Los miembros de línea dura del Sindicato de Actores de Hollywood (SAG, por sus siglas en inglés) están presionando para que se someta a votación la última oferta contractual de los grandes estudios, en una iniciativa considerada como una posibilidad para una autorización de huelga.

La junta del SAG, dominada por miembros de la facción Membership First Faction, aprobó el lunes una resolución que insta a la facción más moderada a realizar una votación de ratificación pese a su oposición compartida al trato propuesto.

Pero el plan de Membership First pide que se someta la oferta "final" de los estudios a los miembros del SAG sin una recomendación sobre si deben apoyarla o rechazarla, según informaciones de prensa.

Los miembros de línea dura probablemente cuentan con que el pacto laboral no logre ser ratificado, un resultado que podría hacer más factible una amenaza de huelga y poner más presión sobre los estudios para que mejoren su oferta.

El sindicato de actores y los estudios llevan más de ocho meses atascados en las conversaciones para acordar un nuevo contrato para los más de 120.000 miembros del SAG en películas y televisión.

El SAG y el agente de negociación de los estudios, la Alianza de Productores de Películas y Televisión, retomaron en febrero sus conversaciones laborales, pero éstas se rompieron por la duración del contrato propuesto.

Los estudios continúan luchando por un pacto a tres años, mientras que el SAG quiere un período más corto que sea más parecido a los de otros sindicatos de Hollywood, otorgándoles así una mayor fuerza colectiva para conversaciones futuras.