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ACS espera llegar a los 1.000 millones de beneficio en 2016

Teresa Larraz Mora / REUTERS

El grupo constructor ACS aspira a conseguir un beneficio neto de alrededor de 1.000 millones de euros en 2016, dijo el jueves su presidente y consejero delegado, Florentino Pérez, frente a los 702 millones de beneficio neto con los que cerró el año pasado. La compañía tuvo un beneficio neto de 202 millones de euros en el primer trimestre del año, con un Ebitda que cayó a 648 millones de euros perjudicado por variaciones de tipos de cambio que lastraron su negocio.

En su intervención durante la junta de accionistas del grupo en Madrid, Pérez también reiteró los objetivos de ACS anunciados en febrero para el periodo 2014-2016, que apuntaban a un alza de al menos un 10% anual en su beneficio neto recurrente y reducir su ratio deuda neta/Ebitda, que cerró 2013 en 1,4 veces su resultado bruto de explotación (Ebitda). 'Pretendemos mantener un nivel de apalancamiento moderado', dijo Pérez a sus accionistas.

La constructora española culminó el primer trimestre del año incrementando su deuda neta hasta los 4.579 millones de euros, aunque a esta cifra habría que sumar otros 2.982 millones de euros de pasivos fuera de balance correspondientes a activos mantenidos para la venta, en su mayoría renovables que el grupo lleva intentando vender más de tres años. El ratio de endeudamiento de estos activos en venta, según los datos de finales de 2013, asciende a 9,9 veces su Ebitda.

Fuentes próximas a la empresa afirmaron que la venta de estos activos permanece a la espera de que el Gobierno saque el decreto sobre energías renovables, ya que los potenciales compradores prefieren esperar a saber el flujo de caja que generan antes de mostrar su interés. El ministro español de Industria dijo el jueves que el Gobierno podría aprobar tan pronto como este viernes este decreto, que consagrará la nueva retribución de las instalaciones renovables a partir del concepto de rentabilidad razonable. ACS ha provisionado 500 millones de euros en dos ejercicios por la esperada caída de la rentabilidad de sus activos renovables tras la reforma energética.

Al mismo tiempo, la empresa no espera un impacto en sus resultados del posible cierre definitivo del almacén de gas subterráneo Castor, que está paralizado temporalmente a la espera de diversos informes técnicos encargados por el Gobierno y en cuya concesionaria, Escal, tiene un 66%. Las fuentes conocedoras de la compañía descartaron una próxima venta del 5,6% que ACS tiene en Iberdrola y que ha pignorado en dos bonos canjeables por acciones de la eléctrica emitidos en octubre de 2013 y marzo de 2014 por un valor total de 188 millones de euros.

El grupo presidido por Pérez va a potenciar su estrategia de acudir a los mercados de renta fija para reducir su dependencia del crédito bancario, mientras trata de recuperar la calificación por parte de las agencias de crédito, que una fuente próxima a la empresa dijo que podría conseguirse este año.

ACS se ha internacionalizado apoyado en sus dos grandes filiales, la alemana Hochtief y la australiana Leighton (el 86% de sus ventas proceden ya del exterior), dos constructoras cuya transformación Pérez encargó a Marcelino Fernández Verdes. Verdes, que llegó recientemente a Leighton después de una profunda reorganización en Hochtief (con ventas de activos y reducción de personal), podría volver a España en un año o dos, donde se convertiría en co-consejero delegado y posible sucesor de Florentino Pérez, dijo una de las fuentes.

Por otra parte, el presidente de la constructora pidió al Gobierno recuperar un nivel de inversión pública en infraestructuras en España 'que nos permita terminar lo que está en marcha (...) y continuar desarrollando nuevas infraestructuras en la medida de nuestras posibilidades económicas', ante la fuerte caída que ha sufrido en estos años, mientras el Gobierno trata de reducir el déficit público.

Entre otros asuntos, la junta de accionistas aprobó la propuesta del consejo de administración de distribuir un dividendo complementario de hasta 0,71 céntimos de euro por acción mediante el sistema de 'scrip dividend', por el que los accionistas podrán escoger recibirlo en acciones o en efectivo el próximo mes de julio. Esta propuesta supone un dividendo total de 1,16 euros por acción con cargo a los resultados de 2013, después del pago del dividendo a cuenta de 45 céntimos de euro por acción efectuado el pasado mes de febrero. La junta renovó también autorizaciones para ampliar hasta en un 50% su capital social y emitir bonos por hasta 3.000 millones de euros.

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