este mensaje durante el discurso del ya exrey, al situar tras él una foto suya con su hijo Felipe sosteniendo a su nieta Leonor. La imagen fue la única que se mantuvo en todo momento dentro del plano que encuadraba al hombre que ha sido Rey de España durante 39 años.

La monarquía española es la única corona europea que todavía contempla la primacía masculina en la sucesión

Una vez que se corone al nuevo rey, 'no será necesaria una reforma de la Constitución para asegurar los derechos de la primogénita de los príncipes, Leonor', expone Nicolás. No obstante, afirma que 'el problema se mantendrá en el futuro'. En caso de nacimiento de un hijo varón y si la infanta Leonor renunciara a sus derechos de sucesión o se viera incapacitada para ejercerlos, volvería a darse una situación que señalara a un hombre como heredero por encima de una mujer por el mero hecho de serlo. Mientras no se acometa el proceso de reforma de este punto, la progenie de Leonor también sufrirá los efectos de esta norma.

La monarquía española es la última de las grandes coronas europeas que todavía contempla la primacía de los hombres como sucesores. Holanda, Suecia, Noruega y Bélgica ya dieron los pasos necesarios para dejar atrás este supuesto. Incluso la monarquía británica, caracterizada por su tradicionalismo, adelantó a la española en este sentido en 2011.